MARTES 11 DE JULIO DE 2000

* Gobierno del DF e instituciones deben unir esfuerzos: Daniel Iturbide


Demandan proteger a grupos vulnerables

* Se observa hoy día una tercera generación de menores conocida como bebés de la calle, afirma

Angel Bolaños Sánchez * Ante la "muy difícil" situación de los niños de la calle es urgente que el próximo gobierno de la ciudad y las organizaciones e instituciones no gubernamentales dedicadas a la atención de los menores, conjunten esfuerzos para proteger a este grupo vulnerable de la sociedad, señaló Daniel Iturbide Cárdenas, subdirector de Formación y Servicios de Hogares Providencia, Institución de Asistencia Privada fundada por el sacerdote Alejandro García Durán, conocido como el Padre Chinchachoma.

Actualmente, advirtió, estamos observando una tercera generación de menores, ya no de niños de la calle, sino de "bebés de la calle"; una tercera generación, insistió, que está aprendiendo a caminar en las calles y que están creciendo en medio de la violencia, de las drogas y otros vicios.

Si la situación de los niños que se encuentran atrapados en esta situación es difícil, ver a niños de meses, de un año de edad, sobreviviendo en las calles es algo verdaderamente impactante, señaló.

Alberto Aguilar, capacitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos coincidió al señalar que el de los niños es un grupo vulnerable de la sociedad y peor aún cuando se trata de menores en situación de calle.

Reconoció que la promoción de los derechos de los infantes ha encontrado un mayor impulso en el Gobierno del Distrito Federal. Hay más interés, dijo; sin embargo, advirtió que no es fácil implantar una cultura de respeto a los derechos de los niños, sobre todo cuando la violación de dichas garantías se da desde el propio círculo familiar.

Al inaugurar el diplomado Pedagogía del niño callejero e infractor, impartido por Hogares Providencia en las instalaciones de la Universidad del Valle de México en Tlalpan, la directora de la institución, Socorro Lozano Moreno, recordó que la tarea este tipo de instancias tienen un compromiso con la sociedad, que debe trascender las aulas y el simple "rollo" pedagógico.

Con sustento, añadió, en la experiencia que legó el Padre Chinchachoma, resultado de más de 25 años de trabajo con niños de la calle. "Debemos de tomar conciencia de que todo ser que llega al mundo debe ser concebido y planeado con amor y con responsabilidad, que toda pareja tiene que pensar antes de procrear, en las trascendencia que es dar la vida. Eso acabaría con el problema del niño de la calle".

Daniel Iturbide, por su parte, resume el sistema de enseñanza del sacerdote en una palabra, "vivencial". "No puede ser el discurso, no pueden ser las palabras huecas, demagógicas. No puede ser lo que está escrito, en cualquier biblioteca podremos encontrar mil propuestas educativas, sin embargo no es tanto la teoría en ese terreno, lo importante es lo vivencial", comentó Iturbide Cárdenas.

Y como ejemplo recordó que "cuando Chinchachoma le decía a un niño, 'tú eres más valioso que un coche', te puedo asegurar que si en ese momento tuviera uno lo destrozaba para que el niño lo viviera, que verdaderamente es más valioso. Lo hacía quemando billetes, para que el niño viviera como él decía, que vale más que el dinero. Yo lo hice una vez cuando unos niños se robaron unos lápices, claro, era un billete de 20 pesos, pero aún así les impacto".