MARTES 11 DE JULIO DE 2000
* Astillero *
* Julio Hernández López *
Durante tres años, Rob Allyn, "un reconocido consejero político del Partido Republicano", nacido en Dallas, encabezó la conexión tejana que ayudó, en la semiclan- destinidad, a que Vicente Fox ganara la presidencia de México.
Juego de patriotas o Cacería al octubre rojo
Los consejeros estadunidenses vivieron intensamente la emocionante oportunidad de promover el cambio político en México. Michael Portman, nacido en Laredo, de 25 años, y quien ahora escribe un libreto sobre el tema en Hollywood, dijo a The Dallas Morning News, según nota publicada este domingo 9 en primera plana por Alfredo Corchado, que "esto fue totalmente al estilo de Juego de patriotas, de Tom Clancy, o Cacería al octubre rojo; la fantasía de dispárenles a todos sin tener armas, lo cual fue maravilloso y muy increíble".
Los tres texanos usaron alias hispanos: el jefe, Allyn, de 40 años, se hacía llamar José de Murga, Francisco Gutiérrez o Alberto Aguirre. Portman usaba el nombre de Juan Hernández en honor a su contacto, el secretario particular de Fox. Mari Woodlief, una rubia ojiazul de 31 años, que ya había pasado un año en Oaxaca estudiando "antropología", se hacía llamar "señora Hernández".
Misión: apoyar al John Wayne mexicano
Allyn, según el diario de Dallas, conoció a Fox en 1997, "después de una reunión en Monterrey de la Asamblea de Dallas, que es un grupo de líderes cívicos". Al tejano, Fox le produjo la impresión de ser el John Wayne mexicano". De inmediato "congeniaron" y comenzaron a trabajar en talleres sobre estrategias para medios de comunicación. Aun cuando el guanajuatense no le pidió a Allyn ni a sus compañeros de aventura que actuaran en secreto, estos lo decidieron así para evadir "a los reporteros y a los operativos del partido gobernante, quienes recorrían los hoteles tratando de determinar qué consejeros extranjeros" estaban apoyando al candidato panista.
Las corbatas, la comida, el descanso
De hecho, los texanos trabajaban con el candidato sólo en el rancho de San Cristóbal, en Guanajuato, los fines de semana (muy en contacto con la madre del candidato, cuyas pláticas les permitieron entender mejor la personalidad del ahora candidato triunfante). Dice el reportaje de The Dallas Morning News: "Ellos le ayudaron a Fox a enfocar su mensaje, haciéndolo más visual e impactante, y revisaron su guardarropa para tirar a la basura docenas de sus corbatas cuando estaban tratando de darle el aspecto más adecuado. La señora Woodlief también capacitó al personal de Fox para asegurarse de que el candidato comiera alimentos balanceados y descansara adecuadamente para soportar el ritmo de una rigurosa campaña que duró tres años".
Eso sí, la señora Woodlief (Hernández, para efectos mexicanos) no se ha envanecido por el éxito: "Nuestro objetivo no fue cambiarlo o retocar sus características. Nuestro trabajo fue darle consejos e indicarle cómo aceptar ese aspecto, haciéndolo sencillo y consistente, y darle una imagen presidencial."
El toque tejano para un pulido revolucionario patriótico
El propio Allyn, quien dijo haber viajado a México 40 veces en tiempos recientes, niega que esa influencia extranjera hubiera definido el triunfo foxista. "Con o sin el apoyo de sus consejeros norteamericanos, él hubiera ganado", dijo el jefe de la misión especial. Eso sí, Allyn reconoció que el toque tejano transformó a un ranchero áspero, que prefiere usar botas en vez de mocasines, y pantalones de mezclilla en lugar de pantalones informales, en un pulido revolucionario patriótico que usaba las mangas recogidas.
Mister Allyn asegura que fue el creador de algunas de las frases afortunadas del señor Fox. Por ejemplo, aquélla en la que, en el primer debate entre candidatos, recordó a los mexicanos que faltaban 70 días para poner fin a 70 años de corrupción e injusticia.
Luego, cuando el mundo parecía venírsele encima al guanajuatense por su aferramiento a que el segundo debate se realizara aquella misma tarde (la tarde del "hoy, hoy, hoy"), Allyn, "quien había viajado a Dallas para trabajar en otro proyecto, regresó de inmediato para ayudar a que su campaña superara su primera crisis verdadera".
Gracias, mamá; thanks, mister Allyn
"Durante dos días --aseguró Allyn al periódico de Dallas--, sus consejeros de campaña estuvieron reunidos en salas de reuniones llenas de humo de cigarrillo y con pocos alimentos".
Repentinamente, el Sr. Allyn recordó una conversación que tuvo con la mamá de Fox, en la cual ella señaló lo empecinado que era él desde su infancia, en especial cuando nunca se quitaba las botas ni para las ocasiones formales. El señor Allyn entonces anotó una idea y se la mostró a Fox, quien inmediatamente la aprobó.
La tarde siguiente, Fox inició el debate sin disculparse por su comportamiento, sino declarando: "Algunas personas piensan que soy un poco terco... mi mamá siempre ha dicho que yo soy testarudo..., pero ustedes necesitan a un líder que tenga un carácter firme para superar 70 años de gobierno del PRI". El tropiezo de campaña había sido superado. La popular frase de "Hoy, hoy, hoy" se convirtió en el grito de batalla de millones de mexicanos que querían el cambio urgentemente.
La relevancia de los consejeros estadunidenses
El multicitado mister Allyn aseguró que "básicamente, durante tres años yo podía ir a casa desde mi verdadero trabajo, pero en realidad iba a mi trabajo secreto. Yo llevé una segunda vida durante ese periodo de tiempo". The Dallas Morning News subrayó la importancia de las confesiones de los estadunidenses en la victoria foxista: "La experiencia de estos tres tejanos, quienes por primera vez aceptaron hablar abiertamente, nos da una rara idea sobre la estrategia que usó Fox, y que lo llevó a obtener una victoria histórica el 2 de julio. Esto también pone de relevancia por primera vez a los consejeros norteamericanos que apoyaron a Fox"
El diario recuerda que los medios de comunicación investigaron a personajes reconocidos, como James Carville y Dick Morris, aunque "fue el señor Allyn, y su equipo, quienes intervinieron en realidad".
Asesoría gratis, brindis con brandy en Suburban blindada
Según ese reportaje, los texanos trabajaron gratis la mayor parte del tiempo, "obteniendo dividendos únicamente por los comerciales de campaña producidos por Fox". Ya antes habían participado en otras elecciones mexicanas, las del estado de Aguascalientes, en 1988, cuando ganó el neopanista Felipe González al priísta Héctor Hugo Olivares. Habiendo terminado la campaña electoral, estos "astutos estrategas de los medios hablaron sobre alguna vez haber ingerido brandy con el futuro presidente de México en la parte trasera de una camionete Suburban a prueba de balas, y de las muchas casas seguras, las cuales incluyeron una alberca vacía".
Mister Allyn, de 40 años de edad, fue redactor de discursos del gobernador texano Bill Clemens, y ha sido director de Allens and Company, de su propiedad, durante 17 años. Ha llevado las cuentas comerciales de la arena del Centro American Airlines, que actualmente se construye en Dallas, y del equipo de hockey The Stars, de esa misma ciudad. La primavera pasada, según el mismo diario texano, Allyn creó una serie de controvertidos anuncios de televisión para el multimillonario de Dallas, Sam Wyly, durante las elecciones primarias del Partido Republicano.
La historia anterior (de la cual aquí se han publicado extractos) fue publicada por The Dallas Morning News sin poner en duda su veracidad, sin condicionamientos ni advertencia alguna de que el o los declarantes podrían estar diciendo mentiras o de que estuviesen dando a los mexicanos un 28 de diciembre adelantado. Así fue publicada y así se consigna en esta columna, que no es quien para andar poniendo en duda la seriedad profesional del afamado diario estadunidense.
Astillas: Nada más para dejar constancia: Gurría blinda el carro salinista para ver si el nuevo usuario le sigue dando chamba como técnico especializado. Dulce María visita a Diódoro sin querer enterarse de que el gobierno zedillista ahora sólo piensa en Fox. El México que queda después de las elecciones: muere asesinado el abogado de El Chuy Labra e Ismael Zambada.
Fax: 55 45 04 73 Correo electrónico: