LUNES 10 DE JULIO DE 2000
* Amalia García propone reafirmar la identidad
El PRD ya no será "puerta de fácil acceso" para ex priístas
* El partido, una organización democrática de izquierda, plantea
Matilde Pérez U. * El PRD ya no será la puerta de fácil acceso para los ex priístas, habrá un "estricto derecho de admisión" y de aceptarse a algunos, tendrán que trabajar como cualquier militante más, no tendrán privilegios ni cargos directivos o candidaturas, afirmó la presidenta nacional del PRD, Amalia García Medina.
"El Partido de la Revolución Democrática está en el momento justo de subrayar una identidad muy clara y, en todo caso, quienes se acerquen al partido tendrán que coincidir con nuestras posturas", insistió.
Y abundó: "Es obligatorio darle una fisonomía más clara al PRD, poner acento en que es un partido de izquierda democrático y moderno, dispuesto a presentar alternativas para la nueva situación del país, para el siglo XXI. Hemos sufrido afiliaciones que han sido muy polémicas y algunos ex militantes se fueron a apoyar a Vicente Fox. Ahora tendremos que ser muy puntuales en esa materia".
Agregó que en la revisión de cómo habrá de funcionar el partido se "pondrá especial cuidado y acento en la revisión de los perfiles de los candidatos: éstos deberán ser figuras con autoridad moral y tendrán que comprometerse a asumir la visión de gobierno y país -en caso de no ser militantes- del PRD, el cual volverá a estar comprometido con las demandas de la gente".
Aceptó que en la elección de marzo del año pasado, cuando ella y Jesús Ortega se disputaron la dirección del partido, ambos se acusaron mutuamente de cometer acciones ilegales y aun se tuvo que repetir el proceso, lo que lastimó al PRD y causó que ante la opinión pública apareciera como una fuerza política en constante conflicto interno, lo que le restó simpatías. Ahora, después de los resultados de los comicios, "los militantes y la ciudadanía que aún tienen confianza en el partido ya no quieren en éste tensiones ni confrontaciones; quieren una fuerza sólida y confiable".
García Medina reiteró que un "golpe de mano sobre la dirección nacional violentaría la institucionalidad y normas del PRD". Se dijo dispuesta a someter a la dirección nacional a un "examen puntual" de cómo se ha desempeñado; los militantes, mencionó, deben tener en cuenta que el partido "intentó un acuerdo de toda la oposición para participar en las elecciones del 2 de julio", pero esa coincidencia no se concretó. Paralelamente, al interior del PRD "se vivió una tensión por la negativa de ir a elecciones internas para elegir al candidato presidencial. Porfirio Muñoz Ledo, uno de los fundadores, inició una campaña de descalificación, y eso no fue un asunto menor".
Recordó que también había iniciado la discusión para integrar la Alianza por México y la lucha por las candidaturas, y es aquí donde "el PRD tiene unas normas extremadamente pesadas que impiden actuar con agilidad y la competencia interna es muy prolongada".
Ese mecanismo, abundó, es el que debe revisarse a profundidad, porque además "de consumir el mayor tiempo a los militantes y a la dirección nacional, lleva a confrontaciones internas. Urge tener un partido que la mayor parte de su esfuerzo, pasión y capacidad la destine a la discusión de los temas de la nación, a frenar el viraje a la derecha". Eso no empieza "con la descalificación interna. A ese terreno yo no entraré", aclaró.
-ƑVa a renunciar a la presidencia del partido? -se le preguntó.
-Actuaré dentro de la institucionalidad; estoy comprometida con ella. Mi decisión es contribuir a revisar lo que estructuralmente no funciona bien.
-ƑCuál es su autocrítica?
- Tenemos que hacerla en los próximos días, sin duda.
-ƑEn qué falló?
-Tenemos que hacer una revisión y una autocrítica colectiva, porque es una dirección colectiva. También la haré a nivel personal. Lo que puedo decir de la labor de la presidencia es que hubo una gran dedicación para fortalecer al partido en cada una de sus direcciones estatales, en la participación de la militancia para que los programas funcionaran. El esfuerzo fue muy consistente.
"No creo que la decisión que vamos a tomar es cómo nos destrozamos, no va por allí. Lo fundamental es ver la tendencia que marcó al país hasta el grado de que al sistema de partido de Estado lo desplazó, esa fue una oleada que vino y si no reconocemos que ese fue el resultado de la campaña electoral del 2 de julio, estamos fallando", abundó.
"Todos -planteó-, dirigentes y militantes, tenemos una gran madurez y estamos decididos a actuar con institucionalidad. Tengo la convicción y confío en que haremos una revisión con un gran sentido del momento que vive el país y de la importancia de fortalecer esta fuerza política que no sólo es de los militantes, sino de la sociedad".
Y advirtió: "A quienes nos convoquen a que repitamos la competencia y la tensión que se vivió en marzo de 1999 no los vamos a atender en absoluto. No pienso contribuir a que el partido entre en esa rispidez nuevamente".
El PRD, concluyó, no va a consolidar al PAN con confrontaciones internas. El partido del sol azteca es la única fuerza política que continuará comprometida con los derechos de la gente: la soberanía, con las libertades públicas e individuales; que seguirá defendiendo los temas de la sociedad y por eso va a consolidarse. Llegar a confrontaciones sería una pérdida invaluable para la sociedad, dijo.