LUNES 10 DE JULIO DE 2000

* Llama a conservar y mejorar programas sociales


Requiere el país política de Estado contra la pobreza: experta del BID

David Zúñiga * Aun si la economía creciera a una tasa de 3 por ciento, erradicar la miseria de México tardaría por lo menos 40 años, por lo que urge hacer del combate a la pobreza una política de Estado y destinar a este fin al menos medio punto porcentual del producto interno bruto (PIB) mediante una reforma tributaria, así como conservar y mejorar programas sociales, afirmó Nora Lustig, jefa de la Unidad Asesora sobre Pobreza y Desigualdad del Banco Interamericano de Desarrollo.

Entrevistada luego de su participación en una mesa redonda organizada por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, AC (IMEF), Lustig propuso dar autonomía al INEGI para evitar que la información se oculte o se postergue su presentación con fines político electorales, y señaló que una parte vital de la política de Estado contra la pobreza es la medición y evaluación "rigurosa, seria y científica" de sus resultados.

Lustig sugirió al próximo gobierno mejorar el funcionamiento del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) para extenderlo a las zonas urbanas, con mayor participación de la comunidad.

Reconoció que el Progresa ha generado desconfianza por su manejo electoral, pero "lo importante es ver si funciona en otros niveles porque es uno de los más grandes del mundo en términos de transferencia de ingresos, a costos de administración muy bajos.

La investigadora recordó que cuando se puso en marcha el programa Solidaridad, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari se daban cifras de obras realizadas, pero sin presentar cifras del rezago y sin hacer análisis de impacto. La nueva política social de Estado, insistió, debe tener continuidad y bases objetivas de evaluación.

ųƑBasta con reformar y extender el Progresa o se necesitan algunos cambios de política económica?

ųHay instrumentos que ya no se pueden utilizar porque no son redistributivos. Si los recursos fiscales son escasos hay que transferirlos a quienes más lo necesitan. Las reformas eliminaron parte del subsidio que llegaba a gente que no lo necesitaba.

La política económica también tiene que hacer un esfuerzo para incorporar a las zonas marginadas al desarrollo y a los mercados mediante la creación de infraestructura y los nuevos sistemas de telecomunicaciones, agregó.

Sobre la evaluación de este sexenio en materia de abatimiento de la pobreza extrema, Nora Lustig señaló que no hay forma de medirlo, pues aún no se conocen los resultados de la encuesta más reciente. Por ello, insistió en la necesidad de que el INEGI sea autónomo para que dé a conocer información sobre bienestar social tan pronto como esté disponible.