LUNES 10 DE JULIO DE 2000
Ť Sólo mediante ella los realizadores han logrado cierta retroalimentación
La crítica, fundamental para el desarrollo de la cinematografía
Ť Manuel González Casanova publica un libro sobre el análisis del séptimo arte en México
Miryam Audiffred Ť Para el investigador y académico Manuel González Casanova, la crítica ha jugado un rol fundamental en el desarrollo de la cinematografía mexicana. "Sólo a través de los comentarios críticos --entendidos éstos como una forma de creación y no como desahogo-- los cineastas nacionales han conseguido cierta retroalimentación, además de descubrir si en realidad cada película alcanza los objetivos planteados antes de su realización".
Por eso decidió invertir varios años en recopilar los datos necesarios para recrear el panorama en que se originaron los primeros comentarios críticos sobre el séptimo arte. Hurgó en el Instituto de Investigaciones Estéticas, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y en la filmoteca de esa institución. Acudió a la biblioteca de la SOGEM, pasó horas en la Hemeroteca Nacional y viajó a Europa para consultar acervos españoles, franceses e italianos a fin de obtener la información que le permitiera escribir el libro Por la pantalla. Génesis de la crítica cinematográfica en México, que será presentado el viernes 14 de julio.
Autor de estudios como Las vistas: una época de cine en México, González Casanova está seguro de que "vivimos en un país sin memoria, pues nos olvidamos frecuentemente de lo que se ha hecho. Solemos pensar que el mundo fue inventado en el momento en que nacimos".
Así, tomando como punto de partida el texto Notas para la historia del cine en México --escrito en 1967 por Helena Almoina Fidalgo--, el fundador de la Filmoteca de la UNAM recuperó la figura de Rafael Pérez Taylor, quien bajo el seudónimo de Hipólito Seijas fue el padre de la crítica cinematográfica nacional.
De la crónica a la crítica
Editado por la Dirección General de Actividades Cinematográfica de la Universidad Nacional, el libro de González Casanova es un recorrido por las columnas que Hipólito Seijas publicó en el periódico El Universal entre 1917 y 1919, creando de esta forma el primer espacio formal dedicado al análisis cinematográfico.
Si bien esfuerzos como el anterior se generaron anticipadamente en otros países --el semanario Variety de Nueva York empezó a publicar, en 1907, notas dedicadas al comentario de películas--, los artículos de Seijas y Carlos Noriega Hope --quien fue su sucesor y firmó con el alias Silvestre Bonnard-- dejan ver cómo las crónicas del séptimo arte se convirtieron poco a poco en críticas cinematográficas.
Pero el libro del autor de Los escritores mexicanos y los inicios del cine va mucho más allá del rescate de un "escritor olvidado" y de la recopilación de un conjunto de columnas periodísticas.
A lo largo y ancho de los renglones que ocupan las 567 páginas de su libro, es posible conocer las antiguas pugnas entre los realizadores de teatro y cine, la relación de la comunidad intelectual con la "magia" del cinematógrafo --véase el interés mostrado por Martín Luis Guzmán, Alfonso Reyes y José Juan Tablada, por nombrar algunos--, así como las preocupaciones que el surgimiento del nuevo lenguaje provocó en las distintas esferas de la sociedad de principios de siglo para descubrir, paradójicamente, que la realidad actual es muy similar a la de entonces. Y es que, al igual que ahora, en aquella época hubo escritores como Amado Nervo que vaticinaron la sustitución del libro. Si antes se temía a "la combinación del cinematógrafo y el fonógrafo", hoy lo que preocupa es el desarrollo de Internet.
Una época en el olvido
Por la pantalla... revela que, a pesar de la importancia del cine testimonial mexicano realizado entre 1896 y 1919, "es muy poco lo que sabemos sobre esa etapa". De hecho, González Casanova señala: "No conocemos ningún artículo de la época que lo analice o tan siquiera lo comente".
ƑLa razón? En palabras del especialista, a principios del siglo existía una "gran indiferencia" hacia las producciones nacionales, lo que, sumado a los riesgos de guardar material de nitrato --pues es degradable y autoinflamable--, ha provocado la pérdida de la mayor parte del cine silente nacional, entre la que se encuentra la película 1810 o Los libertadores.
En tal sentido, el nuevo libro hace una gran aportación. Mientras muchos especialistas consideran que el filme La luz fue la primera cinta mexicana de ficción, el investigador de la UNAM afirma que 1810 fue la que representó el inicio de un nuevo género cinematográfico.
La confusión radica --en opinión del académico-- en que el estreno de esta película (1916) se llevó a cabo en Mérida "sin haber trascendido el centralismo de la capital; donde un año más tarde se dio a conocer La luz, obra que los comentaristas poco informados consideraron el parteaguas".
(Por la pantalla. Génesis de la crítica cinematográfica en México se presentará el viernes 14 en la Casa Universitaria del Libro. La cita es a las 17 horas)