DOMINGO 9 DE JULIO DE 2000

* Han muerto unos 600 mexicanos en territorio estadunidense: experto


Ignora ONU injusticias de la operación Guardián

Triunfo Elizalde * A partir de 1996 y hasta mayo de 2000, periodo que lleva en vigor la operación Guardián, el número de mexicanos muertos en la franja fronteriza del lado estadunidense es de aproximadamente 600 migrantes ųoficialmente se habla de 547ų, y la responsabilidad es de Washington que diseñó dicho programa, "no para detener el flujo de migrantes sino para desanimarlos a cruzarse al otro lado" por los lugares habitados, canalizando sus intentos por zonas peligrosas, afirma el doctor Jorge A. Bustamante, del Colegio de la Frontera Norte.

Señaló lo anterior al criticar a la Organización de las Naciones Unidas, que prácticamente no ha hecho nada a favor de los migrantes no sólo de México sino en otras partes del mundo, como en países de Europa, donde se han registrado hechos lamentables.

Con sorna, el fundador del Colegio de la Frontera Norte expresó: "En Naciones Unidas 'descubrieron' de pronto que había acciones antimigratorias en las cuales mataban a los mexicanos que pretendían ingresar ilegalmente a EU". Dijo que para la ONU sólo existían como grupos vulnerables aquellos que incluyen a niños, mujeres, minusválidos y ancianos, e ignora a los que tienen que abandonar su país por necesidades económicas.

También hizo críticas en torno a las reacciones de la sociedad mexicana y del gobierno de México. De la primera dijo que carece de conciencia en torno al problema que viven los migrantes, que espera que todo lo resuelva el gobierno sin que tenga que moverse de manera colectiva. "Si el gobierno de México no hace nada, en México no pasa nada, porque los migrantes no tienen una representación, no representan un costo político".

Del gobierno dijo que, su dependencia financiera con las autoridades e instituciones de crédito de Estados Unidos, a raíz del préstamo de 40 mil millones de dólares (cuando se registró aquí el llamado "error de diciembre"), quedó debilitado y sin fuerza para reclamarle o exigirle a Washington que parara la operación Guardián, al margen de que al interior de la sociedad estadunidense existe una corriente xenófoba, antimexicana, lo cual se vivió claramente desde las elecciones presidenciales que favorecieron al demócrata William Clinton, en 1996.