DOMINGO 9 DE JULIO DE 2000

* Cuestiona los métodos pedagógicos que no se inspiran en el cristianismo


Insiste la Iglesia católica en la enseñanza de religión en escuelas

* Buscará la Arquidiócesis de México promover el tema durante el próximo gobierno de Fox

Alma E. Muñoz * Al interior de la Arquidiócesis de México se insiste en incluir en los planes de estudio conocimientos éticos y morales, ya que, se sostiene, "el derecho humano a educar a los hijos debe ser el punto de referencia, con plena apertura, al derecho a la libertad religiosa y, en el plano de la educación laica, por salud del Estado, es necesaria la formación ética de la persona".

Incluso se menciona que "dotar al educando de elementos sanos de juicio, ayuda a que existan hombres virtuosos, que proyecten sus valores humanos a las relaciones con los demás. Es decir, con la vida social".

Dentro de este esquema de insistencia de la Iglesia católica por que durante el gobierno de Vicente Fox pueda introducirse la religión dentro de la enseñanza, destaca que en la instrucción pastoral de la Curia Metropolitana sobre la educación en las escuelas y universidades católicas, se plantea como problemática "el hecho de privilegiar o absolutizar los métodos o técnicas pedagógicas que, sin ser de inspiración católica, inciden poderosamente en el proyecto cristiano, teniendo como consecuencia una crisis de valores, de donde deriva el liberalismo social, el psicologismo y el sociologismo".

Más aún, expresa que "la formación es descrita como un despertar de la conciencia, que implica un cambio de mentalidad (distinguir la verdad del error) y un fortalecimiento de la voluntad (escoger el bien y rechazar el mal), pues a través de la reflexión, la oración, el diálogo y el esfuerzo se enseña al educando a afrontar con fortaleza las dificultades que le saldrán al paso".

De acuerdo con la arquidiócesis, la escuela católica es la que intenta trasmitir a los alumnos una visión cristiana de la vida y los forma integralmente a imagen de Cristo.

Y por ello, como mencionó en un análisis sobre el tema José J. Castellanos, director del órgano informativo de la curia, es necesario atender el campo educativo, para educar a partir de elementos "sanos de juicio". Ello, de acuerdo con el plan pastoral de la institución, implica hablar de la "unificación de la enseñanza religiosa", por lo menos en escuelas con este corte, a través de un programa y un libro de texto comunes.

La insistencia de la Iglesia por alcanzar esta meta no se queda únicamente en México; se extiende hacia el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), que pondrá en marcha ųdel 18 al 29 de julioų un seminario-taller sobre gestión educativa, enmarcado dentro del proyecto denominado El educador líder en América, donde se busca que los maestros católicos, "a la luz del Evangelio", sean los impulsores del cambio en la región.

Como parte de sus argumentos para la puesta en marcha de este programa, el Celam afirma que en el continente existe un "significativo número de analfabetas; desarticulación de los diferentes niveles en que se encuentra organizada la educación; hay planes de estudio inadecuados para solucionar las necesidades básicas de aprendizaje, y persiste la marginación o escasa trascendencia de las mediaciones educativas en el desarrollo social y económico de nuestros pueblos".

Ante esto, es necesario, de acuerdo con el organismo católico ųdel cual forma parte la Conferencia del Episcopado Mexicanoų que la Iglesia católica busque "reconstruir permanentemente su propuesta y vivificar la tarea humanizadora y humanizante que le es propia en esta época de la ciencia y la tecnología".

El Celam sostiene que la institución "ha venido proponiendo una teoría educativa y apoyando una praxis coherente. Creemos que aún no se conoce de manera clara y suficiente este acervo y hontanar, y estamos convencidos de los inmensos beneficios que su conocimiento y aplicación traerán a los educadores, a la educación en sí misma y a las sociedades civiles. Por eso creemos necesario y posible hacer realidad la doctrina social de la Iglesia en el campo educativo, para lograr el desarrollo armónico de los pueblos, promover la justicia, comprender y asumir las culturas e inculcar valores, especialmente los de la convivencia, la tolerancia y la paz, a fin de construir un proyecto social alternativo".

Los convocantes para la realización de este programa son las confederaciones Interamericana de Educación Católica y Latinoamericana de Religiosos, así como el Departamento de Educación del Celam.