SABADO 8 DE JULIO DE 2000

* EL TONTO DEL PUEBLO

Adiós a la dictadura

* Jaime Avilés *

 

1

Los resortes de la historia. El domingo reventó, finalmente, la dictadura más antigua de la Tierra. No ha caído por completo, ni mucho menos. Tenemos un sinnúmero de tareas por hacer. Empezando por Chiapas, donde los comicios del próximo 20 de agosto decidirán si a lo largo del primer sexenio posterior al PRI, los gangsters de ese partido seguirán administrando la injusta guerra del viejo régimen contra el EZLN. Pero éste es sólo uno de los muchos temas que habremos de incorporar, entre todos, a la agenda de la verdadera transición que apenas comienza hoy, después de tantos y tan prolongados dolores de parto.

No podemos entender el triunfo de Vicente Fox si no lo ubicamos en la doble perspectiva de nuestra historia: hacia el pasado y hacia el futuro. En 1875, Porfirio Díaz se levantó en armas con el Plan de Tuxtepec, en protesta contra la relección de Sebastián Lerdo de Tejada, así como en 1871 se había rebelado contra la segunda relección de Benito Juárez. En 1910, Francisco I. Madero encabezó una revuelta nacional contra la enésima relección de Díaz. En 2000, al impedir la enésima relección del PRI, Fox emerge hoy como el nuevo caudillo de una causa que mantiene su vigencia desde hace 129 años porque nadie ha logrado convertirla en realidad.

Al solicitar el voto por la alternancia, Fox tocó los resortes más profundos del cerebro reptílico del país ųla zona donde guardamos intacta nuestra memoria colectivaų, y actualizó con éxito nuestra demanda más antigua. Pero hizo posible en cambio, y en nombre del cambio, la tercera relección del mismo proyecto económico (la primera fue en 1988, la segunda en 1994). Consumemos pues, la muerte de la decrépita y asquerosa dictadura priísta, pero organicémonos para evitar que se perpetúe la joven dictadura del neoliberalismo.

2

En deuda con la izquierda. Fox ganó las históricas elecciones del domingo pasado con el apoyo encubierto del presidente Ernesto Zedillo, el respaldo económico del Grupo Monterrey, las cámaras y micrófonos de Televisión Azteca (y su filial Canal 40), la simpatía del candidato republicano de Estados Unidos, míster George Bush, y al principio y al final de todas las cuentas, con el inmenso poder de Carlos Salinas, quien mantiene vínculos por demás estrechos con todos los factores mencionados en esta breve lista (gracias a la invaluable ayuda del doctor Miguel García Reyes, de El Colegio de México).

Pero además, claro está, Fox triunfó con los votos de los ciudadanos, y en particular con la resuelta participación de la izquierda. Vayamos a los números. En 1994, la derecha en su conjunto captó 27 millones de votos (17 para el PRI, 10 para el PAN). El domingo pasado reunió un total de 29 millones 565 mil (el PAN 16; el PRI 13.5). En teoría, la derecha aumentó su caudal en sólo 2 millones y medio de sufragios.

En el lado opuesto del espectro, Cuauhtémoc Cárdenas recogió 6 millones 200 mil votos (una cantidad apenas superior a la de 1994, que fue de 6 millones cerrados), pero en las contiendas para diputados y senadores, la izquierda cardenista, muy malamente representada por el PRD, consiguió casi 8 millones de boletas para sus candidatos en alianza con cuatro partidos más. Es obvio que la diferencia entre el resultado de la elección presidencial y la legislativa arroja un volumen de 2 millones de personas que se inclinaron por Fox.

Sin esos 2 millones de votos que le dio la izquierda, Fox habría obtenido nada más (pero nada menos) 14 millones a secas, y una escasa ventaja de sólo 500 mil votos sobre Francisco Labastida, con la que se habría puesto patas arriba el país. La franja de gobernabilidad que hoy beneficia al caudillo de Guanajuato fue definida por los simpatizantes de Cárdenas que aceptaron el razonamiento del voto útil y materializaron el hartazgo colectivo en el desempate que, felizmente, ha herido de muerte al PRI.

Pero Fox está en deuda con sus votantes de izquierda (algunos de los cuales han escrito al buzón electrónico de esta plana, diciendo: "šViva Fox, vivan los acuerdos de San Andrés!"). Y tal como las desnudas cifras lo confirman y reiteran, ese electorado que le entregó la Presidencia al PAN-Verde estará en el Congreso en contra de las medidas del propio PAN-Verde que considere nocivas para los intereses estratégicos del país.

Entre los 208 diputados del PAN y los 209 diputados del PRI, los 52 diputados del PRD (mientras ninguna seductora chequera los compre) formarán un bloque sin el cual nadie podrá alcanzar la mayoría absoluta. Durante los próximos tres años por lo menos, la deuda de Fox con la izquierda tendrá que ser pagada en las cámaras... siempre y cuando el futuro titular del Ejecutivo no enloquezca de soberbia y rompa con su partido, como bien podría suceder.

3

ƑPor qué sólo a Fox? En su breve pero jugoso ensayo ų"ƑCuáles son nuestras tareas?"ų, publicado ayer en este diario, Cuauhtémoc Cárdenas anota: "El des- mantelamiento del viejo régimen lo hemos empezado a ver con el rompimiento del vínculo Presidente de la República (Ernesto Zedillo)-Partido Revolucionario Institucional, que no empezó el 2 de julio, sino que, por evidencias que están apareciendo, se dio desde varios meses antes, en los albores de la campaña electoral" (La Jornada, 7/07/00).

Tiene razón el ex candidato de la Alianza por México. A Labastida, el sistema le hizo creer que el 7 de noviembre obtuvo 10 millones de votos en la elección interna del PRI. El sinaloense fue lanzado a la aventura a partir de aquel engaño y no supo interpretar los nuevos signos de los tiempos. Rodeado de un equipo de inútiles, confió, pese a todo, en la omnipotencia del aparato de Estado. Obsesionado por la multiplicación de las encuestas, que en todos los casos le aseguraban una ventaja artificial de seis puntos sobre Fox, llegó a las vísperas de los comicios convencido de que la compra de credenciales de elector, el reparto de despensas y gorritos, los acarreos de votantes pobres y la inercia histórica del país lo transformarían en el primer presidente mexicano del siglo XXI.

Todavía dos días antes del 2 de julio algunos de sus secuaces contaban en voz baja que lograrían reunir 22 millones de votos, pero el traumático desengaño sobrevino la tarde misma del domingo, cuando a pesar de los esfuerzos ingentes de la maquinaria electoral de la dictadura, eran 22 millones de ciudadanos los que estaban en las calles votando rabiosamente contra el PRI: 16 millones por Fox, 6 por Cuauhtémoc, mientras 20 millones más, inscritos en el padrón electoral, habían preferido ausentarse de la competencia.

ƑSe movió el aparato del Estado a toda su capacidad a favor de Labastida? Hay sospechas que sugieren lo contrario. En Tabasco, por ejemplo, los candidatos de Roberto Madrazo a diputados cosecharon 263 mil 99 votos y Labastida sólo 255 mil 512, mientras el PAN ųque en 1994 tenía 9 mil electores y en 1997 poco menos de 20 milų subía su caudal a 120 mil 707 sufragios. ƑAcaso la elite del priísmo tabasqueño recibió instrucciones de inclinarse por Fox?

Indicios como éste sugieren que en realidad a Labastida le tomaron el pelo todo el tiempo. Y el colmo fue que en el instante en que la televisión iba a transmitir su discurso la noche del domingo, un rápido switcheo desde la Secretaría de Comunicaciones lanzó al aire al doctor Zedillo, quien con base en meros conteos de salida, sin datos duros, se apresuró a proclamar el triunfo de Fox, pero omitió reconocer el de Andrés Manuel López Obrador que, a partir de las mismas evidencias muestrales, se había alzado igualmente con la victoria. (Por cierto, a casi una semana de distancia, Zedillo todavía no ha felicitado a López Obrador, lo que viene a confirmar, una vez más, el carácter mezquino y faccioso de su "gobierno".)

4

Amalia: ni líquida ni gaseosa. Ayer por la tarde, en el hotel María Isabel Sheraton del Paseo de la Reforma, Amalia García presidió una reunión del Consejo Político del PRD. Nadie se explica por qué, después de un fracaso tan estrepitoso, aparece tan sonriente y repite a quien desee oírla: "Estoy más sólida que nunca".

En 1997, López Obrador le entregó un partido que contaba con 117 diputados federales, gobernaba en Zacatecas, Tlaxcala y Distrito Federal, y se aprestaba a obtener las gubernaturas de Baja California Sur y Nayarit. Hoy, Amalia rinde pésimas cuentas: sus diputados federales se han reducido a 51, perdió las elecciones en todos los estados que gobierna su partido y, lo más alarmante, ha negado sistemáticamente el apoyo necesario al candidato del PRD al gobierno de Chiapas. No obstante la debacle política y económica de la que nadie sino ella es la principal responsable, Amalia sonríe como triunfadora, sin hacer por lo menos la finta de animarse a renunciar, cuando en verdad tendría que retirarse para siempre de la política.

5

López Obrador contra el muro. En forma por demás sorpresiva, el Instituto Electoral del Distrito Federal aplicó el principio de gobernabilidad a favor del PAN, contrariando lo dispuesto por la Ley Orgánica de la ciudad de México. Según el artículo 37, fracción novena, inciso B del ordenamiento supremo que hace las veces de Constitución de los chilangos, "al partido que obtenga por sí mismo el mayor número de constancias de mayoría y por lo menos 30 por ciento de la votación en el DF, le será asignado el número de diputados de representación proporcional suficiente para alcanzar la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa".

De acuerdo con el convenio que el PAN y el Verde Ecologista registraron ante el IFE el 22 de marzo de este año, si la coalición de ambos partidos lograse 35 por ciento de la votación (como ocurrió el domingo pasado) al PVEM le correspondería 9 por ciento y 26 por ciento al azulblanco. Por otra parte, López Obrador alcanzó 40 por ciento de la votación para jefe de gobierno, cinco puntos arriba de Santiago Creel. En cuanto a los distritos, el PAN-Verde conquistó 21, pero de éstos 17 son del PAN y 4 de sus aliados, por 19 del PRD.

Sin embargo, pese a que individualmente, como exige la ley, el PAN ganó en dos distritos menos que el PRD, y pese a que su votación es de sólo 26 por ciento, el IEDF resolvió asignar a la alianza PAN-Verde 34 escaños contra 26 del PRD. Así, por una inexplicable decisión jurídica, López Obrador gobernará con el Poder Legislativo en contra. ƑPor qué no impugna este fallo insostenible a la luz de los tribunales? Porque de todos modos, los 34 diputados del PAN-Verde no reúnen los votos necesarios para formar una mayoría calificada, y por lo tanto, lejos de imponerse por la fuerza, en todos los casos tendrán que negociar con los perredistas. Esta será la tónica, al menos, durante los tres primeros años.

6

Insólita solución de Legorreta. A quien al parecer le sobran camiones de volteo es al delegado del GDF en la Cuauhtémoc, Jorge Legorreta, quien días antes de las elecciones hizo valer su poder de servidor público para favorecer, no a su partido, sino a la oposición. Indignado porque en un antro de mala muerte llamado La Martinera, en la Condesa, los propietarios estorbaban el paso de los transeúntes con mesas y sillas dispuestas sobre la banqueta, Legorreta mandó a sus trabajadores una noche de finales de junio y les ordenó abrir un boquete sobre la acera. Acto seguido, estacionó un camión de volteo de la delegación junto al boquete, para impedir que los dueños del tugurio volviesen a dar servicio en la vía pública. El vehículo sigue allí, cubierto de calcomanías de Fox, y los peatones ahora ya no tienen que vadear las mesas, pero se ven obligados a dar una vuelta aún más grande para rodear el camión.

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