SABADO 8 DE JULIO DE 2000

* Desafían penas de cárcel de 10 años y multas


Parten 10 caranavas solidarias desde Estados Unidos a Cuba

* Se busca poner fin al bloqueo inmoral: reverendo Lucius Walker

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 7 de julio * Un autobús escolar de color amarillo del año 1968 estacionado frente a una iglesia, a un costado de Washington Square, en esta ciudad, tiene el destino pintado al frente, "victoria", y a los lados mensajes como "de Nueva York a Cuba con amor", "fin al bloqueo de Cuba" y "éste es un grito desde Harlem, lleven nuestro espíritu y nuestro amor al pueblo cubano".

El autobús integra la décima Caravana de la Amistad organizada por Pastores por la Paz y la organización ecuménica de acción social IFCO; esta mañana, 10 caravanas partieron, desde diversos puntos del país, hacia la frontera mexicana transportando cientos de toneladas de asistencia médica y deportiva cuyo destino es Cuba.

En un par de semanas las 10 rutas confluirán en San Antonio, y de ahí unos 75 caravanistas se dirigirán a la frontera con el propósito explícito y anunciado de violar el embargo de Estados Unidos contra Cuba.

El reverendo Lucius Walker, director de IFCO-Pastores por la Paz, dijo a La Jornada que estas caravanas tienen el mismo propósito: "Ganar los corazones y las mentes del pueblo estadunidense... para poner fin al bloqueo inmoral a Cuba".

Señaló que en estos últimos años se han abierto nuevos espacios de diálogo y comprensión con cada caravana, ya que "más y más gente le está poniendo atención a Cuba y cuestionan la política estadunidense".

Las caravanas solidarias, opinó el religioso, también han logrado "hacer retroceder al gobierno en su intento de imponer el bloqueo, ya que hemos logrado violarlo a pesar de las amenazas, de los casos penales en nuestra contra, y continuaremos haciéndolo al viajar a Cuba con asistencia para entregarla a ese pueblo sin licencias o permisos del gobierno estadunidense".

En esta ocasión, informó Gail Walker, de IFCO, unos nueve vehículos cargados con cientos de toneladas de asistencia médica viajarán rumbo a Cuba, transitando a través de México, en la décima versión de la Caravana de la Amistad. Entre los integrantes habrá un grupo de niños de un equipo de beisbol de California, que viajará para jugar con sus contrapartes en Cuba.

Bill Hill, con ojos de chofer que ha viajado por caminos tristes y alegres de este mundo, y una descontrolada barba, amante del tabaco y el café, es el encargado de conducir el autobús escolar de Nueva York hasta Tampico, donde será embarcado con destino a Cuba.

Hill es un veterano de estas caravanas y también de la guerra con Vietnam, y participa "para hacer lo que pueda a fin de apoyar al pueblo cubano y reducir los sufrimientos por las políticas del gobierno de Estados Unidos".

Vive en Tucson y dice que goza más que nada jugar con los niños en Nuevo Laredo, adonde acude a componer o armar bicicletas para regalárselas a sus pequeños amigos del otro lado de la frontera.

"Algunas personas se dedican a ir a misa en una iglesia. Para mí --dice señalando el autobús que le regalarán a Cuba-- ésta es mi iglesia", y agrega: "Luchamos contra estas políticas injustas de mi gobierno, por eso muchos de nosotros estamos dispuestos a hacer huelgas de hambre, a que nos encarcelen, todo lo que sea necesario para que esto cambie (la política estadunidense de bloqueo hacia Cuba)".

En el autobús que partió hoy de Nueva York también viaja una maestra y artista, un activista latino, un estudiante y 10 personas más, que se encontrarán en la frontera mexicana junto con otros 75 caravanistas que llegarán del todo el país y Canadá.

Todos están dispuestos a pagar las consecuencias de su acto "delictivo" contra el Estado estadunidense (hasta 10 años de cárcel y decenas de miles de dólares en multas), en momentos en que los republicanos del Congreso acordaron una ley para flexibilizar la venta de alimentos y medicinas a Cuba, pero también para convertir en ley la prohibición de los viajes de ciudadanos estadunidenses a la isla caribeña.