SABADO 8 DE JULIO DE 2000
Compromisos y tareas
* Miguel Concha *
Durante su campaña, el virtual presidente electo recogió y aceptó formalmente, algunas veces por escrito, e incluso haciendo uso de los medios masivos de comunicación, importantes consideraciones y propuestas que la sociedad civil organizada hizo llegar a todos los candidatos, para la democratización del país. Realizó además algunas declaraciones públicas, a veces muy firmes, haciéndose eco de exigencias y demandas muy sentidas por los sectores más desfavorecidos de nuestra población.
Por su trascendencia para un verdadero cambio, nos referimos por ejem-plo a su declaración sobre una solución pacífica al conflicto en Chiapas y el establecimiento en su gobierno de una nueva relación con los pueblos indígenas; a la suscripción de los Veinte compromisos por la libertad y la democracia sindical y cumplimiento de los derechos individuales y colectivos, para la agenda laboral y programa de gobierno, que desde hace más de un año consensó un grupo numeroso y significativo de organizaciones y frentes sindicales independientes; y, con algunos matices importantes, a la asunción de los 24 puntos de la Agenda nacional de la sociedad civil, que 500 organizaciones civiles, sociales y ciudadanas de todo el país desde hace meses también a él le presentaron, luego de 12 encuentros regionales y un encuentro nacional.
Dadas las elecciones sorprendentes del domingo pasado, en cuyo resultado ųhay que reconocerloų también influyó el voto de nuestras clases populares, comienza a correr el tiempo para que quien resultó favorecido por la voluntad ciudadana se muestre públicamente congruente con sus compromisos e indique desde ya las formas como los va a comenzar a poner en práctica en la transición del régimen. Es a ella a la que en primer lugar se debe. Cuanto más que él en su plataforma se dijo convencido de la participación de las organizaciones de la sociedad civil en el diseño y la ejecución de las políticas públicas, y partidario de un gobierno que establezca lazos horizontales de cooperación, confianza y responsabilidad entre todos los miembros de la comunidad.
"El proceso democrático ųdeclaró entoncesų se convierte en una farsa cuando un partido o un grupo se presenta como el canal exclusivo para la participación política de la sociedad, cuando un régimen despoja a las organizaciones sociales de su autonomía y cuando un gobierno sólo reconoce como interlocutores a las organizaciones que puede controlar."
Sería muy grave que ante los halagos expresos o tácitos de los círculos de poder económico y político, nacionales e internacionales, se olvidara de nueva cuenta del origen legítimo de la autoridad, y de nueva cuenta se incurriera en la cultura del fraude, de la simulación y de la incongruencia, que, sobre todo los jóvenes, re-chazaron el domingo con su voto, al destituir al partido de Estado.
Al referirse por ejemplo al conflicto en Chiapas, el próximo mandatario, es decir depositario de la voluntad mayoritaria de la sociedad, expresó que ya es tiempo de un diálogo abierto, honesto y respetuoso para lograr la paz. "Sólo se necesita ųdijoų voluntad política para dialogar y para cumplir los compromisos. Yo la tengo". Y se comprometió formalmente, entre otras cosas, a que desde el primer día de su gobierno procederá al desarme de los grupos paramilitares y solicitará a la Procuraduría General de la República que realice las investigaciones necesarias para poder aprehender a quienes han violado los derechos humanos, así como a generar condiciones para que el Ejército vuelva a sus posiciones originales. Consecuente con estas angustiosas demandas de la sociedad civil, y a propósito de la transición del régimen político, Ƒno sería ya tiempo de que de alguna manera empezara a ocuparse de estos graves asuntos, sobre todo tomando en cuenta que el 20 de agosto se tendrán elecciones en ese estado? Se comprometió también a que desde el primer día de su gobierno convertirá el documento de la Cocopa en una iniciativa del Ejecutivo, y a que junto con los acuerdos de San Andrés la enviará para su discusión y aprobación al Congreso.
Por la democratización del país, por el cambio que todos queremos, es deber de las organizaciones civiles seguir construyendo ciudadanía y ciudadanizar la política, exigiendo y monitoreando el cumplimiento de los compromisos de campaña. *