* Se estima que en el mundo se han editado unos mil 500 discos del genial músico


Equilibrio, tono, armonía y emoción, algunas de las cualidades de Louis

* Saxofonistas, trompetistas y pianistas copiaron su estilo por igual, afirma Dizzy Gillespie


 

Ernesto Márquez * Todos lo reconocen por su amplia sonrisa, su ronca voz, su manera tan peculiar de cantar y tocar la trompeta y su imagen escénica bastante cercana a lo payasesco. Sin embargo, son muy pocos los que saben que Daniel Louis Armstrong fue una de las figuras más importantes del siglo XX. En realidad podría decirse que fue la más importante de todas, pues su renovación del jazz tuvo un efecto crítico sobre las distintas clases de músicas que derivaron de él.

La música de cine, teatro, televisión, el rock e incluso la música "clásica" de Copeland, Milhaud, Poulenc, Honegger y otros, no hubieran sido tal sin los aportes del genio musical de Armstrong.

No es sorprendente que este hombre nacido hace exactamente cien años, en uno de los barrios más pobres de Nueva Orleans, casi analfabeta y negro, haya desempeñado un papel tan decisivo en la historia musical popular ya que desde muchos puntos de vista es un prototipo del siglo XX.

Armstrong fue el genio creativo que por primera vez demostró las posibilidades inherentes a la improvisación musical. No fue él quien inventó ese concepto, que es tan antiguo como la humanidad, pero sí quien le dio posición dentro de un esquema musical.

Los orígenes de Satchmo, nombre que recibió por accidente cuando el redactor de un diario no entendió el apodo de "satchelmouth" (boca de mochila) y lo escribió erróneamente, están envueltos por diferentes leyendas que, incluso, él mismo alimentó y que nunca terminarán de develarse. Sabemos en todo caso que es hijo de una sirvienta negra y un padrotito de barrio que lo abandonó cuando tenía cinco años y que desde temprana edad demostró un talento musical inaudito.

 

Los inicios de su vida como músico

 

Su vida como músico empezó en el hospicio-correccional donde estuvo. Peter Davis, profesor de música en aquel ligar lo invitó, a que formara parte de la banda escolar. Empezó tocando el pandero y el tambor, pero dada sus aptitudes pronto le encargaron el clarín; luego Davis le pidió que intentara tocar la corneta. En unas pocas semanas el joven músico estaba dirigiendo la banda.

Después de un año en aquel hospicio Louis lo abandonó, pero era aún demasiado joven para dedicarse a la vida musical en forma profesional por lo que para hacerse de algunos centavos pulía pisos, entregaba carbón, vendía periódicos o le servía de "mandadero" a las señoras del vecindario. Como pago a las diligencias que hacía para la señora Oliver, el esposo de ésta le daba clases de música. El Rey Oliver era un gran cornetista y además director de la famosa Banda de Jazz Criolla, con la que más adelante tocaría.

Armstrong pasó gran parte de su infancia y adolescencia con orquestas ambulantes de las que aprendió la nada fácil experiencia del trajín musical callejero. Durante muchos años tocó con la banda de Fate Marable en un barco del Mississipi. Ahí aprendió canciones y todo lo que tenía que ver con el mundo de la música. Después, en 1922, King Oliver, quien había marchado a Chicago, le pidió se le uniera a su banda.

La llegada de Louis Armstrong a Chicago fue toda una sensación, muchos críticos consideran este hecho como uno de los momentos trascendentales del jazz norteamericano. Satchmo había dejado atrás un tipo de jazz fofo y repetitivo y se empeñaba en mostrar uno de mayores alcances en complicidad con su viejo maestro con el que sostenía duelos de trompeta impresionantes. En estas sesiones, no obstante que la orquesta mantenía el estilo básico del jazz ųmarcado por la improvisación de todo el grupoų ellos se adueñaban de la escena realizando solos en cada pasaje o improvisando sobre un tema.

Su inconfundible sonido y una sensibilidad que excedía cualquier modelo llamó la atención del director Fletcher Henderson quien en la primavera de 1924 lo llamó para tocar con su banda en el Salón Roseland de Nueva York, alternando en aquella ocasión corneta y trompeta, y mostrando enormes recu Louis Armstrong1 rsos y adelantos. Henderson y pupilos quedaron sorprendidos ante la maestría de Satchmo quien apenas tuvo tiempo de indicarles cual era el camino del verdadero jazz ya que a los pocos meses regresó a Chicago donde grabó una serie de melodías clásicas de jazz con sus bandas Hot Five y Hot Seven, grabaciones que empezaron a recorrer el mundo colocándolo como líder indiscutible del jazz.

 

Embajador de la cultura musical

 

Los logros de Armstrong como embajador de la cultura musical estadunidense son bien conocidos. En la década de los treinta fue a Escandinavia, Holanda, Bélgica, Francia e Italia. Después de la Segunda Guerra Mundial viajó por todo el mundo, principalmente a Japón en 1954, a Africa en 1960 y a Europa Oriental en 1965. En Berlín Oriental recibió una de las más grandes recepciones jamás dada a un músico popular. En Budapest, 91 mil personas se reunieron para escuchar al Embajador Satchmo tocar su trompeta.

Las aportaciones de Armstrong al desarrollo del jazz estadunidense fueron poco menos que monumentales. Sus compañeos músicos las describieron como las mejores. Según Dizzy Gillespie "nunca antes en la historia de la música negra un individuo ha dominado una forma de arte como el maestro Daniel Louis Armstrong. Saxofonistas, trompetistas, pianistas y todos los instrumentistas que forman parte del jazz copiaron su estilo por igual".

El pianista Teddy Wilson, que una vez tocó con Armstrong, tenía esta opinión: "Creo que Louis es el mejor músico de jazz que jamás haya habido; cuenta con la combinación de todos los factores que hacen un buen músico. Tiene equilibrio, principalmente, pero también tono, sentido armónico, emoción, habiliodad, técnica. Con respecto a la originalidad... no tiene igual".

Miles Davis dijo: "No puede uno tocar nada en una trompeta que antes no haya tocado Louis". Pero tal vez el tributo más memorable sea el de Duke Ellington: Sí alguien pudiera ser Mr. Jazz ese era Louis Armstrong. El era el epítome del jazz y siempre lo será. El es lo que yo llamo un americano común, un americano original".

 

Escuchar para comprender

su genialidad

 

Tal vez no alcancemos a comprender cuán original fue su genio si no escuchamos su trabajo. Pero sobre la base de los discos grabados nos enfrentaremos a un problema ya que es enorme su producción discográfica. Hans Westerberg, quien se ocupó de clasificar y ordenar todo su obra discográfica definió la tarea como "una pesadilla" ya que a lo largo de los años se ha editado una enorme cantidad de material sacado de cintas viejas, conciertos, filmes, programas de radio y televisión o apariciones en clubes. El investigador estima que en todo el mundo se han publicado unos mil 500 discos diferentes en diversas combinaciones tanto de grabaciones formales en estudio como de tomas alternativas o presentaciones en vivo por lo que recomienda tener mucho cuidado en la selección de éstos y verificar que por lo menos están registrados bajo los sellos Okeh, Decca, Columbia, Verve, Milestone, Parlophone, Rhpasody, Columbia, MCA, y RCA Victor, los más confiables.

Toda su vida, Armstrong fue un músico que nunca calló su voz ni su trompeta. Todavía en febrero de 1971, cuatro meses antes de morir, grabó una lectura del poema de Clement Moone, The night before christmas. Continuó apareciendo en televisión hasta su última presentación en el Waldorf Astoria y entonces, finalmente, el 6 de julio, sobrevino el silencio.