LUNES 3 DE JULIO DE 2000
* I&I Re-Evolución, de Yucatán, uno de ellos
Menos de seis grupos de rock en Mérida hacen música original
Arturo Cruz Bárcenas, enviado, Mérida, Yuc. * Hace unos seis años, el rock en Mérida estaba representado por más de 60 bandas, que tocaban los más diferentes ritmos y escribían con los más disímiles contenidos. Hoy, hay muchos grupos coveros y menos de seis haciendo música original.
Un grupo que marcó el rock hace seis años fue Puré, que desapareció, pero dejó grato recuerdo porque hacía un rock original y propositivo, sobre todo metal. El panorama hoy lo ocupan básicamente Atómicos Astrorrumberos (antes Mitral), quienes hacen una música inspirada en Los Fabulosos Cadillacs, pero no se quedan ahí, pues desarrollan world beat, y Rikita Banana, que ofrece, entre otras vertientes, pop rock. Otro grupo que ocupa una escena underground, pero al que tampoco le molesta estar donde está es I&I Re-Evolución, con un año y ocho meses de trayectoria en esta ciudad, dentro del reggae. En Mérida es la primera agrupación que trabaja este género como base. Otros conjuntos también Lo tocan, pero sólo una o dos canciones.
Integrante de I&I, El Rasta Luis (así quiere que se le llame, sin más) da su punto de vista sobre el rock en Mérida. Dice que en mucho la caída de este ritmo en la ciudad se debió a que en las tocadas no se respetaba a las chavas, pues se iba a los excesos en las tocadas donde había slam. "Sobre todo se cayó en la chacota", precisa.
"Muchos (de los integrantes de grupos de rock) decidieron separarse, ya sabes, se casaron o tuvieron que ingresar al trabajo; algunos entraron a dependencias gubernamentales. En Yucatán siempre ha faltado difusión al trabajo de los grupos locales. Aquí tenemos propuestas que quizá no sean nada nuevo en relación con lo que están haciendo en el norte, pero es lo que necesitamos oír: de alguna forma, rebeldía, críticas sociales, nuestros modos de vida, de ver las cosas.
"No es que se haya muerto el movimiento del rock, aquí, en Mérida, sino que se sembró una semilla. En lo que ésta daba su fruto, pues tardó, y son unos siete grupos que traen loca a la gente. Además de los Atómicos y Rikita, por ahí andan Los Mayucas, y nosotros, los I&I. Sí hay foros para los que quisieran tocar, pero la mayoría de nosotros preferimos movernos en el underground. No nos gusta mucho eso de los masivos. Realmente aquí, en los antros, tocan mucho los fresas. Además, lo que pagan hace incosteable el traslado del personal y el equipo. Hay uno que otro que sí puede costearse a sí mismo, pero otros, como nosotros, aún tenemos que rascarle".
El Rasta Luis le razca en las artesanías. Cuando acaban los ensayos se baja al centro a vender su merca; hace la luchita con su esposa. Bien que mal, ahí la llevan y I&I ya tiene un demo para que las disqueras se fijen en ellos. Vienen las rolas Bip-bip, Nada me lo impide, Oscuras tentaciones, Que se callen los muertos, Mujer mística, Rasta, ganja, Mariguana, Chisme presidente y Guerra y destrucción, entre otras.
I&I comenzó de manera chévere. No tenían instrumentos y el chiste era hacer ruido. Con un botellón de agua ("de los grandotes") hicieron más que glu-glu, auxiliados por una clave, una batería y una voz. Se sorprendieron de lo que salió de ese experimento y decidieron dedicarse a la música.
Luis se queja de que los medios de comunicación locales no difunden su trabajo; por el contrario, "hasta nos tiran" (y muestra una página de un diario local en el que de estrafalarios ųy otros epítetosų no los bajan), a pesar de haber ganado un concurso de rock en una localidad cercana. En dicho acto, organizado por el Partido Acción Nacional (PAN), ellos en primer lugar se habían resistido a participar, pero cedieron ante la promesa de que no habría censura. Ya en pleno escenario manifestaron su postura a los cuatro vientos: "No estamos con el blanquiazul, porque no cumple nuestra expectativa política... es más, ni sexual. Como lo dijimos no nos han dado el video ni las camisetas que nos prometieron. Les reclamamos, pero no por los premios, sino porque si esto nos hacen a nosotros, qué no le van a hacer a los que vienen detrás. Protestamos por dignidad".
Sólo hay dos fanzines con información de música de rock para los chavos. "Tienen muchos problemas para su difusión. El que más apoya a las bandas es Metnalzine". Así, para oír buen rock una noche en Mérida la onda es conectarse con El Rasta Luis y preguntarle dónde le pueden caer. "Son fiestas protolerancia, pero con una conciencia. No se permite la violencia adentro del rave ni la droga. Hubo un chavo de un periódico que escribió que hay excesos, pero resulta que lo real es que el reportero se basó en información de una tesis sobre lo que son los raves. Fueron a dos-tres fiestas de acá y más datos de la tesis dijo una bola de cosas. Se dijo que allá, en el Primer Mundo, en unos raves había jeringas tiradas, lo cual no es cierto porque yo he estado en Canadá y lo único a lo que le atoran es al agua y a los ácidos, de todos tipos, colores y sabores. Igual, que las chicas que van con el pelo pintado son prostitutas. Que los que nos vemos un poco diferentes venimos de sectas satánicas. Por eso luego los papás no dejan a su hijos ir a un rave".
Lléguele al Rasta Luis, cómprele una artesanía y platique con él. Se le encuentra en la esquina de la Calle 60, entre 62 y 59.