LUNES 3 DE JULIO DE 2000
* Francia se impuso 2-1 a Italia, con gol de oro de David Trezeguet
Histórico triunfo francés: primer campeón mundial y europeo
* Sylvain Wiltord forzó los tiempos extras al minuto 93, luego del tanto de Marco Delvecchio
Agencias, Rotterdam, 2 de julio * La selección francesa hizo hoy historia, al derrotar en una reñida final por 2-1 a Italia, gracias al gol de oro de David Trezeguet que convierte a los franceses en el primer campeón del mundo que consigue simultáneamente el título de la Eurocopa.
Francia consiguió el campeonato en el último suspiro, al empatar a 1-1 en tiempo de compensación (minuto 93) por conducto de Sylvain Wiltord y forzar a los tiempos extras, donde Trezeguet marcó el tanto de la victoria al minuto 103.
Italia había estado a unos segundos de la victoria, que hubiera sido un premio excesivo por el escaso futbol que había mostrado no durante la final, en la que no se escondió, pero sí durante el desarrollo del torneo.
Esta noche jugó con su clásico estilo defensivo y su contragolpe mortal, con lo que abrió el marcador a los 55 por conducto de Marco Delvecchio, quien remató un espléndido centro de Gianluca Pessotto.
El partido se había anunciado reñido desde el minuto 5, cuando un centro desde la derecha por parte de Thierry Henry se estrelló en el poste. Luego, al 38, el arquero italiano Francesco Toldo se empezó a mostrar como el mejor jugador de su escuadra, al detener un tiro de Youri Djorkaeff dentro del área.
Para el segundo tiempo, el seleccionador italiano Dino Zoff sorprendió al ordenar el ingreso de Alessandro del Piero al 52 y tres minutos después cayó el tanto de Pessotto.
Wiltord, que había sustituido a Christophe Dugarry tras el gol italiano, habría podido empatar al 61, pero su remate fue despejado con el pie por Toldo. El técnico galo Roger Lemerre dio entrada al franco argentino Trezeguet, pero la defensa italiana parecía un muro, hasta que llegó el inesperado tanto del empate.
En la prolongación, con hombres motivados y a la ofensiva, Robet Pires desbordó por la izquierda y Trezeguet remató con potencia y dejó estático al arquero italiano.
Francia culminó así un torneo en el que mostró un buen futbol, aunque en la final el astro Zinedine Zidane estuvo bien marcado. Se trata de su primer triunfo lejos de su tierra, ya que sus únicos títulos internacionales ųel de campeón de Europa, en 1984, y del mundo, en 1998ų fueron conquistados como anfitrión.
Francia se conoce de memoria. Fabien Barthez, un portero que destaca por su oficio; la línea defensiva formada por Thuram, Blanc, Desailly y Lizarazu trabaja con eficacia y colabora con el trabajo ofensivo de la misma manera que los mediocampistas más imaginativos no se olvidan de la necesidad de defender, llámense Petit, Djorkaeff, Dugarry, Deschamps o Zidane.
Además, han sabido conectar con una delantera de lujo, velocidad de rayo y mucho futuro, por la corta edad de los Anelka, Henry y Trezeguet.
"Todos nos creían muertos, pero con el equipo francés nunca se ha acabado la lucha. Me molestó mucho que los italianos ya se creían ganadores, aplaudían y celebraban", expresó Thierry Henry.
El capitán Didier Deschamps dijo que no era el momento para referirse a sus declaraciones de que se retiraría luego de la Eurocopa. "Esto es histórico, hicimos la tripleta", fue lo único que expresó.
En la frustración de la derrota, Dino Zoff tuvo un pequeño consuelo para proclamar que "Italia demostró que le puede dar batalla a cualquiera, pero cuando a uno le sacan la victoria de las manos en el último minuto es amargo" y se negó a aceptar críticas contra Del Piero, quien perdió dos goles considerados como fáciles.
"El triunfo se debe a la fuerza de voluntad de los jugadores, que querían este trofeo desde el mismo día en que ganaron la copa del mundo", expresó Lemerre. "Dijimos que si quedaba un segundo por jugar, teníamos que aprovecharlo. El milagro ocurrió y nosotros lo hicimos", expresó.
Y mientras en Roma surgió gran decepción y un silencio sepulcral, gritos de júbilo y un concierto de bocinazos coparon París y en los Campos Elíseos volaron corchos de botellas de champaña.
Al término del certamen, el yugoslavo Milosevic y el holandés Kluivert quedaron como líderes de goleo, con 5 tantos.