LUNES 3 DE JULIO DE 2000
* Refrenda su rechazo al "oscurantismo, el oportunismo y la improvisación"
Cárdenas: "seremos la más firme oposición"
* Subraya la "decisiva" contribución del PRD al desmantelamiento del régimen de partido de Estado
Juan Antonio Zúñiga y Andrea Becerril * "Aquí no vamos a arriar banderas Seguimos y seguiremos en la lucha, una lucha de principios", definió Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, ahora sí en cadena nacional, poco después de las 23 horas en un discurso en el que anunció: "seremos la más firme oposición contra el entreguismo, el oscurantismo, el oportunismo y la improvisación".
De cara a la realidad electoral, que daba una clara preferencia "al candidato de la Alianza por el Cambio", Cárdenas señaló que "ha sido una decisión de la gran mayoría del pueblo mexicano" por la que se ha iniciado el desmantelamiento del régimen de partido de Estado, "un logro muy importante al cual nosotros hemos dado una contribución decisiva y de eso debemos estar satisfechos y orgullosos".
ųƑPiensa felicitar a Vicente Fox? ųse le preguntó.
ųNo ųrespondió.
ųƑPor qué? ųinsistieron los reporteros.
ųPorque lo que está sucediendo es una desgracia para el país ųrespondió.
"La lucha es larga"
Como a lo largo de toda una campaña iniciada hace mucho más de 12 años, ayer Cárdenas se vio rodeado del cariño y respaldo de su esposa Celeste Batel, de sus hijos Camila, Cuauhtémoc y Lázaro; de la jefa de Gobierno del DF, Rosario Robles; de la dirigente nacional perredista, Amalia García, y de su equipo de campaña.
Ante ellos hizo un llamado a sus correligionarios en todo el país a mantenerse firmes: "La lucha es larga. Conociéndolos, conociéndonos, qué son unos días más. Aquí no puede haber desánimos ni flaquezas, vamos para adelante con la misma decisión y convicción. Vamos a unirnos más estrechamente, a fortalecer nuestras organizaciones, a superar diferencias".
La emoción embargaba el ambiente. Más de 300 personas entre periodistas y simpatizantes que colmaron el jardín de la casa de campaña de la Alianza por México aplaudieron cada una de las palabras de Cárdenas, quien prosiguió: "La lucha, evidentemente, no será fácil, quizá vaya a ser más difícil, con más obstáculos y resistencias en otros campos de los que hasta ahora nos hemos encontrado. Pero aquí estamos. Seremos más, tenemos la razón y nos movemos en el sentido de la historia".
No pocos integrantes de su equipo de campaña contenían las lágrimas causadas no por la derrota electoral, sino por el ánimo que su dirigente imprimía a las circunstancias: "La nuestra es una lucha de principios, eso debemos tenerlo muy claro. Sabemos por qué luchamos y cuáles son las motivaciones que tenemos".
Es, definió, "una lucha de principios por la soberanía del país y por nuestro petróleo; por la paz con dignidad en Chiapas, por un gobierno de gente honrada; por un gobierno que esté dispuesto, y lo demuestre en la práctica, a combatir la corrupción; por una educación pública, gratuita y laica. Es una lucha por México y por las reivindicaciones del pueblo mexicano. Y yo estaré en esa lucha".
En esas palabras, más propias del estadista, Cuauhtémoc Cárdenas advirtió que se defenderá el triunfo de Andrés Manuel López Obrador "porque es la decisión expresada en las urnas por la mayoría de los habitantes de la ciudad de México. No aceptamos que haya un empate técnico, como se dijo en la televisión; hemos ganado una vez más en el Distrito Federal, como ganamos también en Michoacán, en Guerrero, en Tabasco, en Oaxaca y en muchos distritos".
Esto, apuntó, "nos da una plataforma política desde la cual tenemos que constituirnos en la oposición más firme, efectiva y tenaz, sin entreguismos al neoliberalismo económico, al oscurantismo, al oportunismo y a la improvisación. Nosotros tenemos, desde las filas de esta oposición real y firme, que impulsar nuestro proyecto, el único que puede resolver los problemas del país, el único que puede encauzar a México a la independencia y a las reivindicaciones de nuestro pueblo".
Luego partió al Zócalo capitalino a festejar el triunfo de López Obrador. Detrás de él, Rosario Robles declaró que la dimensión de estadista de Cuauhtémoc Cárdenas, al reconocer el triunfo de Fox, "contrasta con la actitud mezquina de la dirección del PAN, que trató de escamotear la victoria del aspirante perredista al GDF. Eso es lo que nos espera los próximos seis años".
Fue una jornada difícil en la que Cárdenas se mantuvo sereno en todo momento. Llegó a su casa de campaña poco después de las seis de la tarde, y ya con la certeza de los resultados bajó de sus oficinas en punto de las 21 horas. En la planta baja del inmueble se dirigió directo a sus colaboradores, parte de la dirección nacional perredista, a su familia y a Andrés López Obrador: "Esta lucha no ha terminado, seguimos".
Un fuerte aplauso se dejó escuchar hasta el área de los reporteros. Cárdenas agradeció el apoyo de sus colaboradores y les informó que antes de las 23 horas haría una declaración pública. Respetuoso de las instituciones, el candidato presidencial de la Alianza por México quería esperar el resultado oficial de la elección, porque desde las 18 horas, acompañado por Adolfo Gilly, Lucas de la Garza, Carlos Heredia y Julio Moguel, integrantes de su equipo de campaña, además de Amalia García y Jesús Zambrano, integrantes del CEN del PRD, comenzó a valorar los resultados que iban fluyendo.
Analizaron el primer referente, la encuesta de Mitofski, que daba ya la ventaja a Fox, seguido de Francisco Labastida y del propio Cárdenas. Más tarde, incorporado ya López Obrador a la discusión, se analizó la probabilidad de que el PRI pudiera a última hora acercarse al panista, lo que cambiaría el panorama.
Cárdenas, de acuerdo con versiones de los asistentes a esa reunión privada, se veía entero, serio, sin ningún viso de "quiebre". Incluso incorporó a su esposa, Celeste Batel, y a Camila, su hija adolescente, a la discusión.
Por la mañana inició la jornada con todo optimismo. Antes y después de votar comentó que estaba seguro de que ganaría, pese a que el PRI, dijo, está tratando de presionar el voto de los mexicanos.
Seguido por un tropel de reporteros, camarógrafos y fotógrafos que lo acompañaron desde su domicilio hasta la casilla 4927 ųlocalizada en la calle Dickens, en Polancoų, el candidato de la Alianza por México precisó que a esa hora tenía informes de algunas irregularidades.
"El reporte que tengo de nuestros representantes en el IFE es que se están dando grandes acarreos de votantes por todo el país, a través de gentes identificadas muy claramente, ya que portan camisetas del PRI, movilizan a ciudadanos, reparten despensas y tratan de forzar el voto".
Cárdenas Solórzano precisó que esa maniobra del PRI se presentaba de manera acentuada en Colima, Puebla y Michoacán, donde el acarreo priísta se hacía "en forma muy descarada", aunque la irregularidad se daba ya de manera generalizada en todo el país.
"Hasta el momento ųañadióų, el PRI ha querido ensuciar el proceso electoral, pero esperamos que tengamos finalmente un resultado feliz". Aun así, insistió, pese a que ese partido manipule y presione a los ciudadanos, "esperamos ganarles con votos reales, con votos libres".
A las 17:45 horas, la secretaria de Asuntos Electorales del CEN perredista, Martha Dalia Gastélum, dio a conocer irregularidades en el proceso electoral, como la compra y coacción de votos, acarreos, robos de urnas, las cuales se presentaron principalmente en Chiapas, Guerrero, Michoacán, el estado de México y Yucatán.
El resultado, dijo al final Cárdenas, fue una elección "bastante viciada a favor de los candidatos del PRI, aunque aun así se impusieron los votos, que fue lo más importante de este proceso".
ųƑSe puede prever cómo será el gobierno de Fox?
ųPues lo platicamos dentro de seis años.
ųƑColaboraría con el gobierno de Fox?
ųNi lo estamos buscando, ni lo estamos pidiendo ni lo vamos a pedir.
Y así, todos terminaron firmes y dignos.
En la primera imagen, el candidato presidencial de la Alianza por México, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en el momento de llegar al Zócalo, junto con su esposa, Celeste Batel, para festejar la victoria de Andrés Manuel López Obrador en los comicios por la jefatura de Gobierno del Distrito Federal; en la segunda, el aspiranrte perredista duranrte una conferencia en la sede del partido, donde hizo un balance de las elecciones y marcó las directrices del instituto político para el futuro * Fotos: Cristina Rodríguez y Pedro Valtierra
LUNES 3 DE JULIO DE 2000
* Subraya la contribución del movimiento democrático para desmantelar al PRI
No arriamos banderas, seguiremos luchando: Cárdenas
* El camino es largo, Ƒqué son unos días más?, expresa el candidato de la Alianza por México
Jaime Avilés * Al fin de la jornada nacional del hartazgo, o al cabo de la victoria del salinismo sobre el PRI, Cuauhtémoc Cárdenas reconoció anoche el triunfo de Vicente Fox, pero también dijo: ''Aquí no vamos a arriar banderas. Seguimos y seguiremos luchando hasta alcanzar la victoria. La lucha es larga. ƑQué son unos días más?''.
Con una ovación de cinco minutos, de pie, sonriente en el podio de la sala de prensa instalada en su casa de campaña de Polanco, el dirigente histórico del movimiento democrático mexicano subrayó ''la contribución decisiva'' de esta corriente al proceso que anoche marcó el inicio del desmantelamiento del PRI.
Presto y caballeroso al admitir y proclamar la ganancia del PAN-Verde, Cárdenas rechazó tajante que en la contienda por el Gobierno del Distrito Federal existiese un empate técnico entre Andrés Manuel López Obrador y Santiago Creel. ''Hemos confirmado que somos la mayoría en la ciudad de México y vamos a defender nuestro triunfo''.
En una atmósfera marcada por la contradictoria emoción de ver al fin la derrota del PRI sabiendo que los 14 años de batalla de Cárdenas no habían sido premiados con la Presidencia de la República, los miembros de los equipos de campaña abarrotaban anoche la casona de la calle Aristóteles, subrayando que mientras algunos oportunistas hacían fila ya en el cuartel general de López Obrador, éste había permanecido al lado de Cuauhtémoc de las ocho a las diez de la noche para refrendarle su apoyo.
En otros corrillos se especulaba que si la victoria de Fox surgió de un pacto entre el salinismo, el PAN y Zedillo, las nuevas circunstancias políticas del país no garantizan que el cambio de mando se traducirá necesariamente en el triunfo de Pablo Salazar Mendiguchía al gobierno de Chiapas, ni en una solución a la guerra que el régimen, todavía en funciones, mantiene en contra de los indígenas del EZLN.
De un tractor a un tamal
ƑFue una elección limpia? A las 7:45, sobre Reforma pasa un microbús con una banderota blanca del PAN que dice: "Vota por Nelly Campos". La avenida, sin embargo, está vacía. Más adelante de la Basílica de Guadalupe, en la colonia Martín Carrera de la Gustavo A. Madero, los priístas del IV distrito, que apoyan a Alberto Nava para diputado federal y a Adolfo López para asambleísta, confían en los efectos de un volante que han distribuido la víspera. Este proclama: "Te invitamos este 2 de julio de 2000 a desayunar en las casas de amigos de Fito. Y gánate cien pesos, además de que de ahí irás con tu coordinadora a votar por nuestros candidatos".
Los lugares de reunión son, todos, pequeñas vecindades, con muchas calcomanías del PRI sobre las puertas de lámina, y mesas limpias y puestas en oscuros patios, junto a anafres en los que hierven cazuelas de pancita y mole, botes tamaleros, ollas de café. Pero llama la atención la falta de clientes. Y los rumores dan testimonio del desconcierto: "La cita se cambió a la casa de los Contreras". ƑDónde? A la vuelta de la oficina del partido de siempre. Está calentando el primer sol de la mañana transparente y en las casillas1312 y 1345 lo que abundan son representantes generales del PRI, que empero lucen atónitos porque su gente no llega. Qué diferencia con las faraónicas noticias procedentes de Tzintzunzan, Michoacán, donde ha aparecido una carta, suscrita por Francisco Labastida Ochoa y dirigida a Francisco García Fuerte, productor agropecuario de la localidad de La Noria, en la que el abanderado del PRI señala:
"Mucho le agradezco que me haya enviado sus propuestas productivas. (Estas) me comprueban el gran interés que tiene esa comunidad (...) por impulsar el desarrollo rural de su región. Le ruego comunicar a sus compañeros que sus proyectos cuentan ya con mi decidido compromiso de apoyarlos cuando llegue a la Presidencia (...) Este compromiso ha quedado registrado en mi Proyecto de Gobierno con el FOLIO No. 16-100-1-1-1093, correspondiente a adquisición de un tractor. Para que hagamos realidad todos los proyectos (...), le pido su voto y, a través de usted, el de sus compañeros y familias. Reciba un cordial abrazo. Francisco Labastida Ochoa".
Una viejecita brincadora
A las 9:30, en un jardín de niños a espaldas de la estación del metro Copilco, Andrés Manuel López Obrador llega a votar acompañado por Rocío Beltrán, su esposa, y José Ramón, Andresito y Gonzalo, sus hijos. Fresco y bien dormido, el tabasqueño provoca un eclipse dentro de la angosta cochera de la escuelita: 30 fotógrafos se encaraman ante la hilera de urnas donde en breve sufragará. Cuando le llega el turno, los camarógrafos lo llaman a diestra y siniestra, y lo obligan a posar en todos los perfiles, cosa que Andrés Manuel aprovecha para sonreír y hacerles ver que está introduciendo sus boletas con la mano izquierda. En medio de esa discreta barahúnda, el presidente de la casilla le dice a otra ancianita, que apenas arrastra los zapatos: "Puede usted brincar por allá". En realidad lo que le aconseja es que eluda al tropel de periodistas. Y qué curioso, pero cuando López Obrador abandona el local, entre una nube de informadores, la misma viejecita se queda con el crayón y las boletas en la mano, porque el inefable presidente de la casilla arrastra la mampara dentro de la cual, asustadísima, estaba la pobre ejerciendo sus muy ciudadanos derechos.
El eclipse termina cuando los de la prensa retornan a la calle con López Obrador, y éste, cuya cabeza es como una perla rodeada de lentes y grabadoras, confiesa que para jefe de Gobierno ha votado por Rodolfo F. Peña, "un periodista amigo mío, que acaba de morir". Entre tanto, he logrado espiar las boletas de otros votantes que, en la incomodidad de la escena, no han tenido tiempo de doblar sus papeles. Descubro que de un total de seis, tres se inclinaron por Vicente Fox, dos por Labastida Ochoa y uno por Cuauhtémoc Cárdenas. Mágicamente, cuando caiga la noche sobre la ciudad, esta proporción se convertirá en tendencia nacional en todas las pantallas.
El día nacional del hartazgo
A las 12:15, al pie del edificio donde vive en Edgar Allan Poe, en Polanco, Cuauhtémoc Cárdenas sale a la calle y se ve envuelto en el calor de decenas de personas vestidas a la usanza del rumbo que corean su nombre y lo aplauden, mientras el enjambre de los periodistas se medio mata a codazos por preguntarle y retratarlo. De traje gris y camisa azul pálido, el ingeniero externa sus primeras observaciones: "Hay mucho acarreo de votantes en varios estados del país, no podemos adelantar nada todavía".
La esfera humana se pone en marcha hacia la calle de Dickens, y de pronto es detenida por un maniquí de la televisión de peluche. Los simpatizantes lo identifican y empiezan a clamorear: "šMuera Tv Azteca, muera Tv Azteca!". El traslado se prolonga casi 30 minutos hasta la casilla donde Cárdenas, Celeste Batel, su compañera, y Cuauhtémoc Cárdenas Batel, su hijo, van a materializar sus preferencias. La caminata es fecunda para este reportero porque de Alianza Cívica llega un fax que contiene la portada de El Imparcial, ''diario independiente de Sonora", con una noticia de ocho columnas: el viernes por la tarde, en la colonia Luis Echeverría de Ciudad Obregón, un niño travieso le robó a su papá una boleta electoral marcada a favor de Labastida, y salió a la calle a presumírsela a sus amiguitos. Un perredista que pasaba por ahí se la quitó, y la evidencia de fraude se transformó de golpe en denuncia judicial, cateo y descubrimiento de una mapachera donde los del PRI todo lo tenían listo para organizar una operación carrusel este domingo.
Cárdenas está formado ahora ante el número 36 de la calle Dickens, y por el celular entra una nueva joya informativa: los perredistas de la Gustavo A. Madero acaban de tomar una de las "casas de amigos de Fito", donde los del PRI daban cien pesos a cambio del voto; ha habido golpes, me dicen, pero el inmueble ya fue asegurado por el Ministerio Público y la maniobra ha sido conjurada. Por los auriculares de muchos colegas la noticia más importante, sin embargo, es que el Italia-Francia va cero a cero, y es ya la una de la tarde y arrecia el calor.
Por mandato del presidente de la casilla 4927, los de la prensa no entrarán a registrar la votación de Cárdenas, y de pronto se da un forcejeo a espaldas del abanderado del PRD, y la fuerza bruta de los camarógrafos termina por imponerse. Adentro, en el cubo de un patio donde hay tres pisos de ventanas, asoman muchachas que animan y ovacionan a Cuauhtémoc y éste repite en cierto modo el ritual que han cumplido López Obrador y, supongo, todos los candidatos picudos del país entero: sonríe, posa con la boleta en la ranura de la urna, y se va. En la calle confiesa que, para presidente, ha votado por Pablo González Casanova, el ex rector de la UNAM. Luego, el retorno al edificio de Allan Poe se repite como una película en reversa, y en la puerta de la torre, Cárdenas comunica a sus amigos Mandujano, Machorro y otros, que no se moverá de allí hasta las seis de la tarde, hora en que cita a su equipo en la casa de campaña de Aristóteles.
El resto del mediodía se consume entre las iracundas protestas de muchas personas que, después de recorrer hasta cuatro casillas especiales para votar sólo por el Ejecutivo, descubren que las boletas se agotaron desde las 8 de la mañana. Percibo aquí una diferencia con la histeria que azotaba a otros ciudadanos, en el mismo caso de ellos, seis años atrás. Aquel 21 de agosto a todos les urgía votar por Zedillo para someterse así a las punzantes amenazas laborales o vecinales que habían sufrido en forma implacable; esta vez, en cambio, el pánico de 1994 se ha reconvertido en la ira de hombres y mujeres que desesperan porque no los dejan votar contra el PRI.
Hay en todos los rostros una irritación visible y poderosa. En avenida Cuauhtémoc, a una cuadra del Hospital General, 300 coléricos frustrados bloquean el tráfico y se desgañitan frente a los reporteros chillando con el puño en alto: "šDe-mo-cra-cia, de-mo-cra-cia!". Un grupo semejante, afuera de la Alberca Olímpica, gruñe por la boca de un anciano: "Así que siga otros 70 años el PRI". Es la fase final de un hartazgo colectivo que se ha prolongado mucho más allá de todos los excesos.