DOMINGO 2 DE JULIO DE 2000

* Tendrían que volver a su lugar de origen para votar


Sin posibilidad de sufragar, gran parte de los migrantes

* Un millón 500 mil ciudadanos empadronados residen en EU

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 1o. de julio * Rafael llegó a esta ciudad desde Puebla, en plena tormenta de nieve, hace unos meses "porque como sabe usted, no hay dinero en México y por eso nos obligan a viajar".

Millones de "viajeros" mexicanos en Estados Unidos no podrán regresar a sus tierras para votar, pero a pesar de que les es negado su derecho a sufragar, mantienen su voz.

"šFox, hermano, eso representa la reacción!", exclama Rafael a su compañero de trabajo en un restaurante en Manhattan, donde ambos limpian mesas y platos que dejan clientes bohemios de última moda en Greenwich Village. "Hay que votar por Cárdenas, es el único que entiende las raíces de nuestros problemas". Su colega no se convence.

Hace tres semanas, la comunidad financiera y empresarial de Nueva York elogió los logros del gobierno de Ernesto Zedillo durante la visita a esta ciudad del Presidente mexicano, pero para varios connacionales el mandatario provocó sólo disgustos. "Ya sabe, los ricos sólo se juntan con los ricos", dijo Rafael al enterarse de la gira.

Para algunas asociaciones mexicanas, la visita, que no incluyó ningún acto al que estuvieran convocados los residentes mexicanos en esta ciudad, sólo comprobó que al gobierno actual, y al PRI, poco les importa la realidad de los inmigrantes.

La Asociación Tepeyac, que integra a varios grupos de inmigrantes mexicanos, se manifestó frente al hotel Waldorf Astoria para expresar su disgusto porque el presidente, quien era festejado adentro, no hubiera tocado el tema de la defensa de los derechos de los inmigrantes y la demanda por una amnistía general.

Una semana después, unos 200 mexicanos participaron en una marcha por el barrio de Harlem a favor del cambio en México en las próximas elecciones, y por la candidatura de Vicente Fox en un acto sin precedente en esta ciudad. Según su comunicado de prensa, "los mexicanos de Nueva York, que en su mayoría son primera generación, expresaron su descontento porque no se les permite votar en el extranjero a pesar de ser la tercera fuente de divisas para México".

Hace un par de días, un mexicano que llegó aquí hace un año desde un pueblito cerca de Izúcar de Matamoros, comentaba en una entrevista informal con La Jornada, que "lo que necesitamos es un Lázaro Cárdenas. Ahí estaba la oportunidad con Fox y Cuauhtémoc para romper todo esto, pero eran dos generales y ninguno dispuesto a ser sólo un soldado".

Otro añade: "Eso del Fobaproa, Ƒcómo sí hay lana para los ricos? Deberían invertirlo en educación, pero no... lo invierten en los banqueros que se roban todo. Ese es un robo al pueblo".

Según la Asociación Tepeyac, los mexicanos organizados en esta ciudad protestan por la marginación política de los inmigrantes que les impone el gobierno mexicano, entre otras cosas. La Tepeyac declaró que las manifestaciones a las que convocó durante la visita de Zedillo fueron "porque el PRI negó sistemáticamente el derecho a votar a los mexicanos residentes fuera de su país".

Advirtió que "en las zonas de alta expulsión de migrantes, el PRI (podría) usar a los electores ausentes que han tenido que emigrar a Estados Unidos, para emitir votos fraudulentos a su favor". También critica al gobierno mexicano por no hacer lo suficiente para proteger "los derechos humanos de los que tienen que migrar, debido a los malos resultados del TLC y de la implementación del neoliberalismo en México".

En los restaurantes y maquiladoras de Nueva York, en las fábricas y tiendas de Chicago, en los rastros de Nebraska, en las plantas de procesamiento de pollo en Georgia, en los campos de tomate en Florida y Ohio, los de pepino en Carolina del Norte, los de manzana en el estado de Washington, en los hoteles y casinos de Las Vegas y claro, en California y todo el suroeste, la elección en México es tema cotidiano.

Según Los Angeles Times existe un millón 500 mil mexicanos empadronados (con credencial de elector) residiendo en Estados Unidos. En California vive alrededor de la mitad de esos mexicanos con derecho al voto. Aunque la mayoría no podrá ejercer su derecho a sufragar, se están organizando caravanas desde Chicago, el estado de Washington, y California para poder cruzar la frontera y que los ciudadanos puedan emitir sus votos.

Otros abordarán aviones para regresar a sus tierras o votar en las casillas especiales para los inmigrantes en la frontera. Según el rotativo angelino, los dos partidos de oposición han realizado un esfuerzo sin precedente para promover el voto de los mexicanos en California. Pero la gran incógnita es cuántos regresarán al otro lado de la frontera para depositar sus sufragios.

Lo que sí se puede constatar es que la mayoría de los miles de mexicanos que trabajan y viven en Estados Unidos no lograrán expresar su preferencia política ni participar en lo que todos los medios aquí insisten es la elección más reñida y más imparcial en la historia del país.

La campaña nacional que promovió el tema del voto en el exterior en este país informó hoy que instalará casillas frente a la embajada de México en Washington, para realizar un voto simbólico como protesta porque "el derecho al sufragio de casi 15 por ciento de los ciudadanos mexicanos será negado" al ser excluidos los millones que viven en este país. Con comités en 15 estados, esta campaña fue organizada hace tres años para conseguir el sufragio efectivo de los inmigrantes.

"El gobierno mexicano ha fallado a los mexicanos miserablemente al negarnos el derecho de participar en estas elecciones. Aunque nuestra propuesta para participar por vía de los votos ha sido rechazada, mantenemos nuestro compromiso de luchar por la democracia en México", informó la campaña.

Aunque los millones de mexicanos, como Rafael, no tendrán acceso al voto en la primera elección del nuevo siglo, sus voces no han sido calladas.

"Aquí en Estados Unidos, en esta ciudad, veo mucha maldad", observa Rafael al comentar sus pocos meses en Nueva York. "Todo se trata de pura ambición, de falta de respeto, y mucha discriminación. Está duro, pero aquí uno intenta aprender. Eso sí, sigo lo que pasa allá, en México", concluye con una visible tristeza en un día espléndidamente soleado de verano en Nueva York. "ƑQuién ganará?", pregunta, junto con millones de mexicanos más a lo largo de este país.

Tan lejos y tan cerca de la democracia que se proclama en su país.

Habrá 133 casillas en la frontera norte

Unos 70 mil connacionales radicados en Estados Unidos se espera que voten hoy en las casillas especiales ubicadas en la franja fronteriza, con lo que se registraría la participación más copiosa de migrantes en la historia del país y para quienes se reservaron casi 100 mil boletas, informó ayer el subsecretario de Población y Servicios Migratorios de Gobernación, José Angel Pescador Osuna.

Sin embargo, ese número de votantes representa una cifra muy baja con respecto al total de mexicanos que viven en territorio estadunidense y cuyas posibilidades de participar en las elecciones se reducen a que puedan cruzar la frontera para acudir a una de las 133 casillas especiales que se instalarán en ciudades mexicanas colindantes con EU.

Baker confía en la consolidación de la democracia mexicana

Al reunirse con autoridades electorales mexicanas, el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos y responsable de la delegación del Instituto Internacional Republicano que observarán los comicios, James Baker externó su confianza en el papel que han jugado tanto el Instituto Federal Electoral como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en la consolidación de la democracia mexicana.

En una reunión que duró alrededor de 45 minutos, José Woldenberg dijo a los republicanos que nuestro país no tiene nada que ocultar de su organización electoral, razón por la cual los visitantes extranjeros pueden observar cualquier faceta de los comicios. (Con información de Claudia Herrera Beltrán y Alonso Urrutia)