DOMINGO 2 DE JULIO DE 2000
* La semana política en Estados Unidos
* Los dos candidatos presidenciales, tras el voto de los hispánicos
* Ambos saben que el voto latino puede ser clave en los resultados
* Gore y Bush en busca de un amor que... Ƒserá correspondido?
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 1o de julio * Los dos principales candidatos presidenciales necesitan clases de español, ya que intentan hablar ese idioma cada día con más frecuencia al intentar convencer a "los hispanos" de que el próximo ocupante de la Casa Blanca los entiende.
Pero lo que entienden muy bien los candidatos ųen inglés o españolų es que el voto latino puede ser clave en una elección muy competida en este país, y que por ahora ninguno de los dos cuenta con el apoyo mayoritario de este sector del electorado.
El candidato presidencial republicano, el gobernador de Texas George W. Bush, eligió la convención de la Liga de Ciudadanos Latinos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés) celebrada esta semana, para presentar una propuesta a fin de dividir al Servicio de Inmigración y Naturalización en dos agencias, algo que cuenta con el apoyo de varios latinos para separar el aspecto de servicio a los inmigrantes del SIN de su función policiaca.
Bush subraya, en lugares donde se le favorece, el hecho de que habla español y que consiguió 47 por ciento del voto latino en su estado. Para conseguir votos latinos en Florida, el gobernador de Texas puede contar con el apoyo de Jeb, su hermano, que allí gobierna. También ayuda el hecho de que Jeb está casado con una mujer que nació en Guanajuato (aunque adquirió la ciudadanía estadunidense en la década de los 80).
Pero el candidato demócrata a la presidencia, Al Gore, rehusa dejarle la cancha latina a Bush, y también está aprendiendo un poquito de español. Gore acudirá a la convención de LULAC, tras haber asistido la semana pasada a la convención de otro grupo latino, la Asociación Nacional de Líderes Latinos Electos y Nombrados (NALEO).
A pesar de contar con un español más limitado que el de Bush, Gore recuerda a todos los latinos que encuentra que el Partido Demócrata es su casa. Tanto Bush como Gore tienen programado asistir a la convención anual del Consejo Nacional de la Raza a principios de la próxima semana.
Los latinos están de moda en las campañas electorales por razones políticas evidentes. Aunque el voto de esa minoría sólo representa 5.4 por ciento del electorado que se espera participará en la próxima elección de noviembre, su presencia se concentra en estados claves para el mapa electoral: California, Texas, Nueva York, Florida e Illinois, entre otros. Además, es un sector que está creciendo y que representará la minoría más grande en el país ųsus números se incrementaron a un total de 31.8 millones en 1999, de 22.4 millones en 1990ų, según cifras del censo nacional.
Aunque se espera que Texas vote por su gobernador como presidente, y Nueva York parece estar a lado de Gore, los votantes latinos podrían definir el margen de diferencia en los gigantescos premios electorales de California y Florida.
Lo que preocupa a los estrategas demócratas es que esta vez no pueden contar con una mayoría automática del voto latino para su candidato Gore. En 1996, Clinton ganó 51 por ciento más del voto latino que su contrincante republicano Bob Dole: las encuestas de salida de casillas indicaron que Clinton logró 72 por ciento del voto latino comparado con 21 de Dole.
Una encuesta de Hispanic Trends presentada esa semana encontró que Gore sólo aventaja por 22 puntos al republicano Bush en el voto latino. Pero otras encuestas revelan casi un empate. Así, una reciente del Wall Street Journal registró que Gore cuenta con el apoyo de 47 por ciento de los latinos frente a 45 por ciento para Bush.
Esto explica los nuevos ataques de la campaña de Gore contra Bush en torno a los latinos. Esta semana el Comité Nacional Demócrata envió varios comunicados de prensa señalando que el gobernador Bush no se ha molestado en visitar a ninguno de los 400 mil habitantes de las colonias latinas pobres de su estado en la zona fronteriza. El Comité Nacional Demócrata también señala que aunque Bush habla español, su partido casi nunca ha promovido candidatos latinos, incluso en estados como Nuevo México, donde esa minoría representa una tercera parte del voto estatal.
Para promover la imagen de los demócratas como más "amigos de los latinos", los estrategas de propaganda del partido han generado el rumor de que el secretario de Energía, Bill Richardson, un latino, está siendo considerado entre los posibles compañeros de fórmula de Gore (aunque recientes problemas y escándalos, así como el alza inexplicable del precio de gasolina y los problemas de seguridad en el laboratorio de Los Alamos, ambos bajo la supervisión de Richardson, parecen haber cancelado tal posibilidad).
Mientras tanto, el futuro inmediato en la pugna electoral en este país será, en algunos lugares, más bilingüe que nunca. "Los quiero mucho", declaró en español Al Gore a los miembros de NALEO. Tanto Gore como Bush están esperando la respuesta a tanta expresión amorosa con los latinos. ƑSerá amor no correspondido?. Se les informará, en inglés y en español, el día de las elecciones en noviembre.