DOMINGO 2 DE JULIO DE 2000

* El francés se ha convertido en símbolo de la lucha contra la globalización


Asisten 40 mil personas a concierto en apoyo a Bové

Afp y Dpa, Millau, 1o. de julio * Unas 40 mil personas asistieron anoche al concierto en apoyo a José Bové, el sindicalista agrario que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la globalización, y cuyo juicio culminó hoy en esta pequeña ciudad transformada en el Seattle francés.

El veredicto del proceso contra Bové y nueve miembros del pequeño pero combativo sindicato Confederación Campesina se dará a conocer recién en septiembre.

La fiscalía pidió una pena de 10 meses de prisión para los acusados de haber semidestruido en Millau un establecimiento de McDonald's, en agosto de 1999.

La destrucción del local de comida rápida de la trasnacional fue una protesta contra la decisión de las autoridades de Estados Unidos de imponer cargas suplementa- rias a la importación de quesos franceses, en represalia al rechazo de la Unión Europea de abrir sus fronteras a la carne de vacuno con hormonas estadunidense.

La publicidad dada al arresto de Bové, unos días más tarde, le valió notoriedad internacional, y para convertirlo en todo un personaje en las manifestaciones organizadas contra la reunión en noviembre pasado de la Organización Mundial de Comercio en Seattle, Estados Unidos.

La noche del viernes al sábado más de 40 mil personas asistieron a un gran concierto organizado en esta ciudad, como parte del esfuerzo por convertir el juicio contra Bové en una protesta perfectamente organizada no sólo contra el neoliberalismo, que afecta a los pequeños y medianos productores agrarios, sino también en un punto de encuentro de todo tipo de militantes contra la globalización y "la dictadura del dinero".

Durante el juicio, el fiscal Alain Durand destacó el papel de jefe e "instigador" de José Bové, pero también lo calificó de FRANCIA-PAG 40-1 "personaje emblemático y popular", antes de reclamar para él una pena "disuasiva" de 10 meses de cárcel, de los que sólo tendría que cumplir uno.

Para los otros nueve acusados, el fiscal pidió una pena corta de prisión en suspenso que no podrá pasar, en ningún caso, de tres meses, por considerarlos "simple agentes ejecutores de las órdenes de su jefe".