SABADO 1o. DE JULIO DE 2000
* La mica también se otorga si el solicitante acude con testigos, según el IFE
Curioso, que indígenas migrantes obtuvieran credencial de elector sin documentos: Catim
* El centro de atención a ese sector en el DF descarta prácticas clientelares en esa situación
Susana González G. * A pesar de que la mayor parte de los indígenas que emigran a la ciudad de México carecen de documentos oficiales tales como el acta de nacimiento, un comprobante de domicilio o cualquier identificación, "curiosamente" pudieron obtener sin dificultades la credencial de elector, revelaron José Luis de la Rosa y Cuauhtémoc Salgado, del Centro de Atención a Indígenas Migrantes (Catim).
Dicho organismo ha podido percatarse directamente de este fenómeno, debido a que entre sus diversos programas de apoyo a los indígenas migrantes se incluye uno de asesoría jurídica permanente y otro de dotación de actas de nacimiento a este sector de la población.
De acuerdo con el artículo 144 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, "para obtener la credencial para votar con fotografía el ciudadano deberá identificarse a través de los medios o procedimientos que determine la Comisión Nacional de Vigilancia del Registro Federal de Electores" pero éstos no son especificados.
Sin embargo, en la orientación que el Instituto Federal Electoral brinda a la ciudadanía en el número telefónico 01 800 433 2000, dos operadores señalaron que es un requisito "indispensable" presentar el acta de nacimiento para tramitar la mica. Funcionarios electorales consultados al respecto desmintieron lo anterior y precisaron que si bien para obtener la credencial se requiere "un documento que acredite la personalidad del interesado como lo es el acta de nacimiento, también puede tramitarse con un documento testimonial que es proporcionado en los módulos del IFE y para el cual el ciudadano deberá estar acompañado de dos personas que cuenten con credencial para votar".
Cuauhtémoc Salgado consideró que el hecho de que muchos indígenas en la ciudad de México hayan tramitado su credencial de elector podría atribuirse a la labor de concientización que hizo el Instituto Nacional Indigenista (INI) entre ellos y que redundó de manera positiva para que se organizaran políticamente para reclamar solución a muchas de sus demandas.
No obstante, no descartó que se hayan dado prácticas clientelares de algunos partidos políticos para agilizar la obtención de los documentos, y en tal sentido mencionó que varios grupos indígenas, entre ellos los otomíes --quienes actualmente ocupan predios e inmuebles en la colonia Roma, abandonados por sus propietarios originales luego de los sismos de 1985-- están vinculados a organizaciones del movimiento urbano popular, "como la UPREZ (Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata)".
Y es que, según explicó, por encima de los problemas derivados del comercio ambulante al que se dedica casi la totalidad de esta población, la vivienda es su principal demanda y por ello los indígenas migrantes se vinculan a organizaciones y partidos políticos que abordan el problema. De hecho, Catim calcula que cerca de 250 familias indígenas viven en condiciones de alto riesgo en predios del oriente y centro del Distrito Federal.
Con todo, Salgado consideró que es mínimo el peso electoral que los indígenas migrantes pueden reportar con su voto a los partidos políticos. Incluso mencionó que organizaciones de varias etnias, que agrupan a cerca de 200 familias que viven y trabajan en el Centro Histórico, trataron de impulsar en esta contienda electoral una candidatura plurinominal en el PRD, pero "quién sabe si la vayan a alcanzar".
Abundó que la población migrante indígena en la ciudad de México es de 500 mil personas, aunque "oficialmente sólo hay 272 mil, según reporta el censo de 1990 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI)". Las delegaciones que concentran el mayor número de indígenas son Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero e Iztapalapa.