VIERNES 30 DE JUNIO DE 2000
Ante todo un actor
Dpa, Roma, 29 de junio * El actor y director Vittorio Gassman, quien murió hoy a los 77 años, fue una de las figuras más polifacéticas del teatro italiano, pero dejó también un importante legado cinematográfico.
Gassman solía decir que estar sobre el escenario le resultaba más fácil que vivir la vida. La muerte le parecía ''estéticamente intolerable''.
El teatro era para él un refugio donde se resguardaba de sus miedos e inseguridades, y por medio de éste le daba rienda suelta a la pasión y la provocación, que consideraba indispensables tanto en escena como en la vida.
''El escenario del teatro es como una forma de protección. Es el único medio que te hace sentir poderoso, potente y gigante. Es como amar a mil personas a la vez", decía el actor.
Se educó en la prestigiosa Academia de Arte Dramático de Roma, en la que fue admitido después de impresionar a un tribunal recitando El hombre de la flor en la boca, del escritor italiano Luigi Pirandello, Premio Nobel en 1934.
El genovés concebía al teatro como forma de suscitación de conflictos, de provocación y de búsqueda constante de la complicidad del público.
Gassman sentía predilección por el teatro, en especial por el clásico, al que consideraba la forma más perfecta de reflexionar sobre el presente.
Representó Hamlet, Otelo, Macbeth, Orestes y Edipo Rey, entre otras obras, pero mantenía distancia frente a las manifestaciones de vanguardia, porque decía que en ellas era como si ''los actores estuviesen leyendo el diario en escena''.
Como intérprete de los clásicos ningún otro actor italiano lo pudo superar en las tablas o en el cine. Fue sobre todo un hombre del teatro. "Comencé en 1946 a rodar películas para ganar dinero, sólo por eso", justificó su entrada a Hollywood, que lo contrató entonces por su marcado perfil.
Su arribo al cine se produjo a mediados de los cuarenta con películas como Preludio de amor, La hija del capitán y El caballero misterioso.
Después de una breve etapa en Hollywood retornó a Italia, donde dirigió su primer filme, Kean, en 1956. En los sesenta se convirtió en uno de los actores italianos más exitosos.
La trayectoria cinematográfica de Gassman abarcó todos los géneros: desde películas policiacas hasta comedias y dramas. Trabajó junto a grandes directores como Mario Monicelli, Luchino Visconti, Ettore Scolla y Robert Altman.
En 1996, tras un paréntesis causado por una de sus tantas depresiones, regresó a escena, pero los profundos bajones de ánimo continuaron, sumados a problemas respiratorios agravados por el exceso de tabaco.
Trabajó en más de 100 producciones. Sus interpretaciones en Arroz amargo (1949), La guerra y la paz (1956) y Perfume de mujer (1975) lo catapultaron como estrella internacional.
Considerada una de sus mejores películas, en La familia, de Ettore Scola, Gassman interpreta a un hombre de 80 años, cuya muerte es ansiada por sus codiciosos parientes.
"Un actor no es un individuo normal", manifestó Gassman, quien tenía debilidad por los antihéroes, los dementes, los raros y los marginados.
Uno de sus mayores éxitos cinematográficos fue su interpretación como discapacitado mental en la película de Dino Risi Tolgo il Disturbo, en 1991. "Una cara como madera repujada y arrugas como heridas", alabaron los críticos la interpretación de Gassman.
Sin embargo, su vida privada también estuvo marcada por altibajos y frecuentes depresiones. ''Todo te da lo mismo, no tienes más fuerzas'', describía Gassman estos momentos difíciles de manejar y por los cuales en los noventa fue necesario suspender varias funciones de teatro.
Filmografía
Afp, Roma, 29 de junio * Vittorio Gassman trabajó en 130 películas desde 1946.
1946. Preludio de amor (Giovanni Paolucci)
1948. Arroz amargo (Giuseppe de Santis)
1956. Guerra y paz (King Vidor)
1958. La tempestad (Alberto Lattuada)
1958. Rufufú. Los desconocidos de siempre (Mario Monicelli)
1959. El Estafador (Dino Risi)
1961. Barrabás (Richard Fleischer)
1962. II sorpasso, La escalada (Dino Risi)
1962. La marcha hacia Roma (Dino Risi)
1962. Alma negra (Roberto Rossellini)
1963. Los monstruos (Dino Risi)
1964. El Gaucho. Un italiano en Argentina (Dino Risi)
1965. La armada Brancaleone (Mario Monicelli)
1970. La audiencia (Marco Ferreri)
1971. En nombre del pueblo italiano (Dino Risi)
1974. Nos habíamos amado tanto (Errore Scola)
1974. Perfume de mujer (Dino Risi)
1976. Almas perdidas (Dino Risi)
1976. El desierto de los tártaros (Valerio Zurlini)
1977. Los nuevos monstruos (Monicelli, Risi, Scola)
1978. Un día de boda (Robert Altman)
1978. Querido papá (Dino Risi)
1979. La terraza (Ettore Scola)
1983. La vida es una novela (Alain Resnais)
1984. Benvenuta (André Delvaux)
1986. La familia (Ettore Scola)
1989. Olvidar Palermo (Dino Risi )
Indomable
En la biografía Luchino Visconti. El fuego de la pasión, escrita por Laurence Schiafino, se narra una anécdota acerca de la relación del director con el finado actor, cuando por vez primera Gassman se incorporó a la compañía de Visconti:
''Vengo de muy buen grado, con la condición de que hagas algo para mí", dijo Gassman. "Elijamos una obra que quieras hacer", le respondió Luchino. Gassmann se decidió por Orestes, de Alfieri...
''Muy bien, te haré representar a Orestes, sólo que lo haré como yo lo quiero, lo veo y lo siento, poniendo los puntos sobre las íes, como me parece que deben ponerse", le contestó.
Visconti, agregó: ''Vittorio Gassmann tenía un carácter fuerte y no estaba dispuesto a dejarse domar; se encabritaba y coceaba, pero después de una buena reprimenda acababa por obedecer", decía Visconti.