* Escepticismo e incredulidad política, los signos del momento en el país
Paraguay se prepara a elegir vicepresidente, en agosto
Stella Calloni, enviada, Asunción, 28 de junio * El escepticismo y la incredulidad política son los signos del momento en Paraguay, cuando la Iglesia católica acaba de reclamar por un combate contra "mafias y criminales" llamando a fomentar la verdad, la justicia y la solidaridad, lo que sonó fuerte en un país donde las acciones de las fuerzas políticas oficialistas y opositoras han contribuido a la confusión de la ciudadanía que se prepara a elegir un vicepresidente en agosto próximo, cargo acéfalo desde el asesinato de Luis María Argaña, en marzo de 1999.
Monseñor Claudio Jiménez, obispo de Caacupé, criticó el domingo pasado a los diputados que finalmente no desaforaron a dos legisladores oviedistas que participaron en el último intento de golpe de Estado el pasado 18 y 19 de mayo.
En la nueva jugada política una buena parte de los oviedistas apoyan a Julio César Yoyito Franco, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), quien sostiene que llegará a la vicepresidencia con los votos blancos, azules y colorados.
Por su parte, el candidato oficialista Félix Argaña, hijo del asesinado Luis María, sería por ahora el predilecto aunque la estampida de votos en un dividido Partido Colorado hace presumir una elección reñida. Argaña también trabaja con la idea de que si los liberales realizan los cambios del Estado que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI), miles de militantes colorados quedarán desocupados. De una manera u otra el coloradismo gobernante tendrá que tomar las medidas de ajuste y despido en un país que no ofrece ninguna posibilidad de empleo en otros rubros.
Esta situación resulta atemorizante por cuanto del Estado dependen unos 200 mil empleados públicos de los cuales 156 mil corresponden al gobierno central, a lo que se suman 12 mil contratados. Aunque profesionales del Banco Mundial iniciaron con el gobierno y sectores privados una acción tendiente a corregir la enorme corrupción, no se vislumbran proyectos para crear nuevas fuentes de trabajo. Paraguay no podrá soportar más exclusión social, cuando la pobreza absoluta abarca a más de 40 por ciento de la población y en las zonas campesinas entre 60 y 70 por ciento están en situación de miseria.
Los organismos humanitarios advierten sobre la necesidad de una acción solidaria en el Mercosur y por parte de otros países ya que, dicen, se trata de la vida humana en un país que ha sido víctima de intromisiones externas que ahogaron su independencia y su verdadero crecimiento También advierten sobre la realidad de que una explosiva situación social aumentaría la tentación de la represión, que estuvo presente en todos estos años de la interminable tranisición hacia la democracia.
En el mapa político nada queda en pie. Carlos Filizola, líder de Encuentro Nacional que había nacido como una esperanzadora tercera fuerza, criticó a la nueva dirigencia de su partido que, dijo, está actuando como furgón de cola del argañismo en el poder.