JUEVES 29 DE JUNIO DE 2000

* Insistentes llamados de las autoridades a no caer en el nerviosismo


Retorna la tranquilidad al mercado de divisas

* Analistas confían en que la paridad dólar-peso regresará el lunes a niveles inferiores a los $10

Roberto González Amador, Antonio Castellanos y David Zúñiga * La tranquilidad pareció regresar ayer al mercado de divisas, mientras autoridades insistieron en los llamados a los agentes económicos a no caer en el nerviosismo, y analistas confiaron en que la paridad retomará niveles inferiores a 10 pesos por dólar la próxima semana, una vez celebrada la elección general del 2 de julio.

Al cierre de las operaciones, el tipo de cambio para transacciones de mayoreo disminuyó a 9.96 pesos por dólar, una recuperación de 11 centavos en el valor de la moneda nacional respecto al día anterior, reportó el Banco de México.

En las operaciones de menudeo, las que se realizan en bancos y casas de cambio, la cotización se ubicó en 9.80 pesos por dólar a la compra y 10.15 pesos a la venta, lo que en este caso implicó una recuperación de 10 centavos, informó Banamex.

El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, insistió ayer en que la volatilidad del tipo de cambio, la que calificó de "muy limitada", es de carácter estrictamente "temporal".

Ortiz Martínez sostuvo que el comportamiento del tipo de cambio "ha sido nada extraño para estos momentos y, al revés, a mí me sorprende que no haya habido más volatilidad" por la cercanía de las elecciones.

Aunque consideró difícil hacer predicciones sobre la evolución de la cotización, dijo que no sería sorpresa que la paridad volviera a estar por debajo de 10 pesos por dólar después de las votaciones del domingo.

Pablo Alvarez Icaza, director de análisis de la consultoría Bursamétrica, comentó que el mercado cambiario pasa por "un momento especulativo importante", derivado del nerviosismo entre los inversionistas por el proceso electoral.

El especialista anticipó que el mercado cambiario se moverá la próxima semana en función del resultado de la elección. "Si el proceso resulta exitoso, no hay fraude e independientemente del ganador los opositores reconocen el resultado, el peso recuperará terreno frente al dólar. En cambio, si hay dudas sobre el resultado, aparecen conflictos y si más de un candidato se proclama ganador, aumentará el nerviosismo en el mercado y la cotización puede alcanzar hasta 10.60 pesos por dólar", expresó.

Analistas de Bancomer indicaron a su vez que no existe sustento económico para la depreciación del peso, por lo que anticiparon que la tranquilidad retornará al mercado cambiario después del 2 de julio.

Por otra parte, César Castro Quiroz, director del Centro de Análisis y Proyección Económica para México (CAPEM), consideró que el tipo de cambio ha estado presionado por el ambiente electoral. Afirmó que las fluctuaciones cambiarias están dentro del rango previsto por CAPEM, de entre 9.90 y 10.15 para el dólar interbancario.

Comentó que una votación cerrada, de no más de tres puntos de ventaja, podría generar nerviosismo en el sistema financiero; en cambio, si el margen es mayor a cinco puntos, el tipo de cambio y las demás variables regresarían a niveles acordes con los indicadores fundamentales de la economía nacional: el dólar se cotizaría entre 9.60 y 9.70 pesos y la tasa de los Cetes a 28 días se ubicaría en alrededor de 13 por ciento, pronosticó.

Una eventual victoria de la oposición por un margen reducido, señaló Castro Quiroz, implicaría menos riesgos, pues difícilmente generaría sospechas de fraude, como podría suceder con un triunfo apretado del PRI. En caso de tensiones poselectorales, y si no hay un pacto de gobernabilidad, la paridad quizás llegaría a 10.50 u 11 pesos por dólar, pero éste, acotó, sería un caso "extremo".

Raúl Feliz, miembro del Centro de Investigación y Docencia Económicas, AC (CIDE), señaló que las causas del aumento del dólar son "evidentes": algunos agentes del mercado se están anticipando a la posibilidad, remota, de una crisis poselectoral.

Si las cosas salen bien y no hay disturbios poselectorales, la divisa regresará a 9.80-9.85 pesos por dólar y las tasas de interés de los Cetes descenderían aproximadamente dos puntos porcentuales en todos sus plazos, pero si hay complicaciones en el corto plazo el dólar "podría ponerse ridículamente caro", a 11 pesos "o incluso más".