MIERCOLES 28 DE JUNIO DE 2000

* Si fuera mexicano sufragaría por Cárdenas, expresa


Refuta Wallerstein el voto por AN sólo para sacar al PRI

* Algunos países buscaron alternancia y el resultado fue catastrófico

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 27 de junio * Varios partidos que han ostentado el poder en diversas partes del mundo están en un proceso de desmoronamiento, como son los casos de India, Italia, Japón, Argelia y México, países en los que la derecha busca derrocarlos bajo el argumento de la alternancia, con lo cual logra obtener el apoyo de algunos sectores de izquierda, pero esto no necesariamente ha resultado en un cambio fundamental en la democratización de esas naciones, sostiene el profesor Immanuel Wallerstein.

El internacionalmente reconocido intelectual y estudioso del cambio en los sistemas políticos ofreció este análisis en entrevista con La Jornada, que le preguntó sobre el contexto mundial e histórico de la elección mexicana. "Los viejos partidos de un sistema electoral que dominan el escenario tienden a desmoronarse con el tiempo: el PRI se está desmoronando", comentó.

Sin embargo, duda que esta coyuntura electoral en México represente un "momento histórico", que es cuando se está al borde de algo realmente nuevo. Así, Wallerstein no acepta la lógica de que este sea un momento clave en el que se debería votar por el PAN con el único propósito de sacar al PRI del poder.

El teórico político, quien dirige el Centro Fernand Braudel en la Universidad Estatal de Nueva York, dijo que se podría imaginar una coyuntura en la que la alianza entre PAN y PRD podría resultar en un avance para las fuerzas progresistas en México, pero ese no es el caso hoy día.

"El PRI es un partido cansado y corrupto que se ha movido constantemente hacia la derecha, pero, a pesar de todo, aún cuenta con mucho apoyo popular por su historia y tradición", indicó Wallerstein. "Pero, ciertamente, no puedo comprar el argumento de que esta es una oportunidad de oro en esta vida, y si no se utiliza jamás regresará ųque parece ser el tono (de algunos argumentos esgrimidos en México y el exterior). No creo que el PRI tenga un futuro dorado; para nada. Se está pudriendo y continuará haciéndolo".

Aunque rechaza que el PAN pudiera ser definido como "fascista", Wallerstein opina que más bien es "un partido neoliberal estándar". Muchos, añadió, "sospechan de Fox; no inspira ninguna confianza de que sus políticas serán mejores que las que Labastida promovería en el poder, y podrían ser aun peor.

"Lo que uno obtendría al votar por el PAN es exactamente lo que la gente está objetando de las políticas de Zedillo, sólo que un poco peor, porque habría menos para los sindicatos y avanzaría aún más la integración con la economía mundial, y de una forma mucho más rápida", opinó.

"Claro que sacaría un número de políticos corruptos, pero a veces los políticos corruptos de ayer son menos avariciosos que los políticos corruptos de mañana", estimó.

"Sacar al PRI no es algo como sacar a (Anastasio) Somoza o algo parecido", argumentó Wallerstein en referencia a una posición de la izquierda. Al tricolor, dijo, "no lo puedo colocar en una categoría de un partido que se debe sacar a toda costa (del poder)", por lo que subrayó que no son convincentes los argumentos de que esta coyuntura representa una oportunidad única para quitar el poder a un partido que se ha mantenido en él más de 70 años.

"No es como si el PRI fuera un partido joven y vigoroso. Y tampoco es como si ganara por un margen reducido esta vez, podrá consolidarse y mantener el poder otros 30 años, o aun los próximos 10. Creo que saldrá temblando (de este proceso electoral) aun si gana por un margen reducido".

Para Wallerstein, los costos de permitir el ingreso de un Fox al poder son demasiado altos. "Me parece que el partido de Cárdenas no es insignificante, creo que su desempeño es peor esta vez que hace dos elecciones, por todo tipo de razones, pero aún tiene vida y futuro".

El PRD, indicó, podría haber perdido apoyo entre algunos sectores populares, y sus líderes no siempre han sido "políticamente brillantes". El del sol azteca "no es un partido perfecto, de ninguna manera, pero, personalmente, si yo fuera mexicano votaría por él. No me puedo imaginar votando por Fox.

"Lo que le queda hacer a la izquierda es crear un polo atractivo fuerte. La izquierda mexicana es algo muy dividido. Tal vez lo más importante es la relación del partido de Cárdenas con los movimientos sociales, como el de Chiapas y los estudiantes, si eso pudiese consolidarse aún más".

El profesor de sociología, que imparte cátedra en la Universidad de Yale, es autor de más de 30 libros y posee doctorados honorarios de varias universidades, entre ellas la UNAM, estimó que es difícil establecer paralelos de la coyuntura mexicana con otros países.

Wallerstein consideró que tal vez el caso de India tiene algo parecido hace 12 años, cuando se sacó al Partido del Congreso tras décadas en el poder. "Había gente que ofrecía argumentos en favor del BJP iguales a los que hoy se hacen en pro del PAN. Lo más importante era sacar al Partido del Congreso y obtener la alternancia. šQué importaba si eso resultaba en que el ala derecha tuviera el poder!", cuenta Wallerstein.

"Ahora hemos tenido al (otrora opositor) BJP en el poder, y no ha hecho nada diferente a lo del Partido del Congreso. No ha sido peor, pero tampoco mejor, y eso no ha fortalecido a la izquierda".

Para Wallerstein ese es el punto central: Ƒquitar al partido en el poder fortalece o no a las fuerzas por un cambio real, o por lo menos abre un espacio para ese cambio?

"Hay muchas ocasiones en las que el menor de dos males tiene mucho sentido, y todo lo demás es una tontería. Muchas veces en que la izquierda debería mantener a toda costa sus principios. No hay una regla general", comentó. Señaló que algunos argumentos parecidos se promovieron en Argelia en torno a quitar el poder al FLN, que como muchos de estos partidos, entre ellos el propio PRI, surgieron de movimientos sociales de cambio o de liberación nacional, pero que después se estancaron en el poder.

Algunos izquierdistas, dijo, decidieron apoyar a los fundamentalistas islámicos con la idea de la alternancia, pero el resultado ha sido catastrófico.

En muchos casos que se han dado en la historia reciente, "la derecha entra en nombre de la democracia, por su posición en favor de la alternancia: todo muy democrático. Pero lo que quiere es ser lo más cercano posible que le permitan las condiciones locales a un gobierno tipo (Margaret) Thatcher".