MIERCOLES 28 DE JUNIO DE 2000
* Emilio Pradilla Cobos *
El voto de la esperanza
En las últimas semanas, la gente de la capital ha llegado masivamente a los actos de campaña de Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. El mitin de la UNAM, el 22 de junio, fue un acto de valentía, firmeza, decisión y convicciones políticas --inimaginables en Fox o Labastida, Silva Herzog o Creel--, protagonizado por más de 50 mil universitarios que decidieron recuperar el campus para la libre expresión de todas las ideas políticas, y mostrar que la juventud y la intelectualidad mantienen viva la esperanza de un cambio real y profundo de la sociedad mexicana.
El acto del domingo 25 en el Zócalo fue la fiesta multitudinaria de quienes creemos que ese cambio democrático sólo se puede lograr con la movilización electoral, política y social de las mayorías oprimidas, explotadas y empobrecidas por el régimen económico y político actual, y que hoy esa vía la encarnan Cárdenas, López Obrador y los demás candidatos de la Alianza por México.
Igual postura han manifestado millones de mexicanos en los actos multitudinarios presididos por Cárdenas en distintos lugares del país en la última fase de su campaña por la Presidencia. Estos mexicanos no han oído los engañosos cantos de sirena de Fox, el PAN y los políticos e intelectuales recién llegados a sus filas, que postulan que lo fundamental hoy es sacar al PRI del poder, sin importar sustituirlo por la extrema derecha, el Estado-empresa, la mojigatería, la incultura, la mentira como herramienta, la política hecha circo, el neoliberalismo aderezado con populismo de derecha, y otras formas de la misma corrupción priísta, que encarnan Fox, el PAN y su Alianza por el Cambio. Su necedad y sordera interesada les impide oír las voces de la gente, el rechazo de Cárdenas y la Alianza por México a cualquier forma de declinación o "voto útil"; y los análisis políticos que nos dicen que no se trata de "cambiar" para que todo siga igual, o peor, con el PAN y Fox. En el Zócalo, Cárdenas y López Obrador ratificaron con energía este rechazo, con el apoyo de más de 200 mil voces.
López Obrador ha sumado con tesón las condiciones para ganar por amplio margen la jefatura de Gobierno del DF. La campaña de Cárdenas tuvo un franco y sostenido ascenso en las últimas semanas. Fox, Labastida y sus partidos derrochan millones de pesos, cuyo origen dudoso o ilegal ambos se reprochan, en una hostigante campaña publicitaria; y muestran que comparten la misma cultura política del engaño y la demagogia.
Aun si aceptáramos la tesis foxista de que Cárdenas ya no puede ganar, lo que sólo las urnas pueden decir, estamos convencidos de que hay que votar por López Obrador, Cárdenas y la Alianza por México, porque sólo manteniendo un polo parlamentario muy importante, un partido sólido y liderazgos fuertes, con posiciones democráticas probadas, opuestas al régimen de partido de Estado y a la política neoliberal PRI-PAN, se podrá mantener la lucha por la democracia real, que las otras dos opciones no buscan ni garantizan, y frenar las tentaciones autoritarias propias de Labastida o Fox y sus partidos.
Quienes afirman que la tarea ahora es derrotar a Labastida y al PRI, aunque sea cambiándolos por Fox y el PAN, porque la Alianza por México y sus candidatos no van a reemplazar al capitalismo por el socialismo, caen en una grave contradicción: su posición ultra los lleva a cargar ladrillos a la ultraderecha, a alejar cada vez más su objetivo y, peor aún, a confundir y engañar a los millones de desheredados y excluidos por los que dicen luchar. Por ello, reiteramos nuestro llamado a votar por Cárdenas y López Obrador, la Alianza por México y todos sus candidatos, para seguir construyendo un sólido movimiento democrático, de izquierda, con amplia base popular y un programa de cambios económicos, sociales y políticos
profundos.
Preferimos votar por la esperanza de un nuevo rumbo para lograr un futuro distinto, en lugar de aceptar el pragmatismo de que sólo Fox y la derecha recalcitrante nos pueden liberar del PRI.