LUNES 26 DE JUNIO DE 2000
* Ya no se nos ve como chavas reventadas, dice
Barrales: dignificar la labor de los sobrecargos, legado de la huelga
* La directiva sindical prepara emplazamiento para Mexicana
Fabiola Martínez * La directiva sindical de los sobrecargos prepara ya un emplazamiento a huelga para la empresa Mexicana de Aviación, alentada en la fuerza que le dejó una huelga de 13 días sometida por el gobierno a través de la requisa y que, sin embargo, arrojó resultados exitosos para este gremio.
Alejandra Barrales Magdaleno, lideresa de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), señala en entrevista que el principal legado de la huelga en Aeroméxico fue dignificar el trabajo de los sobrecargos: ''Somos un sindicato pequeño, mayoritariamente integrado por mujeres, al que ahora se le ve como una organización de gente seria y no como un grupo de chavas reventadas''.
Reactivar el movimiento obrero
Pero lo más importante de esta lucha, afirma la joven dirigente, es abrir la puerta para reactivar al movimiento obrero del país a través de la solidaridad e incluso ''echando mano de la imaginación'', lo mismo para hacer valer el legítimo derecho de huelga que para defender la libre decisión de los trabajadores de afiliarse al sindicato que mejor les convenga.
ųƑRealmente hubo un avance para los sobrecargos tras la huelga en Aeroméxico? ųse le pregunta.
ųSí, definitivamente. Al principio la empresa nos daba 2.4 por ciento en prestaciones y al final obtuvimos cerca de 5.75 por ciento; Aeroméxico tampoco estaba dispuesta a costear, por ningún motivo, la guardería y finalmente eso se dio junto con el plan de jubilación; ahí hay una ganancia muy clara. Con todo, el punto más importante fue la dignificación para nuestra profesión. Cuando voy a diferentes lugares, me da gusto que ahora tienen una visión diferente de las y los sobrecargos. Hay quienes me han dicho que pensaban que éramos un grupo de chavas reventadas, pero se dan cuenta que no, que somos gente seria que solamente quiere se dignifique su trabajo.
ųƑEl gobierno les advirtió en los días previos a la huelga que habría requisa?
ųEl subsecretario del Trabajo (Javier Moctezuma Barragán) me mandó llamar para decirme que no habría requisa y me comentó las implicaciones de una huelga. Ese fue el comentario, no habrá requisa. Sin embargo, en nuestra asamblea analizamos todos los escenarios y la gente estuvo dispuesta a llegar hasta donde fuera necesario.
ųPosteriormente Ƒde qué manera influyó la advertencia de un paro nacional en un ambiente de huelga requisada?
ųA partir de nuestra decisión cambió inmediatamente la actitud de la empresa y del gobierno. Empecé a percibir verdadero interés por mediar y conciliar, situación que no habíamos visto en 12 días de huelga. En el último día nos pidieron no salir, continuar las pláticas, no retirarnos de la mesa de negociación; fue entonces que la empresa empezó a manejar otras opciones, es decir, hubo una actitud totalmente diferente a la de días antes, cuando los directivos empezaron a enviar mensajes no sólo a nosotros, sino a todos los trabajadores del sector, para desalentar el uso de la huelga.
ųƑPor qué insistieron en convocar a un paro nacional?
ųLos que estamos obligados a ver un poco más allá entendimos que la posibilidad de organizar un paro deja activada una herramienta importante para las luchas obreras en este país. Creo que abrimos una puerta en ese sentido.
ųƑCuál es su opinión respecto de la figura de la requisa?
ųEl gran problema de la requisa es que se aplica con discrecionalidad y se convierte en un criterio de una sola persona, quien decide si un movimiento de huelga pone en crisis al país. Ese fue el argumento que nos dieron, que nuestra huelga atentaba contra la economía nacional, situación que no tiene punto de referencia; definitivamente, no está correctamente dimensionado. La requisa es anticonstitucional y por ello vamos a trabajar en el Congreso para su eliminación.
ųƑConsidera que su movimiento deja un precedente para ese objetivo?
ųHabrá que ver cómo queda la correlación de fuerzas en la próxima legislatura, pero la participación ciudadana es muy prioritaria, porque necesariamente tenemos que imprimir un cambio. ASSA ha sido un sindicato testigo y víctima de la falta de objetividad y de respeto hacia las luchas de los trabajadores. Hemos padecido, como en el caso de los sobrecargos de TAESA, el manejo arbitrario de las cosas. Por supuesto, todos los motivos que hemos visto y de los que hemos sido testigos nos hacen decir que ya estamos hartos y que necesitamos buscar un cambio. En ese sentido, los sobrecargos sí dimos un ejemplo del que pueden echar mano los sindicatos en las próximas luchas; un ejemplo del que se puede echar mano de la solidaridad, de la imaginación e incluso de buscar estrategias internacionales y hasta de mercadotecnia, como fue el caso de afectar la venta de boletos de la aerolínea ųseñala.
ųƑQué evaluación haría de su trabajo al frente de los sobrecargos?
ųEn los hechos, los sindicatos grandes lo perciben como un reto; muchas organizaciones dicen abiertamente: si ellas pueden o ellas pudieron por qué nosotros no lo vamos a hacer, y creo que ello nos ubica en ser ejemplo de que es posible estallar una huelga y hacer valer nuestros derechos, incluso como una posibilidad de acercamiento con otras organizaciones con las que no hemos convivido, como es el caso de la CROC. Por mi parte, yo creo en los ideales: en no permanecer callados, en no actuar como si aquí no pasara nada, al contrario, creo que debemos pelear con empeño.
ųEntonces Ƒes posible reactivar el movimiento sindical o esa situación es lejana?
ųSí es viable pensar que el sindicalismo retomará su función que abandonó durante muchos años. Para mí es un ideal, pero estoy convencida de que los ideales se pueden alcanzar. Alguna vez vi muy lejana la posibilidad de transformar mi sindicato y de que una mujer pudiera llegar a la secretaría general. No le doy gusto a todo mundo, pero aquí estaremos dando la lucha hasta el 2002.