LUNES 26 DE JUNIO DE 2000
* Destinará más de 7 millones de dólares a 150 organismos internacionales
Insta la ONU a rehabilitar y reparar económicamente a víctimas de tortura
* En América Latina, el índice de casos, así como la impunidad, van en aumento, señala
Kyra Núñez, corresponsal, Ginebra, 25 de junio * Al celebrarse mañana lunes 26 de junio el Día Internacional de Apoyo a Víctimas de Tortura, el Alto Comisionado para Derechos Humanos y los titulares de los organismos que combaten este flagelo humano hacen un llamado especial para enfatizar la reparación económica a las víctimas, recordándoles a todos los gobiernos del mundo que ''la tortura es un crimen internacional, practicado a gran escala y bajo instigación o con el consentimiento directo de órganos gubernamentales'', y se les exige acabar con su impunidad.
En esta tercera jornada ųestablecida por la ONU en 1997ų la titular del Alto Comisionado, Mary Robinson, ha aprobado un presupuesto récord de 7 millones 200 mil dólares del Fondo de Contribuciones Voluntarias para subvencionar los programas anuales de 150 organismos internacionales que tienen como tarea principal ofrecer ayuda médica, sicológica, social, económica, jurídica y humanitaria a las personas torturadas o a los familiares de víctimas; no menos de 60 mil personas han sido tratadas.
En México, dos organizaciones, el Centro de Estudios Fronterizos y de Promoción de Derechos Humanos, de Tamaulipas, y la filial de la Asociación de Cristianos contra la Tortura, recibirán nuevo apoyo, informó a La Jornada Daniel Premont, secretario del citado Fondo para América Latina. La lista provisional incluye a las Abuelas de la Plaza de Mayo y al Centro para la Defensa, la Salud, la Etica y los Derechos Humanos, en Argentina; la Comisión de Derechos Humanos, de El Salvador; Se da Vida y la Fundación Social, de Colombia, y el Centro de Salud Mental y de Derechos Humanos, de Chile.
Premont agregó que en América Latina, en 1999, se evidenció un aumento de casos que solicitan la ayuda médica en Chile y Argentina: ''el arresto y proceso que se le ha seguido al general Augusto Pinochet hizo revivir en muchas víctimas los horrores pasados hace 30 años''.
''El grave problema para las víctimas de tortura y de sus familiares en América Latina es la impunidad de los casos, por ello, en esa región, es de suma importancia darles asistencia legal y jurídica; los organismos que reciben la subvención del fondo trabajan acorde con esta premisa'', dijo.
Según Premont, los 7 millones no cubren el total de las demandas recibidas, que son del orden de 11 millones, pero es una cantidad récord explicable por el alto número de demandas de ayuda para rehabilitación; ''no es que haya más torturados sino que posiblemente hay más apertura para salir a luz pública a solicitar una terapia, que la existente en 1982 cuando la ONU inició este tipo de asistencia'' explicó Premont.
En efecto, a partir de la creación del fondo en 1981, la cantidad manejada fue de apenas 50 mil dólares en 1982 que, para 1994 llegó a 3.7 millones; a partir de 1998 ésta ha ido en aumento sostenido hasta totalizar, este año, poco más de 7 millones de dólares.
Los tres primeros donantes al fondo son Estados Unidos (5 millones este año), la Comunidad Europea y Japón, dijo Premont. Según el funcionario, no es un sarcasmo que sean los Estados quienes mantengan el fondo y contribuyan a la rehabilitación de las víctimas, citando tres argumentos: Primero, los gobiernos cambian y en muchos casos, los nuevos han reconocido la existencia de tortura en épocas precedentes, como se ha visto en Europa, América Latina, Africa y Asia; segundo, cada gobierno se ve confrontado con la necesidad de ofrecer ayuda varia a las víctimas. En Estados Unidos solamente, no menos de 50 organismos trabajan en esta actividad; en Gran Bretaña son miles los torturados, refugiados, asilados, que son tratados en centros médicos especializados; en Suiza tan sólo, el Hospital Cantonal de Ginebra asiste a cientos de kosovares y bosnios que sufrieron durante las guerras. Y en tercer lugar, que existe una coordinación entre los gobiernos y el Alto Comisionado de Derechos Humanos, el Comité de la ONU contra la Tortura, el Relator Especial contra la Tortura y el Fondo de Contribuciones Voluntarias para Víctimas de la Tortura, a favor de rehabilitar a las víctimas, porque ''el trauma es, definitivamente, curable'', afirmó.
Parte de esa curación se da a través de una terapia artística y sus resultados son vistos, a partir de mañana 26, en una exhibición de 150 obras de pintura, escultura, diseños y tapices en la Casa de los Derechos Humanos de Ginebra, que será inaugurada por Robinson, acompañada de Helen Bamber, de la Fundación Médica de Londres, y de Eric Sottas, de la Organización contra la Tortura, de Ginebra.
Premont insistió asimismo que va en aumento la concientización estatal de legislaciones que específicamente reconozcan la tortura como una incapacidad real; en Estados Unidos, Chile y Argentina, por ejemplo, las víctimas son legalmente identificadas como víctimas de un desorden de estrés pos traumático.