Cientos de futbolistas, aún sin equipo; siguen los abusos
Draft, la otra tormenta en Acapulco
Marlene Santos A., enviada, Acapulco, Gro., 20 de junio * Carlotta, que hoy afectó este puerto, no fue el único huracán, pues en el mundo futbolístico también se desató la tormenta. En el revuelto mar los peces grandes salieron mejor librados, pero la inmensa mayoría de los casi 500 futbolistas que arribaron al draft con la esperanza de contratarse con algún equipo, está a la deriva.
Luis García, vía su representante José Manuel Sanz, amenzó con llevar su caso ante la Federación Mexicana de Futbol y acusó a Chivas de querer perjudicarlo por fijar el precio de su carta en 2.5 millones de dólares, cifra que desalentó el intento de compra del Morelia.
No obstante, Octavio Hernández, directivo del Guadalajara, replicó: "Nosotros ya perdimos con Luis, porque lo compramos en 3.5 millones de dólares y no rindió. Es mentira que deseemos perjudicarlo, somos los primeros interesados en que juegue. Irapuato lo quería a préstamo, pero Luis no quiso ir argumentando 'razones personales'. Si se queda en Chivas será con un contrato por rendimiento, šy aguas!, porque todos los clubes vamos a empezar a manejar este tipo de arreglos", advirtió.
Este día fue difícil transitar por los pasillos del lujoso hotel sede del mercado de piernas. Cientos de futbolistas, muchos más que en los días anteriores, saturaron el lobby aferrados al sueño de obtener un contrato en la Primera División A, para varios la última esperanza. Algunos tenían un aire tranquilo, como el portero Adrián Chávez, vieja gloria del América. Sin embargo, la gran mayoría eran la viva imagen de la angustia. Y los promotores Miguel Angel Zelada, Fabián Rosas, Roberto de Pietri, Hugo Gularte, Guillermo Lara y otros más, en un momento estaban rodeados de jugadores y al instante ya hablaban al oído a algún directivo.
Otros casos sonados fueron el de Antonio Mohamed y Jaime Ordiales. El primero evitó ser recomprado por Toros Neza y, con tal de no jugar en el circuito de ascenso, se arregló con el León. De súbito el argentino se convirtió en socio de Roberto Zermeño, quien no tenía dinero para comprarlo. Este, que adeuda un mes de sueldo a sus jugadores, hizo el anuncio jubiloso: "Mohamed es un jugador extraordinario, será un imán de taquilla".
"Me prestaron a Martín Zúñiga y Jaime Ordiales se queda, chequen la alineación, voy a tener un equipazo para competir", exclamaba eufórico en cada entrevista.
Ordiales había sido transferido de los Panzas Verdes a Tecos, pero a la hora de hablar de su salario se fue de espaldas: "Me maltrataron, parecía que me estaban haciendo un favor y me ofrecieron menos de la mitad de lo que ganaba en León. Y no es por el dinero, lo que pasa es que ya una vez jugué en Tecos, donde fui campeón, pero los Leaño son gente ventajosa, los conozco perfectamente. A pesar de los problemas económicos del equipo, prefiero quedarme en un club que respeta mi dignidad de persona", explicó.
Agregó que lo ideal es que cada club maneje sus adquisiciones de común acuerdo con el jugador. "Fíjate, Tilón Chávez quiere seguir en Chivas, ahorita está de vacaciones y ya le están informando que se presente en Monterrey. Al directivo le conviene, acuérdate cuando Ramón Ramírez quería quedarse en Guadalajara y lo obligaron a ir al América: lógico, no rindió", expuso el mediocampista.
Situaciones similares vivieron decenas de jugadores sin mucho renombre, e incluso el representante de Luis García paladeó la perspectiva como si estuviera ante un platillo exquisito: "Esto está como para poner un bufete de abogados".
Adrián Chávez reveló que tomó sus previsiones y no sufre por lo económico, tiene título de técnico desde 1989, pero a sus 37 años aún siente el gusanito por jugar.
"Lo haría hasta en el barrio... No me siento humillado por estar aquí, ya una vez jugué en Cruz Azul Hidalgo, pero me da tristeza ver este drama. Es real. Mira, si el jugador profesional sabe administrar sus 50 o 60 mil pesos que gana al mes --y te hablo del sueldo más bajo--, con cinco años de buen rendimiento arregla su futuro. Desgraciadamente, y sobre todo el futbolista mexicano, no sabe aprovechar su mejor momento y no ahorra.
"He visto jóvenes que si ganan 100 pesos gastan 150, que en vez de comprar una casa se compran el mejor coche del año. Yo tuve compañeros que me dieron buenos consejos y supe escuchar. Pero muchos no oyen, y sobre todo porque cuando eres chavo te vale, te quieres comer el mundo. Es diferente el problema de los que nunca han tenido oportunidad de ganar bien, obsérvalos, esos son los más preocupados", indicó.
Humberto González, ex defensa de León, Neza y Morelia, tampoco había logrado un arreglo y reflexionó: "El futbolista cuando tiene equipo vive en una esfera de cristal. Viajas en avión, tienes los mejores hoteles, médico a la mano, la mejor comida y un buen sueldo; la gente te pide autógrafos y te sientes alguien diferente al resto de todos, incluso algunos jugadores muy famosos son déspotas con su público, y es que viviendo así es fácil perder piso.
"Este momento amargo (quedarse sin contrato) nos vuelve a la realidad. Somos como cualquier persona; hasta te diría que nos ayuda a madurar".