LUNES 19 DE JUNIO DE 2000
Ť Es un intento de golpe político opositor: diputada Carrió
Grave descenso de la popularidad de De la Rúa; Alianza cierra filas
Ť Beneplácito en Argentina por el arresto de Víctor Alderete
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 18 de junio Ť La gobernante Alianza pareció cerrar filas en torno al presidente Fernando de la Rúa, cuya imagen sufrió una fuerte caída en los últimos meses, ante las maniobras de la oposición peronista en el Senado.
La diputada Elisa Carrió, quien encabeza un sector de la Alianza descontento con el reciente ajuste fiscal que incluye la reducción de salarios y despidos, dijo a la prensa que en la Cámara Baja se rechazará el intento de "golpe político de la oposición".
El Senado, controlado por el opositor Partido Justicialista (peronista), pronunció un sorpresivo cambio al plan de ajuste que venía apoyando, al disponer la anulación de los decretos presidenciales que establecen los recortes en el gasto público exigidos por el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, fue durante los diez años de gobierno del neoperonista Carlos Menem que se utilizaron una y otra vez los decretos de necesidad y urgencia para imponer duros ajustes que dejaron al país en quiebra y, además, con 10 mil millones de dólares en déficit fiscal para el gobierno de la Alianza que asumió el poder en diciembre.
"Los disidentes (de la Alianza) no jugamos a la 'ruleta rusa' con las instituciones. No nos prestamos al juego de la oposición", dijo Carrió, quien junto a unos 10 legisladores se opone al recorte presupuestario por casi mil millones de dólares, y que parece continuar con la ortodoxia neoliberal de diez años de menemismo y agravar el problema del desempleo en lugar de solucionarlo.
Al parecer, los dos ajustes que en sólo seis meses de gobierno ha implementado De la Rúa han provocado, además de elogios en Estados Unidos, la caída de la popularidad del mandatario.
Sólo una tercera parte de las personas encuestadas por la firma Graciela Romer y Asociados en Buenos Aires aprobó la gestión del presidente, que en marzo contaba en cambio con un 50 por ciento de la aprobación.
La imagen positiva de De la Rúa (41 por ciento) quedó por debajo de la del peronista Carlos Ruckauf, gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien tendría 44 por ciento.
El sondeo, publicada por el diario La Nación, sostuvo que los argentinos consideran como los problemas más graves el desempleo, la inseguridad, la pobreza, la educación, y la corrupción, entre otros.
Además del descontento ante los duros ajustes y la difícil situación económica, muchos todavía esperaban un paso más ágil en la prometida lucha contra la corrupción que caracterizó la gestión de Menem. Pero en este caso al menos la detención, la víspera, de Víctor Alderete, ex director del servicio médico a jubilados PAMI, despertó esperanzas.
"El primero", fue el titular de portada de la víspera del diario Página 12, que lo acompañó con una fotografía de Alderete, un allegado a Menem que fue alguna vez socio en empresas de criminales de la última dictadura militar como Guillermo Suárez Mason y el ex jefe de policía de Buenos Aires, Ramón Camps, ya fallecido. Adelantándose a otros eventuales juicios, el ex presidente Menem había dicho que cualquier actuación judicial contra sus ex funcionarios iba a ser interpretada como persecución política.
El caso Alderete es sólo la punta del iceberg, porque siguen sin cerrarse temas tan graves como la venta ilegal de armas argentinas a Croacia y Ecuador, las facturaciones fraudulentas de la empresa estadunidense IBM con el Banco de la Nación, y serias irregularidades en las privatizaciones, que dejaron sin patrimonio al país.
María Julia Alsogaray, ex secretaria de Medio Ambiente de Menem, también podría caer en manos de la justicia, pues tiene casi tantas causas en su contra como Alderete, entre ellas una por haber pagado a una empresa 10 millones de dólares por una deuda que en realidad nunca existió.
La inclusión de Alsogaray en el gabinete menemista fue un golpe para el peronismo más auténtico, ya que la familia de la ingeniera participó en el derrocamiento de Juan Domingo Perón en 1955 y colaboró con las dictaduras que se sucedieron. Todos se preguntan ahora si con la detención de Alderete ha llegado finalmente el comienzo del fin de la impunidad.