LUNES 19 DE JUNIO DE 2000
Ť En la arquitectura hay que llevar la identidad propia a la expresión internacional, indica
Ruy Ohtake, la libertad del trazo brasileño
Ť Autor de complejos urbanos, muebles y pequeñas residencias, el constructor se encuentra en México
Merry Mac Masters Ť Ruy Ohtake (Sao Paulo, 1938) juzga su arquitectura como "auténticamente brasileña". Pero, Ƒcuáles son las características constructivas del país de la samba?: "Es una arquitectura hecha con mucha libertad de trazado, donde la creatividad es el conductor y la tecnología un instrumento para el arquitecto -explica-. Usamos formas no habituales, sorprendentes, que son curvas. Trabajamos con llenos y vacíos, con claros y oscuros. Pretendemos hacer una arquitectura más sorprendente, más ligera, con una expresión de libertad más visible. Para los que viven dentro de esas construcciones, como no hay mucha división interna, eso les da una sensación de espacios más generosos, más integrados con la relación interior/exterior. Esto permite que la arquitectura brasileña sea fácilmente reconocida dentro del panorama mundial".
Autor de alrededor de 200 obras que van desde muebles y pequeñas residencias hasta complejos urbanos, Ohtake asegura que en la época de la globalización las culturas regionales importantes no deben asistir a este fenómeno viéndolo pasar. "Tenemos que intervenir en la globalización haciendo que incorpore expresiones importantes como la mexicana y la brasileña", afirma. Esto significa que "no hay que copiar" a la arquitectura de fuera: hay que lle- var la identidad propia, mexicana o brasileña, a la expresión internacional.
Desde sus días estudiantiles en la Universidad de Sao Paulo, Ohtake se vinculó con Oscar Niemayer, a quien considera el arquitecto más importante de Brasil en este siglo: "Desde estudiante me interesó mucho estudiar sus obras, saber sus pensamientos. No tenía coche, así que me iba en camión a Río de Janeiro, en aquel entonces un viaje de seis horas. Como no podía pedir una cita, porque era un estudiante, me quedaba esperando en su oficina hasta que se desocupara para platicar con él 15 minutos. El se asustaba mucho. Yo venía desde Sao Paulo, entonces me invitaba a cenar, todo un honor para mí".
Con el tiempo se hicieron muy amigos. Además, Ohtake trabajó en cuatro proyectos de Niemayer, dos para Brasilia, uno para Sao Paulo y otro para Río. Hay quienes dicen que la obra del paulista es la continuación de la del carioca. "Puede ser", plantea Ohtake, porque en su opinión ambos forman parte de una misma línea de arquitectura brasileña que se preocupa por la fuerza de la forma, así como por los problemas sociales brasileños, que son "muy parecidos" a los de México.
Una lección de simplicidad
La lección que más recibió de su maestro fue de simplicidad, tanto en lo personal como en la forma de traducir lo que estuviera en su cabeza. A Niemayer, añade, no le gustaba hacer proyectos complicados, sino aquellos de percepciones muy simples. Para Ohtake esta capacidad de hacer un proyecto de líneas simples, a la vez que claras y definidas, hace de Oscar "uno de los arquitectos más importantes del mundo".
Siempre hay diferencias. Si Niemayer tenía un gusto por el concreto armado, Ohtake no lo ve como el "único material". También emplea el vidrio, el acero, el cobre, el ladrillo e incluso el bambú.
Lo importante, apunta, no es el material, sino la forma contemporánea y un buen espacio. Acota: "podemos hacer una guardería en la periferia para personas muy pobres, con materiales muy simples, pero procurando dar una dignidad al tratamiento del espacio. Los chicos saben sentir". Si el hormigón es sinónimo del blanco, Ohtake también emplea mucho colorido en su obra, colores fuertes como el rojo, amarillo y el azul.