LUNES 19 DE JUNIO DE 2000
* Inhibir el voto opositor, el fin, dicen habitantes
Acusan al Ejército de hostigar a perredistas de El Bosque
* Militares ingresan en las comunidades ''para buscar droga''
Hermann Bellinghausen, enviado, San Juan El Bosque, Chis., 18 de junio * El trayecto que va del entronque Puerto Caté a Simojovel, a través del municipio San Juan de la Libertad (El Bosque), se volvió estos días ruta de primera prioridad para las tropas y cuerpos de elite del Ejército federal. Han ingresado en numerosos ejidos y comunidades de este municipio, y de Simojovel, creando un ambiente de gran tensión, perceptible aun bajo la impenetrabilidad tzotzil, capaz de parecer alegre cuando uno menos lo esperaría.
Tan sólo hacia Simojovel se desplazaron más de mil efectivos del Ejército federal, y han incursionado en Belén, José Isidoro, Yuquil, Luis Espinosa, San Francisco, Las Pilas, San Cristóbal, La Gloria, El Vergel, Campo Las Granjas, Benito Juárez, La Ilusión y la cabecera de Simojovel. Emma Toledo Villa, secretaria de Derechos Humanos del PRD estatal, lo denunció ayer en Tuxtla Gutiérrez, aseverando que los soldados hostigaron a los perredistas de esas comunidades. Los campesinos del PRD dicen que la intención es inhibir el voto opositor.
Toledo aseguró que las tropas han ingresado a estos poblados "bajo el pretexto de que van en busca de droga. Es muy extraño que lo hagan precisamente a unos días de las elecciones federales, en los poblados habitados por perredistas".
Bajo las intensas lluvias, decenas de familias de El Bosque y Simojovel han buscado refugio en la intemperie de las montañas.
Las comunidades de los municipios autónomos San Juan de La Libertad, San Andrés Sacamch'en y Magdalena La Paz, en el nudo geográfico del territorio tzotzil, tanto de bases de apoyo del EZLN como del PRD, han sido hostigadas desde los últimos días de mayo por agentes de seguridad pública del estado, Policía Federal Preventiva (PFP) y Procuraduría General de la República (PGR). Antes de la matanza de policías en Las Limas, los agentes hablaban de estar buscando plantíos de mariguana; para ellos, todo indígena era sospechoso.
Procedentes de Chalchihuitán, los policías recorrieron las cañadas de Magdalena La Paz y El Bosque. Desde entonces, las autoridades autónomas alertaron sobre lo que estaba pasando.
A partir de los hechos de Las Limas, los accesos a El Bosque, de Puerto Caté a Simojovel, quedaron copados por el Ejército federal.
Quiénes son los violentos
Con deliberada ambigüedad, los voceros del gobierno estatal, en particular el procurador, insisten en culpar de la emboscada a los zapatistas "o grupos afines", poniendo en duda el deslinde público del EZLN. La investigación de la emboscada, como sea, fue "atraída" por instancias federales, así que, como ocurrió después de Acteal, el gobierno estatal es sólo "coadyuvante", y espectador.
Las evidencias existentes con anterioridad respecto a plantíos de mariguana recaen, todas, en predios propiedad de priístas, muchos de ellos señalados como paramilitares. El Ejército federal ha quemado sembradíos de droga en Los Plátanos, pero nadie allí fue detenido.
Quienes se pasean armados incluso por la carretera, no son los civiles zapatistas o perredistas, sino los priístas de la cabecera municipal y Los Plátanos.
No obstante, las amenazas y presiones de las policías y los soldados recaen mayormente sobre los autónomos de esta región que une los Altos con la zona norte.
En todo caso, hablar aquí de "narcotráfico" se antoja excesivo. El verdadero narco de Chiapas opera en la selva fronteriza, entre Benemérito de las Américas y Marqués de Comillas, donde no sólo se cultivan drogas, sino que se efectúa parte del tráfico internacional de estupefacientes. Todo eso, fuera de la zona de conflicto.
En San Juan y Simojovel, el problema principal son más bien los civiles armados que se exhiben junto con la policía; algunos tienen campamentos policiacos en sus propios poblados, como ocurre en Los Plátanos. El problema de los cultivos ilegales se da por añadidura.
Se dice que habría este tipo de plantaciones en San Juan, Huitipán y Simojovel. La región, que ya estaba militarizada antes del pasado 12 de junio, ha sido un lugar de conflicto y temor.
En ocasiones, la policía estatal no ha sido ajena al consumo de la droga ilegal. Baste recordar, como mínima evidencia, lo ocurrido en San Pedro Mixtalucum hace unos tres años. Después de un ataque violento de Seguridad Pública sobre dicha comunidad, encabezado desde un helicóptero por el entonces procurador Jorge Enrique Hernández Aguilar, la población permaneció ocupada varios meses por la fuerza pública. La presión de la sociedad civil nacional y los organismos de derechos humanos hizo que Seguridad Pública se retirara.
Al poco tiempo, de los costales de tierra en las barricadas que dejaron los policías tras de sí, empezaron a brotar, espontáneamente, pequeñas plantas de mariguana.
Todavía el viernes pasado, el procurador chiapaneco Eduardo Montoya Liévano insistía en que los zapatistas y grupos afines también son investigados en relación con los lamentables sucesos de Las Limas. Su estribillo ante los reporteros que lo cuestionaban insistentemente fue: "La sociedad sabe quiénes son los violentos".
Si se piensa bien, la aparente acusación puede tener dos filos. Si no, que le pregunten a la sociedad de San Juan de La Libertad: Ƒquiénes, en su experiencia, son los violentos?