La escasa agua es acaparada por productores de leche
Comarca Lagunera: rumbo al colapso
Rosa Rojas, enviada, Comarca Lagunera, Coahuila y Durango * Esta región, otrora un vergel cuyos habitantes gozaban de un buen nivel de vida, está al borde de un colapso social y ecológico: el agua escasea para el consumo humano y para la actividad agropecuaria ejidal, pero alcanza para que los ''pequeños propietarios'' produzcan diariamente más de 4 millones de litros de leche. El denominado "neolatifundismo del agua" ha creado una situación de explosividad social.
Los efectos depredadores del modelo de desarrollo, basado primero en el monocultivo algodonero y ahora en la producción lechera, se acentuaron a raíz de la contrarreforma salinista al artículo 27 constitucional, que desmanteló primero el aparato estatal de protección a la agricultura --algunos lo atribuyen a una venganza de Carlos Salinas de Gortari por haber perdido la elección en La Laguna-- y después introdujo en el mercado las tierras y aguas ejidales. Los resultados: de acuerdo con cifras de funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), están acaparados 70 por ciento de los derechos de agua para riego de la presa de los ejidatarios y decenas de ejidos han vendido sus pozos. Los pocos ejidatarios que siembran cuentan con el líquido sólo para cultivar 6 mil metros cuadrados.
Los pequeños propietarios no siempre son tan pequeños: el propio subgerente regional de Programación de la Conagua, Mario Hernández, al explicar cuál es la forma en que se reparte el agua de las presas, mencionó: ''Entre los usuarios del distrito de riego (número 17), 65 por ciento son del sector social y el resto son empresarios. Al sector social se le da 50 por ciento de agua de su dotación de tierra, al sector privado 15 por ciento. Pero los empresarios pueden tener 100 hectáreas y los ejidatarios cuatro".
Pero no termina ahí. Dionisio Torres, dirigente campesino del ejido Pamplona de Tlahualilo, informó que el acaparamiento de tierras y aguas, que favorece a los empresarios lecheros, entre ellos a los hijos de hacendados que fueron afectados por la reforma agraria que hizo Lázaro Cárdenas en 1936, es de mayor magnitud.
Señala que en el rancho de la familia Negrete, a un lado de los ejidos Lucero y Jauja, se crían 22 mil reses. La contaminación es de tal magnitud que los habitantes de Lucero ''le pusieron una demanda en la Procuraduría del Ambiente. El dice que les compra todo Lucero, con casas y todo por 30 años, para que dejen de estarle dando lata; esa capacidad tiene el pelado".
Torres mencionó que en Tlahualilo se siembra menos de 10 por ciento de la tierra. La migración al norte es tal que la población decrece anualmente 5 por ciento y en la cabecera municipal ''de cada 10 casas que visite se va a encontrar seis vacías''.
Nadie sabe a ciencia cierta cuánta gente ha emigrado, pero es seguro que La Laguna ha contribuido a que el saldo neto migratorio, de acuerdo con cifras del INEGI, fuera en 1997 para Coahuila de menos 5.97 por ciento y para Durango de menos 20.07.
Líderes campesinos, ecologistas, activistas sociales, militantes de PRI, PAN y PRD, así como directivos de ganaderos y agricultores privados e investigadores, coinciden, con sus matices, en que se requiere un reordenamiento del modelo de desarrollo seguido en La Laguna, y cuestionan tanto a las autoridades estatales como a las federales, en cuyas acciones no hay continuidad. Incluso ha surgido un movimiento que pugna por la creación del estado de La Laguna, al considerar que así podría darse la apremiante respuesta que pide la región.
Ecologistas y activistas sociales coinciden en que debe reorientarse al sector agropecuario para disminuir la actividad lechera, utilizar el agua para impulsar un polo de desarrollo industrial no maquilador, porque esas empresas pagan poco ųentre 300 y 500 pesos a la semanaų y son altamente contaminantes, así como apoyar la siembra de cultivos más rentables. Los empresarios lecheros defienden su actividad con el argumento de que han incrementado la producción con base en la eficiencia.
Hay quienes sostienen que una solución para evitar el colapso ecológico sería traer agua de otras cuencas hidráulicas. El controvertido Plan Meva propone construir presas en el Crestón de la Sierra Madre Oriental para captar las aguas excedentes que los ríos Piaxtla y San Lorenzo llevan ahora al mar. Funcionarios de Conagua afirman que es económicamente incosteable. Su impulsor, Enrique Vázquez Avila, se queja de que nunca se ha hecho un estudio técnico que demuestre esa inviabilidad.
En tanto, en la cabecera municipal de Tlahualilo un ciclo histórico se cierra a un costado del zócalo: las ruinas de lo que fue la casa de la hacienda y las bodegas de la Compañía Colonizadora de Tlahualilo, propiedad de ingleses cuando fue afectada por la reforma agraria de Cárdenas, han quedado dentro de la alambrada que cerca la propiedad de la maquiladora OMJC Quality Apparel.
Afuera, en la esquina de las calles Hombres Ilustres y Francisco I. Madero, en un remedo de torreón que fuera base de un tanque de agua, una placa dorada, colocada en 1966, señala: ''A la memoria de las batallas revolucionarias vividas por el pueblo de Tlahualilo", firmada por el entonces gobernador de Durango, Maximiliano Silerio Esparza, y el presidente municipal, Pablo Barraza.
(Ver reportaje en la sección de Sociedad y Justicia)