DOMINGO 18 DE JUNIO DE 2000
Ť La magia existe, dice
El ilusionismo tiene poco apoyo en México: Ednovi
Juan José Olivares Ť La magia es el principal motor en el mundo de la fantasía en los seres humanos, y los ilusionistas y magos se vuelven seres mitológicos terrestres capaces de transportarnos a otros mundos. Como ejemplo tenemos a Ednovi, primer ilusionista mexicano que participará en el certamen de la Federación Internacional de Sociedades Mágicas en Lisboa, Portugal (evento que se realiza cada cuatro años en el que se selecciona a los mejores de cada país), y que se efectuará del 3 al 8 de julio.
El mago considera que en México no se le ha dado el impulso necesario a este género y que hasta cierto punto resulta paradójico que David Copperfield --no obstante que acepte que es el "mejor del mundo"-- llene el Auditorio Nacional, si en nuestro país hay magos de la misma calidad.
"Un mago es quien hace posible lo imposible". El ilusionista lo que hace es magia pero a gran escala, como levitar a una persona, "desaparecer" cosas grandes. Para Ednovi, quien se dedica a la magia corporativa, es decir, utiliza su ilusionismo de manera comercial para las empresas al hacer actos en presentaciones de productos nuevos, "el espectáculo de magia va más allá de ser un espectáculo infantil, por eso las autoridades deberían impulsarlo más. Lo que pasa es que en México la gente oye magia y cree que es sólo para niños. Oyen mago y piensan en conejitos, palomitas, y esto no es así, en este mundo se maneja el fuego, el agua, desaparecer gente, cosas grandes. También por eso la magia en nuestro país se ha estancado y marginado sólo a fiestas infantiles. Mi trabajo es arriesgado (pues hago actos de escapismo), uno se lesiona, yo estoy lastimado y necesito descanso para poder representar a México como se debe... Me gusta hacer cosas diferentes al común de los magos".
Ednovi ha actuado en varios lugares, como el Palacio de Bellas Artes, el Auditorio Nacional, el Festival del Centro Histórico (en su versión XIV) Foro Sol, en centros nocturnos como Premiere, y últimamente terminó una temporada en el teatro Cuauhtémoc.
--ƑEs difícil conseguir todos los aparatos? ƑCualquier persona puede ser ilusionista?
--El ilusionismo es caro. Una caja te puede costar 10 mil dólares. Alguien que se dedica a esto debe tener mucha lana o mucha pasión para hacerlo, obviamente mi caso es el segundo, y sólo trabajando por más de 20 años pude conseguir algunos buenos trucos. Todo lo que ganaba lo invertía. Pero lo más importante es poder conseguir una sello propio. Si por ejemplo estoy acostado en mi cama y se me ocurre un nuevo truco, lo pienso y al otro día les digo a mis herreros o carpinteros que me lo diseñen. Tiene que ver mucho tu creatividad.
"Mi show es un poco fuerte. Hay mucho fuego, mucha pasión. Lo importante para un ilusionista es despertar al niño que llevamos dentro para poder llevar a tus espectadores a un viaje de ensueño. Lo que trato de enseñarles a los adultos es que no pierdan al niño interior. No se trata de engañar. Mi objetivo como artista de la ilusión es invitarlos a una quimera".
--ƑCrees que haya un auténtica magia espiritual?
--La magia existe y los humanos la hemos dejado de lado porque vivimos en la rutina diaria. Sólo cuando nos metemos en cosas espirituales es cuando nos damos cuenta que tenemos cosas mágicas en nuestro interior. Es una magia personal.