* Controversia por investigación estadunidense
Sugieren abolir fronteras del TLC para resolver la migración
* México y EU necesitan más dilemas para analizarlo, dicen expertos
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 17 de junio * El liderazgo político de Estados Unidos, México y Canadá debe cambiar radicalmente los términos del debate sobre la migración en sus países y desarrollar una visión de la integración de América del Norte que incluya la eventual abolición de sus fronteras comunes como parte de una solución de largo plazo a los problemas migratorios, concluye una investigación presentada por el Carnegie Endowment for International Peace, uno de los principales centros de estudios políticos en esta capital.
Las conclusiones del informe, dado a conocer el viernes, fueron inmediatamente cuestionadas por diplomáticos de Estados Unidos y México, pero a juzgar por el público de funcionarios de alto nivel y analistas que participaron en un seminario para discutir el informe, el documento generará un amplio debate sobre el tema.
Demetrios G. Papademetriou, ex funcionario del gobierno de George Bush y uno de los principales autores de este informe, inició la presentación elogiando de forma mesurada algunos avances ocurridos en las rondas recientes de negociaciones diplomáticas sobre asuntos fronterizos.
Por ejemplo, señaló que México ha logrado avanzar en la protección de los derechos humanos y la dignidad de connacionales que residen en Estados Unidos, y ha logrado ''inocular'' el tema de los constantes desacuerdos entre ambos países sobre el tema de la migración y las drogas.
Pero, señaló, al mismo tiempo, ''Estados Unidos, al final, ha logrado imponer su voluntad de forma constante sobre un México a veces pasivo en una gama de temas de ley y orden relacionados con la frontera, como la inmigración ilegal, el narcotráfico, etc.''
No obstante, los analistas del Carnegie Endowment insisten en que en gran medida los esfuerzos de ambos gobiernos están dedicados a ''manejar'' los problemas fronterizos en vez de desarrollar soluciones de largo plazo. Papademetriou estimó que cada país podría promover un proceso de dos vías: continuar con sus actuales negociaciones pragmáticas, dedicadas a resolver problemas fronterizos particulares, y avanzar en una segunda vía cuyo propósito sería desarrollar una nueva visión para la frontera.
''Tal visión imagina que las fronteras internas del TLC se convierten en algo irrelevante, al punto que su abolición podría proceder sin vulnerar las prioridades de seguridad o tributarias de cada socio'', explicó Papademetriou. La clave para este proceso, según el analista y experto en políticas migratorias, es que cada país debe tomar la decisión política para lograr modificar los términos del debate de la migración entre sus propias poblaciones.
Como un primer paso, Papademetriou recomendó que el gobierno mexicano comience negociaciones de un ''compromiso binacional difícil'' con Estados Unidos. Tal acuerdo, indicó, podría involucrar una mayor participación mexicana en la fuerza laboral estadunidense, quizá a través de un nuevo tipo de programa de trabajador ''huésped'', a cambio de que el gobierno mexicano acuerde asumir un mayor compromiso para prevenir el ingreso de inmigrantes de otros países para alcanzar la frontera estadunidense.
Señaló que en 1994, México logró reducir exitosamente el flujo de inmigrantes de terceros países por su territorio rumbo a Estados Unidos, pero que en ese momento Washington no ofreció ningún incentivo recíproco para ese esfuerzo, por lo que la experiencia duró sólo unos cuantos meses.
Al mismo tiempo, Papademetriou sostuvo que el gobierno estadunidense necesita cambiar los términos del debate sobre la inmigración en el país y debe estudiar más las soluciones desarrolladas por las propias comunidades fronterizas al enfrentar los problemas en sus regiones.
Pero en entrevista, Papademetriou dijo que los gobiernos de México y Estados Unidos aún no se encuentran bajo suficiente presión política como para contemplar un cambio radical a sus políticas migratorias.
''En términos de dónde es probable que se generara un cambio, creo que lo más probable es que se iniciara en Canadá. El lugar donde tiene la menor probabilidad es Estados Unidos y, en algún lugar en medio, está México'', comentó el analista al responder en parte a los comentarios de los diplomáticos estadunidenses y mexicanos que acudieron a la presentación del informe,
Papademetriou señaló que un cambio real sólo se producirá cuando la situación fronteriza entre México y Estados Unidos se deteriore más, al punto donde haya más muertes o un flujo mucho mayor de indocumentados que ninguno de los dos gobiernos pueda controlar.
''Tal vez entonces los gobiernos ya no podrán seguir diciendo que el emperador está vestido, cuando todos saben bien que no tiene ropa'', concluyó.