DOMINGO 18 DE JUNIO DE 2000
Primicia espírita
Pablo Espinosa Ť He aquí un libro que se convertirá en un clásico, eje de polémicas y referencia ineludible en adelante: La revolución espiritual de Madero, editado por el gobierno de Quintana Roo, que empezará a circular la próxima semana y del cual ofrecemos, como una primicia, un adelanto a nuestros lectores.
Trátase de la vez primera que aparece el corpus íntegro de las sesiones espiritistas del apóstol de la democracia, merced al trabajo del historiador Manuel Arellano Zavaleta, quien elaboró este volumen a partir de la transcripción de manuscritos hallados en unas libretas, mismas que fueron cedidas al investigador por descendientes del artífice del sufragio efectivo, no reelección.
La historia en sí misma del hallazgo y edición es fascinante, por igual que su significación trascendental en el cúmulo de ideas e impulsos que, anota el doctor Jaime Muñoz, representante del gobierno quintanarroense y editor de tan preciado volumen, fortalecieron a Madero a encabezar una revolución. Tal historia está narrada por el propio Manuel Arellano en uno de los capítulos primeros.
El libro incluye, además de las sesiones espíritas, otros documentos hasta hoy inéditos. A partir de estas mismas libretas, que rescató un familiar luego del asesinato del mártir, José Natividad Rosales publicó un reportaje hace 30 años. Luego, Ignacio Solares tuvo acceso a los mismos manuscritos del puño y letra del primer presidente electo de México y escribió Madero, el otro. Esos son únicos antecedentes fidedignos, tomados de fuente directa, que se han publicado antes sobre un tema sobre el que, ciertamente, han corrido ríos de tinta desde la Decena Trágica.
Ya se sabía, entonces, de las prácticas espíritas maderistas, pero es la vez primera que se conocen de una manera completa.
Además de los diarios de esas sesiones, que empiezan en 1901 y terminan en 1909 (dos eran los espíritus que guiaban a Madero en sus sesiones: Raúl y José), se incluye también en esta novedad bibliográfica imprescindible, el Manual espírita, que don Francisco Indalecio escribe con el seudónimo de Bhima, quien es -explica el doctor Jaime Muñoz- uno de los personajes principales del texto filosófico hindú Bhagavad Gita. Otros textos poco conocidos completan el amplio volumen.
Con la publicación de esta obra, explica el doctor Muñoz, "se desmitifica un tanto cuanto la historia oficial sobre el apóstol de la democracia, para que se conozca otra etapa de la vida y el pensamiento de Madero, cuyas bases ideológicas y doctrinarias, están muy influenciadas por el espiritismo, lo que no es nada raro ni debe de asustarnos ni de conmover ni mucho menos, puesto que en los siglos XVII y XVIII, fundamentalmente en Europa occidental, el espiritismo es una práctica común y corriente. De hecho, todavía hoy existen sociedades en Francia e Inglaterra con círculos espiritistas, así como en París hay muchas librerías especializadas en temas espíritas.
"Se trata de una historia sensible, espiritual, de por qué Madero se convierte en espírita siendo heredero de una de las fortunas más grandes en aquel entonces en México: eso acontece cuando su padre lo envía a París a estudiar administración, para velar por los negocios familiares, y allá Madero encuentra el tema espírita, tan en boga, y no lo deja tampoco en su segunda estancia de estudios en el extranjero, esta vez en una universidad de Estados Unidos.
"Es, también, una historia amena, reflexiva. Nunca se había hecho una compilación tan grande, tan bien hecha, de esta faceta de la personalidad de Madero, con los comentarios del historiador Manuel Arellano que enriquecen mucho la publicación".