Crearía crisis políticas en zonas mexicanas: expertos
Alerta por caída de remesas de EU
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 16 de junio * Los inmigrantes en Estados Unidos envían a México entre 6 y 8 mil millones de dólares cada año, pero según dos investigaciones recientes, ese flujo se reduciría en forma significativa a lo largo de la próxima década creando una potencial crisis política en ciertas regiones mexicanas que dependen casi totalmente de esos fondos.
"Estos dineros son mucho más importantes de lo que México desea reconocer", afirmó Rodolfo de la Garza, vicepresidente de investigaciones del Instituto de Políticas Tomás Rivera. "Estos fondos están concentrados; si uno retira ese dinero de las comunidades altamente concentradas en las partes centro y norte de México, crearía una calamidad social de grandes dimensiones".
Las remesas enviadas a México por sus inmigrantes en Estados Unidos han crecido de menos de mil millones en 1980 a los entre 6 y 8 mil millones de dólares, de acuerdo con cálculos actualizados. Hoy, estas remesas equivalen a 1 por ciento del PIB del país, pero este dato no ofrece una idea de la importancia de estos traslados para algunas regiones.
Según el profesor Raúl Hinojosa, director del Proyecto sobre la Integración de Amé rica del Norte, de la Universidad de California en Los Angeles, las remesas enviadas a Jalisco por sí solas sumaron mil millones de dólares el año pasado. Zacatecas recibió menos, pero la suma total fue el equivalente de un ingreso de un millón de dólares al día, monto, indicó Hinojosa, que representa más del doble del que el gobierno federal mexicano otorga al estado.
De la Garza agregó que partes de Guanajuato no cuentan con ningún otro ingreso más allá de las remesas, lo cual es cierto para varias partes de Zacatecas, entre otras entidades. El Instituto Tomás Rivera y Diálogo Interamericano, en una investigación conjunta publicada este año, aseguraron que se han realizado intentos para canalizar estos fondos a proyectos de desarrollo de más largo plazo, pero sus investigaciones encontraron que la mayoría de estos traslados se destinan a gastos de corto plazo, deudas y compras de consumo inmediato.
Lass asociaciones o clubes de mexicanos han intentado canalizar estos fondos hacia esfuerzos productivos y que generen empleo, pero los analistas consideran que estos esfuerzos todavía esporádicos sólo representan una pequeña fracción del total enviado a sus lugares de origen en México por los inmigrantes.
"El problema real es que el gobierno mexicano, el estadunidense y el sector privado no han logrado establecer mecanismos institucionales para capturar remesas como ahorro y utilizarlas así para inversiones productivas", declaró Hinojosa. Algunos gobiernos estatales, añadió, particularmente el de Jalisco, han empezado a desarrollar estrategias para canalizar estos fondos, pero en general todo intento ha sido inadecuado.
Las consecuencias de esta falta de acción ya se manifiestan en México. "Estamos en peligro de haber generado una dependencia externa sobre estos fondos, que tienen una probabilidad, históricamente hablando, de reducirse de forma significativa", indicó Hinojosa a La Jornada.
"Ya en algunos pueblos esto ha ocurrido; son completamente dependientes de las remesas, que ahora se están reduciendo al grado de que gran parte de la población más productiva ha emigrado y ahora está manteniendo a sus familias en Estados Unidos", dijo.
Tanto Hinojosa como De la Garza expusieron que el resultado de las políticas migratorias más restrictivas aplicadas por Estados Unidos en los últimos años es que los inmigrantes ya no regresan tanto a sus pueblos e intentan traer a toda su familia aquí, y con ello se reducen los vínculos con México, particularmente después de que nace una siguiente generación en territorio norteamericano.
"Es un problema muy serio para ambos gobiernos", dijo Hinojosa. "No sólo se trata de una calamidad posible, sino es probable, porque lo que se vislumbra es que dentro de una generación este nivel de remesas no será sostenido".
De la Garza cree que la falla de abordar este asunto es parte de un problema mucho más grande. "El gobierno de México tiene una política no oficial de exportar a la gente. Jamás podrá cancelarla, aunque niega que exista tal política", afirmó. El analista del Instituto Tomás Rivera argumentó que dado el fracaso del gobierno mexicano en generar empleo y una infraestructura social para una parte sustancial de su población, el gobierno no tiene otra opción más que promover la migración. "ƑPodríamos imaginar qué hubiera sucedido políticamente en Zacatecas si esta gente no hubiera emigrado? Hubiera estallado", comentó De la Garza en entrevista con La Jornada.
En vez de desarrollar propuestas serias para abordar los problemas de la migración, concluyó De la Garza, el gobierno mexicano "se esconde bajo una política de denunciar los abusos contra los inmigrantes".