VIERNES 16 DE JUNIO DE 2000

* Tenía su sede en Nayarit; detenidos, 200 miembros


Desintegran en EU una banda de traficantes de heroína

* Pedirá Janet Reno a la PGR perseguir a los demás delincuentes

Agencias, Washington, 15 de junio * Agentes federales antinarcóticos de Estados Unidos arrestaron a 200 integrantes de una organización de traficantes de heroína que tenía como centro de operaciones el estado de Nayarit, México. De acuerdo con la información difundida este jueves, la banda criminal distribuía mensualmente más de 30 kilogramos de la droga en diversas ciudades estadunidenses, obteniendo ganancias por alrededor de 7 millones de dólares por cada uno de los cargamentos.

"Creemos que hemos desmantelado a una de las principales organizaciones de tráfico de heroína en este país", dijo la procuradora general de Justicia, Janet Reno, en una rueda de prensa organizada en la sede de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA), donde se informó que desde hace más de un año se investigaba la red de narcotraficantes.

Se precisó que en el operativo secreto ųbautizado como "pozo de alquitrán"ų también participaron elementos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), quienes únicamente actuaron en territorio estadunidense y no en México. Sin embargo, a partir de los resultados dados a conocer este jueves, la procuradora Janet Reno solicitará a su contraparte mexicana su colaboración para identificar y perseguir a los integrantes de la organización criminal.

Trascendió al respecto que la coordinación entre las policías de las dos naciones ya rindió los primeros frutos, toda vez que en México habría sido detenido ya uno de las cabecillas del cártel nayarita de la heroína. Esta información, sin embargo, no fue confirmada por la Procuraduría General de la República.

La indagatoria comenzó a principios de 1999 en San Diego, California, cuando agentes de la DEA asignados en esta ciudad descubrieron que una sola organización distribuía la heroína negra (pura) en esta ciudad fronteriza con México.

Siguiendo con las pesquisas, se detectó que los traficantes de San Diego tenían una conexión en el pequeño poblado de Chimayo, en el estado de Nuevo México, donde entre 1995 y 1998 se registraron alrededor de 85 homicidios atribuidos al tráfico de esa droga.

Cabe señalar que como parte del operativo "pozo de alquitrán", fueron detenidas 50 personas en el poblado de Chimayo, identificado por la DEA como sede de "una célula de la red, la punta del iceberg de toda una organización multinacional", indicó el jefe de la agencia antidrogas, Donnie Marshall.

Otras detenciones fueron llevadas a cabo este mismo jueves en San Diego, Los Angeles, Denver, Phoenix, Honolulu, Portland, Albuquerque, Cleveland, Corpus Christie y Hawai.

Asimismo, se efectuaron 60 allanamientos de inmuebles que, se presume, eran utilizados por los narcotraficantes para planear sus operativos de distribución y venta de heroína.

"Los responsables de la venta de esta droga utilizaban a jovencitos y ancianos para distribuirla. Se les asignaban cantidades de entre 500 gramos y un kilo en cinturones ocultos entre sus ropas o en paquetes que se escondían en radios portátiles", precisó Rod Benson, subdirector del operativo, quien añadió que la red de heroineros "vendía dosis callejeras de medio gramo en diez dólares".

Sentencian a pareja de hispanos por fraude contra inmigrantes

Por otra parte, una pareja de hispanos residentes en Florida, fue hallada culpable de estafar a más de mil 250 inmigrantes mexicanos y sudamericanos por una suma superior a los 4 millones de dólares.

Leonardo Ramón Caballero, de 44 años, y su esposa Flor Caballero, de 41, fueron declarados culpables al cabo de 11 días de juicio y nueve horas de deliberaciones por un jurado federal del condado de Utah. Los inculpados se dedicaron ųentre 1996 y 1999ų a trabajar como "abogados", y se presentaban entre la comunidad de inmigrantes como personas con "buena relación con la FBI y el Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN)".

Con esa imagen eran contratados para "realizar y acelerar trámites" para proteger a sus clientes de una posible deportación, estableciendo tarifas de entre mil 500 y 10 mil dólares por cada caso que "defendían".