MIERCOLES 14 DE JUNIO DE 2000
Ť La única alternativa para salir de la pobreza fue el boxeo, dice el púgil
Regresaré a Brasil con el título supergallo: Freitas
Ť "Yo también pego fuerte y con tres meses de entrenamiento ni la altura me afecta", asegura
Jorge Sepúlveda Marín Ť La vida de los Freitas es la historia clásica del boxeo. Nacidos en un barrio pobre de Salvador de Bahía, Brasil, la única alternativa encontrada por cuatro de los cinco hijos fue el boxeo. Dos de ellos, Acelino y Luis Claudio, han escalado en esta actividad sin llegar a la cúspide, pero en eso andan.
Luis Claudio, de 32 años de edad, suelta en portugués: "vine a México para disputarle a (Marco Antonio) Barrera el cetro supergallo de la OMB (Organización Mundial de Boxeo) y llevármelo a Brasil". Luego justifica que la tarea no será fácil, pero eso es lo emocionante de la actividad a la que se dedica desde hace 10 años.
Vestido de playera y pantalón corto, calzado con sandalias y una pulsera de hilos en el tobillo derecho, el púgil muestra una herida cicatrizada en la nariz, aunque asegura que no tendrá problemas.
Admite, en cambio, que como toda su familia, "yo también pego muy fuerte y con los tres meses de entrenamiento que traigo encima ni la altura ni nada me afecta".
Con un historial de 19 peleas, de las cuales sólo ha perdido una y acumula 13 nocauts, el moreno recuerda que ha boxeado en México, Estados Unidos, pero la gran mayoría de los pleitos los ha ganado en su país, donde el apellido Freitas es sinónimo de púgiles ganadores, de promotores de este deporte, pero sobre todo de gente humilde que ha sabido salir adelante con los puños, literalmente.
Luce el pelo pintado de güero, cábala de buena suerte dice. Uno de los rivales más destacados de su carrera ha sido Humberto Soto, a quien venció por decisión unánime, y ahora promete que dará una buena pelea, ya que practica un boxeo estilista.
Sonriendo, dice que se mueve sobre el cuadrilátero buscando al oponente, lo esquiva, pero sobre todo indaga por dónde conectar el golpe, que en más de una ocasión ha sido fulminante.
El boxeo, todo en mi vida
Luis Claudio asegura que el boxeo ha sido todo en su vida. Con apenas unos cuantos estudios, recuerda que desde niño se metió al gimnasio y poco a poco fue encontrándole gusto a los guantes.
Así se forjó como campeón del barrio, luego del país y llegó a ser ganador en juegos regionales y continentales, hasta que se fugó al boxeo de paga y fue allí donde, al lado de su hermano Acelino, logró darles casa y algunas comodidades a sus padres, y también a su esposa y cinco hijos, de entre uno y 10 años de edad.
Sin vicios ni pasado de drogadicción, Claudio admira Julio César Chávez -quien, apunta, debe ganarle a Konstantin Tszyu-, y presume ser compañero del púgil amateur Gerson Carlos, quien clasificó hace unas semanas a los Juegos Olímpicos de Sydney en Tijuana, México, de quien dice es "una de las mejores promesas que tenemos en los guantes para el futuro".
Recuerda que apenas hace poco tiempo en Brasil se empezó a dar apoyo a otras disciplinas deportivas además del futbol, pero aún así es sumamente difícil destacar en el pugilismo.
Al igual que su hermano Acelino, no tiene pensado ingresar en la política, ya que es una clase en la que no creen, por lo que mejor seguirá en el cuadrilátero como entrenador, pero antes, al menos por unos tres años, seguirá ahorrando lo ganado en el boxeo, porque cuando lo sorprenda el retiro quiere hacerlo en las mejores condiciones posibles, en lo que coincide con su mánager Luis Doria.
Por ahora, sólo piensa en derrotar al mexicano Barrera. Y no duda en que lo podrá hacer en las 12 vueltas o antes, si encuentra la combinación para lograrlo, advierte.