MARTES 13 DE JUNIO DE 2000
Ť Cancelan su participación en la Expo Hannover
La censura disfrazada, acto de una autoridad bananera: Hadad
Ť ''El artista, en México, es tratado como lacayo por los políticos''
Patricia Vega Ť Me queda claro, sostiene Astrid Hadad, ''que el artista en México sigue siendo tratado como un lacayo al servicio de los políticos que sexenalmente se convierten en mecenas con el dinero que nosotros, el pueblo de México, ponemos a través de los impuestos, a su servicio".
La creadora del internacionalmente reconocido heavy nopal, Astrid Hadad, agrega: ''Hablo por mí y por todas las personas que a pesar de no estar dispuestas a tolerar la censura, no tienen acceso a los medios de comunicación. Es la sociedad civil, protestando, la que va a lograr evitar este tipo de actitudes dictatoriales y bananeras que seguimos arrastrando".
Indignada por su cancelación del Programa de Cultura y Espectáculos de la Expo Hannover 2000 -particularmente en el Día Nacional de México (el próximo 20 de agosto)- Astrid Hadad entrega, en conferencia de prensa, documentos con los que avala ser víctima de lo que califica como un ''acto de censura disfrazada que me convierte involuntariamente en personaje de la novela en la que Vargas Llosa describe a una república bananera".
ƑFalta de presupuesto?
La actriz y cantante resume: ''Desde noviembre recibí una carta-invitación firmada por la comisaria adjunta de Cultura, Mercedes Iturbe, pero mi desgracia comenzó con la famosa probadita, organizada el pasado marzo en el Salón 21, de lo que presentaría México en Hannover. Esa 'noche de cabaret' mientras la prensa alemana quedó favorablemente impactada con mi espectáculo, un periódico local reprodujo las palabras del funcionario Javier Lozano, quién afirmó: 'de Astrid Hadad me quedé con muy mal sabor de boca, no creo que nos pueda representar dignamente'. Eso bastó para que de manera gradual me fueran relegando de las actividades centrales de la Expo, hasta ser eliminada totalmente del acto con el argumento de la falta de presupuesto. Sin embargo llevan a cantidad de artistas que no han sido suprimidos por esa falta de dinero".
Por sus méritos, Astrid ha sido invitada a los festivales internacionales de mayor prestigio, con temas universales que se alejan de la crítica a políticos mexicanos ''porque como nadie los conoce, no son de interés". Al vivir de su trabajo y no de becas, considera que la arbitrariedad de la que fue objeto -''tal vez porque soy una artista independiente, sin partido político, ni formo parte de ninguna compañía folclórica nacional, ni tengo perrito que me ladre"- perjudicó sus intereses económicos, pero su protesta se inscribe más bien en la dignidad y la defensa de la libertad de expresión.
Con humor e ironía, característicos de sus espectáculos, Astrid concluye: ''No soy monedita de oro, pero no por eso se vale que me quieran sacar de circulación".
La actriz chetumalteca lamenta que los alemanes se quedarán sin ver una muestra de su ''arte plumario" y curándose en salud da a la prensa su calendario de presentaciones en Sinaloa, Cancún, Hermosillo, Estocolmo, Nueva York, ''no vaya a ser que por esta denuncia, también me quieran cancelar estas funciones (...) y si soy tan peligrosa y por eso me quieren amordazar, les sugiero que me apliquen el 33 y que me regresen a Chetumal, Quintana Roo, que es de donde provengo".