DOMINGO 11 DE JUNIO DE 2000

* Los zapatistas se consideran desplazados de guerra


Indígenas buscan evitar el cerco militar sobre el EZLN

* Habitantes de 17 pueblos se organizan para evitar el desalojo

Juan Balboa, corresponsal, Reserva de la biosfera Montes Azules, Chis., 10 de junio * Desplazados por la guerra, hostigados constantemente por grupos paramilitares, amenazados por el gobierno federal y estatal con ser desalojados por los supuestos incendios forestales, los 17 pueblos habitados por simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional asentados en la reserva de la biosfera Montes Azules se organizan para repeler cualquier intento de desalojo por parte de la Policía Federal Preventiva (PFP), y evitar que el Ejército Mexicano cierre el cerco castrense en contra de la directiva zapatista.

El sureste de la reserva de la biosfera Montes Azules se ha convertido en asentamiento del éxodo de simpatizantes del EZLN que huyen por la violencia de una guerra silenciosa que se mantiene en la llamada zona de conflicto de la selva Lacandona. Son pueblos habitados por desplazados de la guerra de los municipios de Ocosingo y Las Margaritas, son cientos de indígenas que abandonaron sus tierras por la presencia masiva del Ejército Mexicano y la agresión de los paramilitares de esas regiones.

Para el municipio autónomo zapatista Ricardo Flores Magón, el gobierno federal ųen particular la Secretaría de la Defensa Nacionalų pretende desalojar por la fuerza a comunidades del EZLN de Montes Azules y abrir un camino de Amador Hernández hasta Pico de Oro o Palestina que divida en dos la reserva ecológica.

Hay más, la intervención de la Policía Federal Preventiva en la región y la apertura del nuevo camino darían acceso al Ejército Mexicano para lograr "el posible repliegue y retirada de las tropas insurgentes del EZLN", ante una eventual embestida militar, después de las elecciones, en contra de los zapatistas y, al mismo tiempo, cerraría un cerco castrense en la llamada zona de conflicto.

Bases zapatistas en la mira de la PFP

La mayoría de los simpatizantes zapatistas que huyen de la guerra en varias regiones de Chiapas se concentraron en el territorio del municipio autónomo Ricardo Flores Magón, uno de los ayuntamientos rebeldes más asediados por las autoridades estatales y el primero en ser víctima de una operativo policiaco-militar en abril de 1998.

De entrada, las autoridades del municipio zapatista Ricardo Flores Magón aseguran que en ningún momento van a permitir la reubicación ni el desalojo de las comunidades del EZLN que se ubican en la reserva Montes Azules.

"El asentamiento de los simpatizantes zapatistas dentro de la reserva Montes Azules no es una arbitrariedad, lo decimos claro y alto, varias de esas comunidades llegaron a los terrenos que hoy ocupan como desplazados de guerra", apuntan los dirigentes del municipio autónomo.

Son insistentes en afirmar que la mayoría de los habitantes de las comunidades que ahora pretende desalojar la Policía Federal Preventiva son desplazados del conflicto, "víctimas de la guerra de baja intensidad", miembros de un éxodo de la violencia silenciosa que mantienen el Ejército Mexicano, la Policía de Seguridad Pública del estado y los grupos paramilitares.

Los zapatistas señalan que comunidades que se formaron al lado de las lagunas de Montes Azules vinieron de poblados cercanos. Las personas asentadas en Laguna Ocotal, por ejemplo, formaron El Paraíso y Nuevo San Pedro en Laguna Suspiro. Desde la entrada del Ejército federal, el 9 de febrero de 1995, decenas de simpatizantes de las comunidades de Taniperla, Acapulco y Zapotal abandonaron sus poblados "para salvar sus vidas, escapar de la destrucción, las violaciones y la tortura".

Muchos de ellos intentaron regresar a sus lugares de origen, pero los grupos paramilitares no se los permitieron. Volvieron a las montañas y se reubicaron en la zona de las lagunas de Montes Azules. A otras comunidades les fueron negados sus derechos agrarios, como los poblados conocidos como Viejo Velasco, Ampliación Cintalapa, Flor de Cacao, Chamizal, Monte Azul, Ojo de Agua Tzotzil, San Jacinto Lacanjá Tzeltal, Mariscal o Nuevo Tumbalá.

Los planes detrás del desalojo

"A las comunidades asentadas entre la reserva y la frontera Usumacinta se les desea desalojar para emprender un proyecto turístico relacionado con la ruta maya, que une a la zona de lagunas de la reserva con la zona arqueológica de Yaslilán y Bonampak", puntualizan los zapatistas.

Precisamente en esa zona, señalan, se encuentran las comunidades zapatistas de Laguna Paraíso (Ocotal), Nuevo San Pedro (Laguna Suspiro), Laguna Ojos Azules y Ampliación Cintalapa. Otros cinco poblados del EZLN están ubicados en el triángulo que forman la reserva, Bonampak y Yashilan.

Si por el turismo están en riesgo las comunidades antes citadas, agregan, por la explotación del petróleo se intenta desalojar a comunidades como Montes Azules y San Francisco; otras más, como Villa las Rosas, Jardín y La Culebra, son presionadas porque se encuentran en medio de los poblados con mayoría zapatista.

Muchos de los 17 poblados llamados "ilegales" por los gobiernos estatal y federal se asentaron en la zona desde antes de la aparición del EZLN, en enero de 1994, a la mayoría de ellos se les han negado los derechos agrarios y han sido permanentemente amenazados con el desalojo.

Para el municipio autónomo Ricardo Flores Magón no existe duda en que el gobierno federal pretende desalojarlos para mantener el control de la región, saquear los recursos naturales y formar un corredor turístico.

Las autoridades del municipio autónomo Ricardo Flores Magón creen que la posibilidad de un ataque militar contra el EZLN se mantiene vigente e insisten en que el Ejército Mexicano quiere apoderarse de la zona de la reserva ecológica chiapaneca y cerrar el cerco militar en contra de la máxima directiva del EZLN.