SABADO 10 DE JUNIO DE 2000
Ť En breve designará Putin a un gobernante
La "nueva administración" en Chechenia durará 2 o 3 años
Ť Habrá toque de queda y será prohibida toda actividad política
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 9 de junio Ť De un momento a otro, pero con toda seguridad no después del lunes, se conocerá el nombre del titular de la llamada administración temporal de Chechenia, quien será impuesto por el Kremlin como gobernante de la república caucásica durante los próximos dos o tres años.
Con esto se entierra cualquier posibilidad de un arreglo político con el actual presidente checheno, Aslan Masjadov, y se apuesta por una solución de fuerza a largo plazo, en la cual la guerra de guerillas será una constante.
La designación del gobernante pro ruso se desprende del decreto emitido por el presidente Vladimir Putin para introducir la administración presidencial directa en Chechenia, eufemismo con el que se suspenderá el estatuto de la república como ente de la Federación y restringirá las libertades políticas en un esquema propio del estado de excepción.
No existe una ley que reglamente dicha figura, por lo que el proyecto fue enviado a la Duma. Se da por hecho que los diputados no demorarán en aprobarla ni la Cámara Alta en ratificarla.
Una vez que entre en vigor la ley se impondrá el toque de queda en Chechenia; se implantará un régimen especial de ingreso y salida; se limitarán los movimientos de la población; se establecerán controles de documentación y registros de las personas; se suspenderá todo tipo de actividad política, incluidas las elecciones presidenciales y para el Parlamento local, también se aplicará una férrea censura en los medios de comunicación.
En ese contexto, la administración temporal nombrada por Putin se erige desde ahora en gobierno, el único reconocido por Moscú, y estará supeditada al representante del presidente en el recién creado super distrito federal del Cáucaso del Norte, general Viktor Kazantsev, quien se apoyará en no menos de mil elementos de los servicios secretos rusos bajo sus órdenes directas.
No es claro el papel que se piensa asignar a Nikolai Koshman, hasta ayer emisario de Moscú en Chechenia. Es probable que se le reubique en algún cargo relacionado con el control sobre el flujo financiero que el gobierno central destinará a Chechenia, el cual sólo en este año ascenderá a 280 millones de dólares.
Cinco dirigentes chechenos pro rusos aspiran a recibir la bendición de Putin para encabezar el gobierno provisional y, en diferentes etapas y circunstancias, han intercambiado lugares en la carrera de las preferencias, en la que el único criterio ha sido demostrar lealtad al Kremlin por encima de cualquier duda.
Parece llevar ventaja el mufti Ahmad Kadyrov, líder religioso de los musulmanes moderados, seguido de Ruslan Jasbulatov, ex presidente del Parlamento de Rusia, Bislan Gantamirov, ex alcalde de Grozny y jefe de la milicia pro rusa Malik Saidullaiev, presidente del llamado Consejo de Estado, y Adam Deniev, empresario afincado en Moscú.
Un candidato natural sería Guennadi Troshev, nacido en Grozny y actual comandante en jefe de las tropas federales en Chechenia, aunque el nombramiento de un ruso dificultaría crear la apariencia del inicio de negociaciones para un arreglo político, otro de los objetivos que se busca.
Sin embargo, se cree que los operadores del Kremlin podrán aplicar una fórmula de compromiso que tendría como figura principal a Kadyrov, y que incluiría en posiciones importantes a Jasbulátov y quizás algún otro líder pro ruso, en un intento por equilibrar sus intereses, con frecuencia contrapuestos.
Por lo pronto, los combates continúan en Chechenia; tres médicos rusos murieron y otras tres personas resultaron heridas este viernes en un tiroteo ocurrido en Grozny, en un ataque atribuido a los independentistas chechenos.