VIERNES 9 DE JUNIO DE 2000
* Cuestiona a Ibarretxe porque su esperanza está en el "próximo asesinato de ETA"
Disolver el Pacto de Lizarra, exige Aznar al PNV
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 8 de junio * El presidente español, José María Aznar, arremetió hoy contra el jefe del gobierno de Euskadi, Juan José Ibarretxe, y contra dirigentes del Partido Nacionalista Vasco (PNV) por "depositar su esperanza de cambio en el próximo asesinato" de ETA.
Una vez más Aznar exigió al PNV que disuelva el Pacto de Lizarra, así como cualquier acuerdo municipal que exista entre esta formación y la coalición Euskal Herritarrok (EH, nombre electoral de Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA).
"Es sencillamente repugnante asumir que el PNV se va moviendo a medida de que la banda terrorista va matando", dijo Aznar en alusión a los intentos del gobierno vasco de distanciarse del Pacto de Lizarra a raíz de que ETA rompió una tregua de 14 meses en diciembre. Desde entonces ha habido cinco atentados mortales atribuidos al grupo armado.
Aunque el PNV se ha distanciado del Pacto de Lizarra, fundamental para la declaración de la tregua de ETA, Madrid argumenta que aún hay pactos a nivel municipal entre el gobierno vasco y EH que no han sido rotos. El presidente del gobierno español afirmó también que el Pacto de Lizarra es anticonstitucional, pues excluye de sus filas a toda fuerza política que no sea nacionalista.
Según Aznar, la negativa del PNV a romper de tajo con EH es "una estrategia" y "un intento de juntar pólvora, y hay que preguntase adónde pretende llegar el PNV". Aseguró que la única medida auténtica de rectificación que se le reclama al gobierno nacionalista es que se vuelva a un estado de "respeto al marco constitucional".
Agregó que es necesario "el restablecimiento de la lógica democrática" en la región que, dijo, "una situación insostenible de la degradación de las libertades". Aseguró que existe un grave riesgo de fractura al interior del gobierno de Ibarretxe que, indicó, no es más que "un proyecto sectario de la llamada construcción nacional y que hoy más que nunca vuelve a presentarse como una utopía sangrienta e inaceptable".
El domingo pasado, después del asesinato del concejal del Partido Popular Jesús María Pedrosa, Ibarretxe y Aznar anunciaron un inminente encuentro entre los gobiernos vasco y central, fijado, supuestamente para hoy. Sin embargo, Aznar compareció sólo ante los medios de comunicación, pues Ibarretxe argumentó "compromisos internacionales" para no acudir al encuentro.
Desde hace semanas, el gobierno de Aznar ha reclamado la celebración de elecciones anticipadas en el País Vasco porque, a su juicio, el gobierno de Ibarretxe está "supeditado a las directrices de ETA". Sin embargo, en sus ataques de hoy al gobierno regional del PNV, Aznar no repitió este reclamo y aseguró que sus funciones públicas "no le permiten interferir en cuestiones instrumentales".
El líder del PNV, Xabier Arzalluz, consideró inaceptables las críticas de Aznar, a quien acusó de "haber declarado una guerra en toda regla" contra el gobierno vasco, y rechazó cualquier posibilidad de adelantar los comicios en la región. Además, recordó que cuando Aznar necesitó el apoyo parlamentario de los gobiernos autonómicos, no dudó en buscarlo, ni le molestaron, entonces, las aspiraciones nacionalistas del PNV.
Al referirse al Pacto de Lizarra, el presidente del PNV explicó que "simplemente ha terminado una etapa, pero no en vano, porque nosotros y ellos, el llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasca, hemos sacado una experiencia. Han probado por primera vez de lo que es entrar en el juego institucional, en la vía política, han conocido por primera vez lo que es vivir una tregua de año y medio".