VIERNES 9 DE JUNIO DE 2000

* Fueron detenidos tres dirigentes gremiales por la policía de Montevideo


Parcial, la medida de fuerza de sindicatos uruguayos

Afp, Dpa, Ap y Reuters, Montevideo, 8 de junio * Un paro general de trabajadores de 24 horas sólo tuvo un alcance parcial en esta capital y el resto de Uruguay, y arrojó la detención de una veintena de sindicalistas acusados de haber causado destrozos en unidades del transporte público.

La medida de fuerza fue impulsada por el Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), en demanda de empleos y contra la política económica del gobierno de Jorge Batlle, quien en sus primeros cien días de mandato enfrenta la primera gran protesta de la central obrera de izquierda.

No obstante, el mandatario desestimó el paro al afirmar que "no tiene utilidad alguna y no responde a nada concreto". Más bien, dijo, quizá se adoptó por tradición, e ironizó al señalar que tal vez fue "programada para festejar los cien días --de su mandato-- porque hace como un mes que está decretada".

Afirmó que medidas de este tipo "no le hacen bien" a la vida gremial, y aseguró estar en favor de sindicatos fuertes pero con orientación "más profesional, mucho más técnica", para poder discutir y negociar con los patrones y el Estado las orientaciones que hay que tener de cara a las necesidades de un mundo moderno difícil.

Uno de los líderes del PIT-CNT, Ismael Fuentes, indicó que se está evaluando el paro como "muy bueno", ya que ha sido alto el nivel de acatamiento de los trabajadores en sectores como el comercio. Incluso, anotó el sindicalista, la medida fue intensa en departamentos norteños como Tacuarembó y Paysandú.

Entre las personas detenidas por "atentar" a pedradas y pinchar llantas de autobuses de pasajeros figuran tres líderes sindicales, a quienes se les apresó cuando re- partían propaganda.

La central sindical deslindó a sus dirigentes de dichas acciones, que atribuyó a probables provocaciones de gente ajena al conflicto laboral.

El paro afectó al sector bancario, a la administración del gobierno central, a las empresas públicas de comunicaciones, petróleo y energía, a la enseñanza pública, al transporte, los servicios de salud y la industria privada y el comercio.

No obstante, en el centro de Montevideo la actividad laboral parecía casi normal, con muchos comercios y casas cambiarias abiertas, así como la presencia de numerosos peatones y automovilistas. El servicio de emergencia de una empresa privada de transporte contribuyó a que la actividad no se detuviera, se informó.

Los sindicatos sostienen que el gobierno de Uruguay carece de una política para reactivar la producción industrial y agropecuaria, que atraviesa por una crisis de competitividad agravada desde el año pasado debido a la devaluación monetaria brasileña, y el desempleo es de 12 por ciento.

En tanto, el gobierno calificó de "emergencia ambiental" la que se vive tras nueve días de huelga de los recolectores de basura de la intendencia capitalina, que re- chazan la privatización del servicio.