VIERNES 9 DE JUNIO DE 2000

* Habla en NY con representantes del sector financiero


En México, ni revés económico ni fraude electoral, dice Zedillo

* La legitimidad del próximo presidente será indiscutible, afirma

Rosa Elvira Vargas, enviada; David Brooks y Jim Cason, corresponsales, Nueva York, 8 de junio * De dos certezas buscó hoy persuadir el presidente Ernesto Zedillo a los hombres de negocios y del mundo financiero en el país más poderoso del orbe: ''les aseguro'' que México no tendrá un ''revés económico repentino'' antes de diciembre, y que el sistema electoral opera ''a prueba de fraudes'', por lo que la legitimidad del próximo presidente ''será indiscutible''.

Con el influyente Consejo de las Américas, el mandatario iniciaba ųcomo había anunciado la vísperaų la fase de ''promoción'' del país, en su primer día de visita a Estados Unidos. Y lo hizo también con editores de medios informativos, con la Reserva Federal de Nueva York, y por la noche, ya en Washington, con los miembros de la US Chamber of Commerce.

A estos últimos, con quienes se encontró por tercera ocasión en su mandato, Zedillo no sólo les repitió su credo sobre el libre comercio, sino que de nuevo apuntó sus baterías contra los opositores del mercado abierto, rechazando que éste agudice la injusticia laboral, la depredación del medio ambiente y genere más pobreza.

Así, al auditorio que le regaló un largo aplauso, el beneficiario directo del TLC de América del Norte, y que hoy a través de sus dirigentes dijeron que ''necesitamos más héroes como el presidente Ernesto Zedillo'', el mandatario los tranquilizó al señalar que la gente queda excluida del desarrollo, no por culpa de la globalización, sino por la ausencia de niveles adecuados de educación, salud y nutrición, y por ello ''no tiene la libertad de participar en las oportunidades de una economía dinámica''.

En política, Zedillo presentó detalladas exposiciones sobre la conformación del sistema electoral; aseguró que hoy se tiene una distribución más equitativa de los presupuestos públicos y el tiempo para la difusión de las campañas, y sobre todo, dijo que hoy cada sufragio se emite con libertad y se cuenta con exactitud. ''Puedo asegurar ųenfatizóų que el próximo presidente de México será aquel que obtenga la mayoría de los votos'', y que cualquier disputa será resuelta por un tribunal imparcial y autónomo, cuya honestidad está fuera de toda duda. La legitimidad democrática de quien resulte electo, constituirá además ''el apoyo más fuerte para la estabilidad política'' que requiere el país para fomentar su desarrollo.

Por la noche, en la capital estadunidense, Zedillo resaltó que ha ejercido su autoridad moral para alentar la democracia al interior del PRI y que éste ''ya no es un partido avasallado por el Presidente''. Además, aludió de nuevo a su inexorable graduación ''como ex presidente'' en menos de un semestre, y apuntó ufano: ''Conforme se acerca el final de mi mandato puedo afirmar que México vive plena, libre y apasionadamente la democracia y que ella constituirá el firme sustento de una estabilidad política duradera''.

Tanto en esta ciudad como en Washington, se hicieron visibles manifestantes y opositores a la gestión zedillista. Durante el vuelo hacia esta urbe, el miércoles, y advertido sobre tales protestas, él había comentado divertido que lo bueno es que para enfrentarlas llevaba el ''entrenamiento'' de las movilizaciones de los maestros.

Con un programa donde sólo se prevén reuniones con los círculos del poder, Zedillo recapituló las acciones económicas de su administración y los que definió como sus logros, para recalcar entonces que ''mientras la responsabilidad fiscal y monetaria interna prevalezcan, la reforma estructural no se invierta y por el contrario, se profundice, y que la economía internacional no nos dé sorpresas desagradables'', la evolución del país no se interrumpirá en ningún momento cercano.

De muchas maneras esta gira es también para recibir la despedida de los círculos de este país, los poderosos, con los que el presidente Zedillo tuvo durante estos años casi sólo coincidencias y políticas comunes. Así, William McDonought, presidente del Banco de la Reserva Federal de esta ciudad, se refirió a él como ''un gran líder político'', cuya obra le hace merecer ''la confianza, el apoyo y el respeto de los líderes del sector económico y financiero de Estados Unidos. Es uno de los hombres más respetados y queridos, yo diría, en este país''.

Tocó otros temas, como las leyes que impulsó para combatir el crimen organizado, la necesidad de que México y Estados Unidos den una batalla coordinada para hacer frente al narcotráfico. Rechazó además que existan en su gobierno intenciones de privatizar el sector petrolero y que en lo que toca a elevar la producción de ese energético, México ''ya ha ayudado bastante'' a la comunidad internacional, y ahora busca políticas coordinadas con los productores independientes.

Señaló también que no obstante lo ocurrido en Seattle, a finales de 1999, debe seguirse en la búsqueda de una negociación para establecer un nuevo orden de comercio mundial. Y cuando se le preguntó si Estados Unidos debía reabrir sus intercambios con Cuba, señaló que ''el libre comercio es bueno para cualquiera''.

Y como empezó el día, Zedillo lo concluyó: hemos hecho lo necesario, aseguró a los comerciantes, para evitar que se presente una situación difícil en el cambio de gobierno. Y en lo político, señalando que ha ejercido todas sus atribuciones para ''consolidar la democracia electoral y para ampliar nuestras libertades''. Eso sí, no cayó en la provocación de quien le preguntara qué le dejaría escrito como recomendación a su sucesor. ''Siempre es malo dar consejos, así sean éstos buenos'', parafraseó a Wilde.

Zedillo se entrevista este viernes con Bill Clinton en la Casa Blanca, luego de reunirse temprano con Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal. Por la noche regresará a la ciudad de México.