VIERNES 9 DE JUNIO DE 2000

* Astillero *

* Julio Hernández López *

En el aire, volando rumbo a Estados Unidos, el presidente Ernesto Zedillo entró el miércoles en confianza como nunca con los reporteros mexicanos que lo acompañaban. Una hora pasó con ellos, salvando a veces los silencios de una fuente desacostumbrada a pasar tanto tiempo con el declarativamente escurridizo mandatario.

Allá, en las alturas, el presidente se sinceró. Para qué le preguntaban los periodistas por Fox, si bien sabían que sus simpatías, su corazoncito, están con otro, con Francisco Labastida, dijo sin pronunciar (ni falta que hacía) el apellido del sinaloense. Ya en tierra, en Nueva York, el mismo presidente que como ciudadano apoya a Labastida, aseguró, hablando en riguroso inglés, a cuanta poderosa audiencia pudo, que habrá tranquilidad en México luego del 2 de julio, pues existen en nuestro país los mecanismos confiables para garantizar que los resultados electorales sean legales y legítimos. Llegó inclusive a calificar al IFE co- mo una instancia a prueba de fraude.

Acá, en México, mientras tanto, el dólar volvió a subir por segundo día consecutivo. Ya anda por los 10 pesos y, según los especialistas, es posible que siga avanzando, tal vez hasta los 10 pesos con 50 centavos. Las reservas del Estado mexicano fueron puestas de inmediato a disposición de los grandes especuladores (el Banco de México dice que vendió tan sólo 50 millones de dóla- res, a 9.99, volumen que, como suele suceder con las declaraciones gubernamentales, es diferente a lo que los interesados creen).

La caída del peso está ligada a declaraciones hechas por Labastida el lunes, cuando advirtió que en México podría haber problemas graves si la oposición se negaba a aceptar un triunfo priísta por pocos votos.

Unidos por el Fobaproa

Ni en el cielo ni en la tierra, más bien en el purgatorio, andan los dos candidatos cuyos familiares están involucrados en el Fobaproa. Labastida tuvo que reconocer que su hermano Eduardo efectivamente forma parte de las quemantes listas de los beneficiados por el tal fondo de rescate bancario. Pero, según los datos difundidos ayer, los eventuales pecados financieros de Eduardo Labastida Ochoa llegarían, en el peor de los casos, a un millón de pesos, que es el préstamo que recibió para sus actividades de agricultor y que, según eso, ya están siendo pagados. "Ya me arreglé con los bancos", habría sido la explicación que habría dado tal familiar al candidato priísta cuando éste le preguntó la razón por la que el apellido andaba en habladurías.

En cuantía, es distinto lo que ocurre con la familia Fox. Son de muchísimos más altos vuelos las maniobras financieras del grupo que, entre otras cosas, fabrica las famosas botas del candidato. Alfonso Ramírez Cuéllar, el dirigente barzonista que además es diputado federal por el PRD, ha asegurado que en el caso de los hermanos Fox, Vicente incluido, se habla de que dejaron de pagar millones de dólares y que con estratagemas obtuvieron beneficios contantes y sonantes a nombre de empresas que rendían de por sí buenas utilidades.

Dos varas

No se trata de usar dos medidas distintas para asuntos que en esencia pudieran ser similares. Tan pillo es el que se beneficia con un millón de pesos como quien lo hace con millones de dólares. Por ello convendría que los distinguidos candidatos precisaran las circunstancias de cada uno de sus fraternales casos.

"Labastida corrupto"

En Guanajuato, Labastida se ha lanzado de frente contra el panista que antes gobernó tal entidad. Ayer, en León, enfatizó el hecho de que durante el gobierno salinista se hubiera aprobado la modificación constitucional que permite a hijos de extranjero ser candidatos a la Presidencia. Aseguró el sinaloense que tal apertura se dio por arreglos entre Fox y Carlos Salinas de Gortari, y afirmó que el laboratorio de las concertacesiones ya ha terminado. Pretende olvidar el alegato labastidista que los consumadores de tales modificaciones y concertacesiones fueron sus propios compañeros de partido, los priístas.

Pero, allá, en aquellas tierras todavía gobernadas por el blanquiazul, en uno de los actos masivos del PRI se aparecieron el miércoles dos panistas que de manera retadora hicieron públicas sus preferencias. Uno de ellos era Miguel Angel Torres, secretario particular del coordinador de los diputados locales panistas, quien llevaba una pancarta que decía "Labastida corrupto". Otro era Lorenzo Edmundo Serna, quien enarboló una gran mano de hule espuma que hacía la V foxista de la victoria. Ambos militantes del blanquiazul fueron sacados de los actos priístas, sin algo más que forcejeos e insultos.

Una pancarta con encuestas

Y ayer, en una reunión con jóvenes que apoyaban al guanajuatense, se apareció una persona que portaba una pancarta con resultados de una presunta encuesta de GEA en la que aparecía Francisco Labastida como delantero.

El intruso fue de inmediato sacado por grupos que llevaban gafetes de Amigos de Fox. En la refriega fueron golpeados periodistas que pretendían entrevistar al presunto priísta. Los Amigos de Fox alegaban contra los reporteros, acusándolos de desatender lo importante que era el acto de Fox, por buscar el amarillismo del incidente con un desconocido.

El sonar de tacones de las fobabotas

Va siendo tal la tensión entre periodistas y foxistas que el candidato de las fobabotas ha expresado de manera especial una especie de deslinde respecto de las acciones de sus amigos enfrentados con periodistas, y de los guerreros del espacio cibernético que mandan correos amenazantes a quienes defienden opciones distintas a la panista. Sin embargo, la propia actitud personal del candidato no ha sido ejemplar, por ejemplo con Regino Díaz Redondo, el director general de Excélsior a cuyo lado le tocó sentarse durante la comida organizada por una asociación de editores de periódicos a la que concurrieron los cinco candidatos que piden votos para sí mismos y el que lo pide para Fox. En esa contiguidad indeseada, que se produjo el día en que fue publicada con gran despliegue la lista anónima y muy presumiblemente falsa de los presuntos financiadores de su campaña, Fox se mantuvo tenso, enojado, sin apenas saludar o voltear a ver al director del diario que pronto habrá de pasar a otras manos.

Liberaciones

No todo son tensiones inmediatas. Algunos hechos recientes ayudarán a disminuir presiones, aunque seguramente habrán de restablecerlas, acaso con mayor fuerza, en poco tiempo. Por un lado, fueron liberados los líderes del CGH que quedaban en prisión, quienes se aprestan para volver a la carga rumbo al congreso universitario. Por otro, salió también de prisión el líder del Frente Popular Francisco Villa, Alejandro López, quien había sido encarcelado por presumirse que era partícipe del asesinato del magistrado Abraham Polo Uzcanga.

Televisión Azteca, Raúl Salinas, Sergio Sarmiento

Otro asunto de índole judicial mantiene tirantez en ámbitos políticos. Las indagaciones del procurador Samuel del Villar, respecto de los vínculos criminales que pu- diese haber entre Raúl Salinas de Gortari y directivos y dueños de Televisión Azteca, le han llevado a hacer declarar a personajes diversos, entre ellos el propio Ricardo Salinas Pliego. Tras el asesinato de Francisco Stanley estuvo, sin lugar a dudas, el narco, y tras la compra de lo que ahora es Televisión Azteca estuvo, sin lugar a dudas, el llamado hermano incómodo (quien aportó casi 30 millones de dólares), de tal manera que no carece de hilo conductor lógico la investigación de la procuraduría capitalina.

No parece, sin embargo, haber razón suficiente para involucrar en tales maniobras al periodista Sergio Sarmiento, y mucho menos pretender que revele la forma como consiguió --meses atrás-- una entrevista con Carlos Salinas de Gortari, sobre todo si la explicación ya ha sido dada y si tales acciones dejan un tufo de hostigamiento que no puede dejarse en el silencio, por más diferencias que se puedan tener con el estilo y las posturas de dicho entrevistador y columnista.

 

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