MIERCOLES 7 DE JUNIO DE 2000

Ť Culmina muestra en la Whitechapel Art Gallery


Francisco Toledo recibió, en Londres, más de 30 mil visitantes

Ť Los diarios británicos publicaron reseñas y recomendaciones

Ť El artista se revela como un dibujante soberbio: The Times

Merry Mac Masters Ť El hecho de que más de 30 mil personas ųcifra considerada ''muy buena" por introducir un nombre sin una ''acogida previa"ų visitaron la exposición Francisco Toledo, que hoy culmina su estancia en la Whitechapel Art Gallery, de Londres, para reabrirse el 19 de junio en el Museo Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid, España, en algo habrá tenido que ver la cobertura de la prensa. Todos los periódicos británicos a nivel nacional publicaron reseñas y recomendaciones ųa veces ''muy grandes", como dijo Roger Tatley, responsable de prensa de la galería británicaų, y no nada más en una ocasión, sino varias. (Atrajo la misma asistencia la reciente muestra del conocido pintor Gary Hume, que representó a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia de 1999, acotó Tatley.)

foto- SE„OR  PINTANDO Si la Whitechapel utilizó términos como ''polémico y notoriamente evasivo", para referirse a Toledo, en efecto la prensa y los críticos no tuvieron acceso a su persona. Por allí hubo un intento fallido de entrevistarlo por fax. Después de leer los textos del catálogo, ver el video y, claro, la obra misma, cada quien recreó el Toledo que quisieron. De allí sumarios como, ''el nuevo gran nombre tiene 60 años, es mexicano y demasiado tímido para las entrevistas" (The Times, sección Metro). No faltó quien atribuyera esta aversión ''casi patológica" a ser fotografiado o entrevistado, a ''un miedo instintivo, quizá primitivo, de ser capturado, definido, según la noción de otro" (The Guardian).

Un Picasso, pero ''mejor parecido''

A decir de Catherine Lampert, directora de la Whitechapel y curadora de la muestra, a veces los textos aportaron buenas ideas, pero en otras enfatizaron los ''temas mexicanos, como la obsesión con la muerte y cosas así", a expensas de las cuestiones formales de su trabajo: composición, forma y color. Para Sex Mex. Holy Francisco Toledo! (semanario Time Out), la presente tiene que ser ''una de las muestras más obsesionadas con el sexo de todos los tiempos... Conejos, sapos, lagartijas, tortugas... todos tienen ganas en estos paisajes polvosos". Toledo, dice su autor Martin Coomer, es un gran tipo, como un Picasso, pero ''mejor parecido, menos tipo viejo cochino, de alguna manera".

Compuesta por diferentes técnicas, hubo quien prefirió su ''feroz y elocuente obra gráfica", al ostentar una ''urgencia, economía y mordedura demasiado ausente de las imágenes más tempranas". Según Richard Cork, de The Times, aquí Toledo se revela como un dibujante soberbio, capaz de soltar un vigor insospechado.

''Dudo mucho de que alguien jamás haya evocado mejor el zumbido delirante de insectos; cinco lápices, atados y zigzagueantes en un baile que apenas roza un pedazo de papel", asegura Laura Cumming.

Más adelante la crítica de The Observer llama a los autorretratos una suite de grabados, litografías y bosquejos, las obras ''más cautivantes" de la muestra: ''Toledo el héroe, la estrella del arte, el amante titánico ųtodos son reducidos a fábulas tontasų. Lo que se ve es un hombre intimidado, a menudo representado junto a un animal a la manera de un empate mexicano. La comparación con Goya está allí en autoescrutinio mordaz".

Para William Packer, del Financial Times, en esos intensos autorretratos, Toledo nos mira como un ''hombre salvaje de los bosques". Sin embargo, ''qué tan extrañamente benigno y bello resulta".

ƑQué ha significado esta exposición para la carrera del artista juchiteco? Lampert, desde Londres, contesta:

''Ahora está registrado en el mapa europeo, pero también diría que no es un artista que se inserte en un particular movimiento artístico o un nicho histórico del arte. Es un creador individual, así que no sé si los libros serán reescritos, pero ciertamente los artistas ya hablan de él.

''Pintores como Chris Ofile y Peter Defrancia han expresado cómo respondieron (a la muestra) y lo que ha significado para ellos", ya que mediante una exposición seria la obra de Francisco Toledo ha gozado de la atención de un ''grupo internacional de directores de museos", Lampert tiene la esperanza que las colecciones europeas empiecen a adquirir trabajos del creador oaxaqueño y que haya invitaciones museísticas procedentes de otras partes del mundo.