Bernardo Bátiz Vázquez
Política de toma y daca
En unas declaraciones a Proceso, Jorge G. Castañeda, diletante de la política, revoloteando por encima de las ideas, de los candidatos, de la situación del momento de lucha electoral que estamos viviendo, en su afán de buscar y justificar más votos útiles para su entretenimiento de este momento, que es Vicente Fox, pronuncia unas frases definitorias de su pensamiento político y del de su actual pupilo.
Reconoce que a Fox le pasarán la factura los sectores de la elite mexicana con los que tuvo que pactar: "no me hago ninguna ilusión al respecto, pero tampoco creo que hubiera podido ganar sin hacer esos pactos o entendimientos". La política --agrega-- es el "toma y daca" que se da en todo el mundo.
Lo que con falta de una mínima autocrítica, dice Castañeda, no es otra cosa que una expresión moderna del pensamiento pragmático que Charles Sanders Peirce y Williams James sistematizaron en Harvard a principios de siglo.
El voluntarismo pragmático, que ha sido el trasfondo de la filosofía de la vida de los estadunidenses medios, se ha convertido hoy en la divisa de campaña de los amigos foxistas y ha desplazado definitivamente a la doctrina personalista, fundada en la preminencia del bien común sobre los bienes sectoriales o personales del viejo PAN que ya no existe.
El temperamento "duro" que definía James, se impone al idealismo, al pensamiento claro y congruente. Para Castañeda, seguidor de esa escuela, lo importante es ganar, "para eso es una elección", para eso son los "amarres", los arreglos, el toma y daca; lo demás no importa, incluido el pueblo que votará por el que indiquen las encuestas.
La defensa de ese maquiavelismo político moderno, agringado, inmoral, no persigue ningún fin valioso; la democracia no importa, la sociedad es sustituida por los socios, el pueblo no está presente en este razonamiento, sólo hay un toma y daca. Apoyo hoy con dinero, recursos, adhesiones, y mañana la factura será pasada a Fox como lo reconoce su monitor, en prebendas, en puestos públicos, en contratos con el erario.
ƑEse puede ser un cambio? Eso es lo mismo que estamos viviendo ya con el PRI, un cambio debe de ir al fondo de las cosas, debe de enterrar para siempre la política pragmática del toma y daca, la política de los mercaderes y los usureros que sólo ven al mundo a través de un estado de cuenta: Ƒcuánto invertí?, Ƒcuánto sacaré de provecho?
Para los estadunidenses medios que dividen cruelmente a los hombres en triunfadores y derrotados, hay que ganar a toda costa, atropellando en el camino convicciones, ideales e ideas, principios y valores.
Quienes piensan que el voto útil será útil para los votantes, después de leer las declaraciones descarnadas de Castañeda no les puede quedar duda. Al emitir ese voto utilitario, tal y como la publicidad machacona y hábilmente presentada lo está solicitando, estarán votando por el candidato aparatoso y locuaz que se contradice y muestra su ignorancia a cada momento, pero también estarán votando por los acreedores del candidato, los del toma y daca, los que pasarán las facturas.
Desde los políticos a caza de oportunidades, pasando por los ricos inversionistas de recursos que en México crearon el club de amigos del candidato, hasta otros acreedores que no conocemos y que no sabemos de ellos ni siquiera su nacionalidad, que ya pasaron por el toma y esperan el daca del gobierno nuevo con el que esperan recuperar su inversión a costa del pueblo que cotiza.