* El Ejército Mexicano y la policía, sus clientes
Distribución de armas, negocio de la familia de la esposa de CSG
* Empresa belga, fabricante de las Uzi halladas a La Quina en 1989
José Galán * Unos cuántos días atrás se hizo pública la intención del gobierno mexicano de adquirir 500 metralletas P-90 y medio millón de cartuchos, que se destinarían a sus fuerzas armadas. Posteriormente, también se dio cuenta del desistimiento en su ''esfuerzo por modernizar'' el aparato de seguridad. Pero más allá de la autoridad gubernamental, Ƒquién está detrás de esta operación de compra-venta?
La empresa Internacional Distribuidora SA, prácticamente la única intermediaria mexicana hasta ahora conocida para la compra y venta de armas para las fuerzas armadas y corporaciones policiacas en México, es propiedad de la familia Gérard Jolly, a la que pertenece Ana Paula Gérard, esposa del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. La firma fue fundada en 1947 por Hipólito Gérard Payán, y su hijo, Hipólito Gérard Cortez, apareció como integrante del consejo de administración de la sociedad. Fue éste un empresario en su tiempo relacionado con Banco Internacional, accionista y miembro del consejo de administración del Banco del Atlántico ųantes de la expropiación de 1982ų y otras empresas industriales, y pariente político de Manuel Suárez, constructor y propietario original del Hotel de México (hoy World Trade Center)
A punto de cumplir 53 años de fundación, esta empresa familiar fungió como intermediaria entre los gobiernos mexicano y belga en la compra de 500 metralletas P-90 y medio millón de cartuchos al corporativo de esa segunda nación, Fabrique National Herstal ųfabricante también de las metralletas Uzi 9 milímetros cuya propiedad se atribuyó, en enero de1989, al líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, lo que ''sustentó'' su encarcelamientoų, y cuya adquisición fue suspendida por las autoridades mexicanas, luego de las denuncias de organismos no gubernamentales internacionales sobre la transacción.
Cabe señalar que la frustrada operación de compra-venta de 500 metralletas P-90 y de medio millón de cartuchos alcanzaba, de acuerdo con autoridades belgas, un valor cercano a los 40 millones de dólares.
En 1991, cuando era presidente Carlos Salinas de Gortari, la empresa Internacional Distribuidora incrementó su capital y a partir de esa fecha se consolidó prácticamente como la única intermediaria para la compra-venta de armamento para las fuerzas armadas y policiacas en México.
Dicho aumento de capital se registró el 27 de septiembre de 1991, de acuerdo con la escritura número 12247, ante el notario público Juan Vicente Matute Ruiz. Representada por Eduardo Siquerios Towey, se protocolizó el acta de asamblea general extraordinaria del 31 de julio de 1991, en la que se acordó un incremento de capital social de 4 millones 750 mil pesos, para quedar en 5 millones de pesos, y quedó suscrito de la siguiente manera: Fabián Gérard Jolly, 4 mil 900 acciones; Marcos Gérard Jolly, 97 acciones; Enrique Gérard Cortez, una acción; Alejandra Rodríguez de Gérard, una acción; Magdalena Bonilla de Treviño, una acción. Dicha modificación de la sociedad recibió ''autorización'' del 40 juzgado de lo civil, según oficio 1729 de fecha 26 de noviembre de 1991, y fue inscrita el 28 de febrero de 1992.
Dos años atrás, en 1989, se documentó que las 200 ametralladoras Uzi 9 milímetros que le fueron ''incautadas'' a La Quina, fueron fabricadas por la misma Fabrique National Herstal, que pretendió vender al Ejército Mexicano 500 metralletas P-90 a través de Internacional Distribuidora. Este corporativo belga sólo concreta sus operaciones de venta de gobierno a gobierno, como destinatario final.
De acuerdo con los documentos del Registro Público de la Propiedad y el Comercio del gobierno del Distrito Federal, folio 9082858, cuya copia oficial obra en poder de este diario, el acta de registro de Internacional Distribuidora SA, estipula que, con base en la escritura número 3513 de fecha 28 de junio de 1947, suscrita ante el notario Tomas O'Gorman, la sociedad fue fundada con un capital de 250 mil pesos, que quedó distribuido así: Hipólito Gérard Payán, 50 acciones; Manuel de Medina Baeza, 50 acciones; Andrés Yabre Turán, 50 acciones; Manuel Payán de Beristáin, 50 acciones, y Carlos de Ovando, 50 acciones. Como consejero quedó Manuel Payán de Beristáin. Como tesorero fue nombrado Fernando Gérard Cortez y como vocal Hipólito Gérard Cortez.
Este último ha sido accionista y miembro de los respectivos consejos de administración de Banco del Atlántico (hasta su expropiación en 1982), Editorial Novaro, Comercial Automotriz Mexicana, Autodistribuidora SA, Financiera Intercontinental, Crédito Comercial Mexicano, Financiera del Atlántico, Fondo Industrial Mexicano, Grupo Financiero Internacional, Central de Industrias, Tremec, Fruehauf de México, Central de Industrias, Banco Internacional y Seguros Olmeca.
También accionista en la casa de bolsa Fimsa, que presidía Carlos Abedrop Dávila, Hipólito Gérard Cortez está emparentado políticamente con Manuel Suárez, ex dueño de, entre otras muchas cosas, el Hotel de México y el Casino de la Selva, en Cuernavaca, por medio del matrimonio de sus hijos que conforman la familia Suárez-Gérard. Su nieta, Ana Paula Gérard, es la segunda esposa de Carlos Salinas de Gortari. La familia Gérard Cortez está compuesta por los hermanos Andrés, Enrique e Hipólito. Son sus parientes, también, Luis Manuel Gérard Contreras e Hipólito Gérard Botler.
El 28 de junio de 1989, 42 años después de fundada, la empresa Fabrique National Herstal de Bélgica, fabricante entonces de las metralletas Uzi 9 milímetros halladas en la casa de La Quina el 10 de enero de ese mismo año, certificó en un documento oficial con número de referencia msg/nr 89/212, que había fabricado esas metralletas hasta 1976; que unos cuantos millares de esas armas fueron vendidas al Ejército Mexicano en las décadas de los sesenta y de los setenta, con base en los certificados mexicanos de usuario final y en las licencias belgas de exportación.
Es la empresa que ha mantenido relaciones con Internacional Distribuidora en las últimas décadas.