DOMINGO 4 DE JUNIO DE 2000

* Toluca, brillante campeón del torneo


šSúper Diablos!

* Los rojos golearon 5-1 al Santos y dominaron la final con global 7-1 * Nemesio Diez, muy grave

Marlene Santos A., enviada, Toluca, Méx., 3 de junio * šToluca, tricampeón del Verano! Los choriceros se erigieron como indiscutibles reyes de los torneos cortos al hacer efectivos los pronósticos y vencer por rotundo 5-1 al Santos Laguna (global de 7-1) en el estadio Nemesio Diez, nombrado así a partir de hoy en homenaje al nonagenario dueño del equipo, que está en agonía en un hospital capitalino.

El ausente promotor del futbol, con una diabetes agravada, fue la bujía que motivó los ánimos de los jugadores escarlatas, aunque el equipo ųmuy superior a su adversario, que terminó con 10 hombresų se dio el lujo de jugar al filo de la navaja, con muchos momentos de indolencia, con excesivos toques de balón. Pero finalmente no defraudó a su afición y cerró a toda máquina hasta sellar la goleada.

El estallido de júbilo llegó a ráfagas 15 minutos antes del silbatazo final, cuando el público casi podía palpar el sexto cetro en la historia del club toluqueño. El gol 100 del paraguayo José Saturnino Cardozo encendió la mecha, fue la clara señal; entonces comenzaron los gritos de "Ojitos-Ojitos", dedicado al técnico local. "šMeza-Meza!", "šdiablos-diablos!" y "šcampeones-campeones!" La euforia creció al máximo con los goles finales, el de Rafael García que dio pie para el grito de "šcinco-cinco!" y el Cielito lindo cantado a coro, y a dos minutos del pitazo final Manuel Martínez clavó el tanto de la locura. La fiesta en pleno.

Segundos antes de que arrancara el cotejo, Meza se acercó a saludar a Fernando Quirarte, pero éste de inmediato se mostró excesivamente nervioso y a los 2 minutos de acción ya estaba dando manotazos para recriminar a sus jugadores. Toluca se adueñó del esférico y se dedicó a pasearlo, hasta que al minuto 15 clavó la estocada que mató la esperanza albiverde. El artillero Víctor Ruiz cobró un tiro de castigo y el uruguayo Carlos María Morales se cruzó para desviar con la cabeza el balón y dejarlo inalcanzable para el portero Adrián Martínez.

El estratega local apenas esbozó una sonrisa, mientras que los integrantes de la porra Perra brava de inmediato mostraron sus panzas boyantes, aunque esta vez les ganaron en audacia, ya que en la tribuna de sombra un aficionado se desnudó al final del juego. El canto de "Oeeeee, oeeeee, ooeeee, diablos, diablos" enmarcó los pases de taquito, las jugadas de lujo que comenzaron a exhibir los choriceros para confirmar que son un equipo que puede jugar con los ojos cerrados, porque se adivinan, se intuyen, saben dónde debe estar el compañero receptor.

Pero el diablo pecó de displicente y al minuto 31 les metieron el tanto del empate, un zurdazo impecable de Luis Romero, quien cobró un tiro directo y puso el balón en la horquilla derecha de la meta protegida por Hernán Cristante. Empero, este tanto renovó el interés en el juego y a la postre fue el del honor para los santistas.

El equipo de La Comarca se fue en picada cuando Héctor Altamirano hizo una fuerte entrada por detrás, sobre Salvador Carmona (34'), y el silbante Felipe Ramos Rizo lo amonestó, cuando la acción merecía el cartón rojo, pero Altamirano perdió los estribos y reclamó con manotazos para ganarse la segunda amarilla, que lo remitió al vestidor.

Al arranque del segundo tiempo el ritmo del cotejo tuvo un declive, al que contribuyó el árbitro con constantes marcaciones de faltas; no obstante, la pelota seguía siendo del Toluca y al minuto 60 Cardozo marcó el 2-1 a centro de David Rangel. Quirarte jugó sus últimas cartas y agotó sus cambios, en tanto el Ojitos Meza replicó con mejor tino, ya que sus relevos fueron decisivos para la goleada.

Al minuto 76, Cardozo puso la cereza al pastel con su gol número 100 en el torneo mexicano, que tendrá que agradecer a José Manuel Abundis, a quien le dirige la palabra apenas para lo indispensable, ya que le dio el pase tres minutos después de haber entrado a la cancha. Cardozo corrió a la banca y se puso sobre el pecho una playera blanca que decía "100".

Abundis estuvo muy cerca de anotar y al 84 de acción dio otro servicio para gol, esta vez a Rafael García, también recién ingresado, que decretó el 4-1. El grito de "šcinco-cinco!" hizo vibrar el diminuto estadio y fue Manuel Martínez el encargado de complacer al respetable, con una acción individual que coronó con tiro cruzado al minuto 88.