SABADO 3 DE JUNIO DE 2000

Combinaciones inesperadas

Merry Mac Masters Ť Escenarios corrientes, a menudo urbanos, y materiales encontrados o fabricados industrialmente, son el punto de partida de la obra de Gabriel Orozco. Sus manos transforman una cámara de llanta, una pelota de plastilina, una lata de alimento para gatos o una tapa de un recipiente con yoghurt. Con materiales modestos, en combinaciones inesperadas, crea objetos significantes que celebran lo deshecho y lo mundano en la vida contemporánea.

ƑPor qué Gabriel Orozco?, se le pregunta a Alma Ruiz, curadora de la retrospectiva del Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles, California (MOCA). Apunta, en primer lugar, la fluidez que tiene al pasar de un medio a otro, de la escultura a la fotografía, al dibujo. Además, su obra tiene una ''hilación coherente".

Ruiz subraya esta manera de trabajar en una época en la que ''muchas barreras han sido disueltas". Luego está el hecho de que Orozco cuestione el lugar específico del artista al ''llevar el estudio consigo", circunstancia que le permite trabajar con mucha libertad. Asimismo resalta su interés por la distancia de los objetos con el cuerpo o el movimiento que existe en las obras que produce.

Oportunidad de crear en el extranjero

Sobre el ''fenómeno Gabriel Orozco", la curadora asistente del MOCA anota que éste tuvo la oportunidad de trabajar en el extranjero en un momento en que ya no surgieron los movimientos, porque en los años noventa desapareció esta idea de catalogar a los artistas así. Al desarrollarse una serie de exposiciones internacionales ''bastante inclusivistas", a las cuales Orozco fue invitado, su trabajo fue puesto en evidencia.

Una nueva ola de curadores y museos, en especial europeos, se fijaron en su obra, ya que tiene una base conceptual muy sólida y es un artista que ha mantenido su lugar y su obra evalúa esta posición "una y otra vez".

Incorporado a un programa de diversificación que tiene el museo angelino, la exposición de Orozco se divide en tres grandes renglones: escultura, fotografía y dibujo.

''La mayor parte de los objetos van a estar en el suelo -explica Ruiz-. Incluso, las fotografías y los dibujos no se van a colocar en la pared sino en unas bases que terminan en punto como un atril, para ser observadas a la manera de un libro o documento.

''En la primera sala estará la mesa de ping pong y a su alrededor la serie de los atomistas, esas grandes fotografías de deportistas ingleses, hechas a escala natural y que se colocarán casi a ras del piso.

En la siguiente sala estará la mesa de billar y la serie fotográfica Hasta encontrar otro amarillo Schwalbe (1995).

''La tercera, y la más grande, tendrá ese gran paisaje de objetos, la mayor parte en el suelo, con las tapas de yoghurt, una caja de luz en las paredes y los ventiladores en el techo."