A los 77 años murió Tito Puente en Nueva York
Adiós, timbalero
Ernesto Márquez * La madrugada de ayer murió el mayor timbalero de América. El cuerpo de Tito Puente no soportó una intervención quirúrgica del corazón y dejó de latir a la una de la mañana en el Centro Médico de la Universidad de Nueva York.
Tito, quien nació el 20 de abril de 1923 en el barrio latino de Harlem Este, grabó 118 discos y en últimas fechas obtuvo múltiples galardones. En marzo recibió el quinto Grammy de su carrera por su última producción, Mambo Birdland, y días después dio dos conciertos en la ciudad de México, donde abarrotó el Salón 21.
Celia Cruz dijo en Buenos Aires, luego de cancelar su presentación para viajar a Nueva York: "Hemos perdido lo más grande que ha dado la música latina". En Puerto Rico se decretaron tres días de duelo por la muerte de "uno de sus más populares hijos".
Tito Puente fue nombrado el rey del mambo, el rey de la salsa, el rey de los timbales, el rey de la música latina. Pero después de más de 50 años en el pináculo de su profesión, el percusionista no se impresionaba ya con nada: "No me gustan los títulos. Si eres llamado el rey de algo --el rey del boogaloo o el rey del rock--, una vez que la música muere, el rey muere también. Ahora ellos me llaman el rey de la música latina, pero eso no es lo que yo busco, porque la gente espera que le des más. Se supone que eres el rey, debes ser grande todo el tiempo, y ellos esperan verte en la cumbre. Nadie puede cortarte; se supone que harás que todo el mundo sienta que eres el hombre top. Eso realmente te pone bajo presión. Debería ser llamado solamente Tito Puente, su amigo, así, sin ningún otro título", dijo a La Jornada en una entrevista exclusiva concedida el pasado 9 de marzo al término de su actuación en el Salón 21.
De cualquier manera, decidiera o no usar sus títulos, El Rey había ganado su corte. Educado en la Juilliard School of Music, Tito Puente obtuvo reconocimiento como arreglista antes de llegar al estrellato con su propia banda a fines de los cuarenta. Ayudó a inaugurar la locura del mambo, creció durante la siguiente década y llegó al corazón de latinos y anglos por igual, con composiciones innovadoras y adaptaciones jazzeadas de los últimos sonidos cubanos.
El rock había alterado los pasos de los bailadores y el gusto de los escuchas de los sesenta, pero la audiencia de Tito Puente permaneció fiel hasta que su carrera fue rejuvenecida, irónicamente, por el rockero mexicano Carlos Santana, quien hizo covers de dos de sus primeros temas Oye como va y Pa' los rumberos. Con ello, los jóvenes latinos regresaron a sus raíces.
El maestro del timbal había sido involucrado en la escena del jazz desde que se sentó con Dizzy Gillespie y Charlie Parker a trabajar en conjunto o hizo sus apariciones con la orquesta de Machito; después actuó con Stan Kenton, grabó con Woody Herman e hizo arreglos para Count Basie.
Con su combo realizó presentaciones en clubes, colegios y festivales a lo largo de Estados Unidos y Europa. Introdujo el jazz latino en las nuevas audiencias y abrió puertas para sus talentosos acompañantes, algunos de los cuales dirigen actualmente sus propias orquestas.
Con un repertorio que comprendía unas variada gama de clásicos como Puente Picadillo o Equinox, de Coltrane, y On Broadway, de Drifter, el Latin Jazz Ensemble demandaba versatilidad así como virtuosismo por parte de sus miembros. Afortunadamente El Rey estuvo siempre admirablemente acompañado por músicos como González y Dalto; el saxofonista Mario Rivera, conocido por su trabajo con Mongo Santamaría y otros; el percusionista Johnny Rodríguez, director de la popular banda Típica '73; y el bajista Bobby Rodríguez, un veterano que lleva 20 años en la orquesta de Machito.
En los noventa y principio del 2000 Tito Puente siguió siendo el más grande timbalero de todos los tiempos. Convirtió los timbales en el poder percutivo de las modernas orquestas latinas, un instrumento capaz de imponerse sobre los crescendos de los metales. Su sentido del ritmo era evidente no sólo en su trabajo como solista, sino también en la música que escribió, arregló e interpretó. Por todo eso fue un excepcional y muy original artista que creó poemas rítmicos con coloraciones de otras músicas. (Más información en la sección de Espectáculos)