JUEVES 1Ɔ DE JUNIO DE 2000

El "voto útil" en debate

 

* Octavio Rodríguez Araujo *

Parece que ahora sí el debate se está calentando, pero no me refiero al debate entre los candidatos sino al que se está dando entre articulistas de diferentes medios periodísticos en torno a las candidaturas a la Presidencia de la República.

Uno de los puntos que mayor controversia ha creado es el del voto útil, pero esta controversia se debe principalmente a que cada quien entiende lo que quiere por esa expresión. Hace casi veinte años los obreros metalúrgicos de Monclova, Coahuila, en su mayoría de inclinaciones maoístas, votaron por el Partido Acción Nacional. A este voto se le llamó voto útil pues los obreros no eran panistas sino más bien contrarios al Partido Revolucionario Institucional y su intención, antes de que se hablara en México de alternancia y de transición democrática, era sacar a este partido del gobierno de ese municipio. ƑPor qué votaron por el PAN y no por un partido de izquierda, como por ejemplo por el Comunista, que ya tenía registro en ese entonces? Por la sencilla razón de que el PAN tenía mayores probabilidades de derrotar al PRI ya que la clase media de Monclova, como la de casi todas las ciudades del norte del país, era (y es) conservadora y proclive al partido blanquiazul.

Voto útil es votar en contra de un partido con años o décadas en el poder o contra un gobierno indeseable por autoritario o, eventualmente, dictatorial. Así ocurrió en España después de Franco o en Chile después de Pinochet y, Ƒpor qué no decirlo?, en México en 1988, cuando la mayoría de los ciudadanos votó por el candidato del Frente Democrático Nacional (FDN), Cuauhtémoc Cárdenas. En el caso mexicano debe recordarse que la candidatura de Cárdenas en 1987-88 fue subiendo como la espuma, especialmente después de los mítines de La Laguna y de Ciudad Universitaria y que se vio en Cuauhtémoc a un líder que no sólo venía del PRI sino que había roto con éste para lanzarse en su contra como lo hiciera Miguel Henríquez Guzmán en 1952.

El éxito del FDN en 1988 no fue sólo la figura de Cárdenas, sino también su convocatoria a otros partidos tradicionalmente seguidores del PRI y del gobierno en turno y a organizaciones de izquierda socialista que vieron en Cárdenas no a un socialista sino a alguien que podría vencer al PRI.

El programa del FDN constaba de una pequeña lista de puntos generales como tenía que ser resultado del consenso de partidos que muy poco tenían en común. Sin embargo, Cárdenas, el FDN y un programa que pocos interiorizaron, tenían la peculiaridad de ser en conjunto una alternativa posible para derrotar al PRI y a un régimen que había llevado al país al fracaso económico. Fue un voto útil que, cuando las cosas cambiaron (sobre todo por el control de la inflación), no se repitió en 1991 ni en 1994.

En otras palabras, el voto útil es siempre coyuntural y, aunque lo parezca, no es igual ni equivalente al voto que emite una mayoría de ciudadanos a favor de la alternancia. El voto por la alternancia es la típica reacción a un gobierno que hizo mal las cosas o que no cumplió con la expectativa prometida. El voto por la alternancia es un voto de castigo a los malos gobernantes; el voto útil es una reacción en contra de un régimen, y régimen no es igual a gobierno, como bien se sabe, pero poco se recuerda.

En estos momentos, en el México del 2000, el voto útil es en contra del PRI y todo lo que este partido significa. No es por la alternancia sino para sacar al PRI de una vez por todas del poder. La gente quiere cambios y no más de lo mismo. Hace unas semanas el candidato con mayores probabilidades de derrotar al PRI era Vicente Fox. Hoy, su popularidad no es la misma y podría decaer en las próximas semanas. La candidatura de Cárdenas podría subir en el mes que falta para las elecciones. Bien, en cualquier caso el voto útil deberá ser por quien antes del 2 de julio, hasta donde lo permitan saber las encuestas, tenga posibilidades de derrotar al PRI. El voto por la alternancia, que como dijimos no es igual o equivalente al voto útil, vendrá después, cuando los ciudadanos comprobemos, si acaso, que el gobierno de Fox o de Cárdenas no es el que queríamos. Pero no confundamos los conceptos. *